Es un referente internacional en medicina paliativa y más de 60 profesionales de la Comunidad autónoma tienen la oportunidad de conocer, de primera mano, mucho de lo que sabe en las jornadas que acoge Soria los días 15 y 16 de noviembre. El doctor Marcos Gómez Sancho también comparte algunas reflexiones con El Día de Soria y pone el acento, entre otras cosas, en uno de los puntos clave de los cuidados paliativos: la «inequidad». Desigualdades entre pacientes que viven en el medio urbano y los que residen en los pueblos, entre un barrio u otro en una gran ciudad o, incluso, entre niños y adultos.
«La atención que recibe, a veces, un enfermo depende más del código postal que del código genético. En Soria seguro que pasa como en todos los sitios y las personas que viven en la ciudad reciben mejor atención que las del medio rural, que seguro que no tienen el mismo acceso a un buen servicio de cuidados paliativos», argumenta el médico.
Gómez Sancho apunta, asimismo, que generalmente se atiende a los enfermos oncológicos y no a pacientes con otras patologías que también requieren de cuidados paliativos.
El doctor incide en que es «fundamental» la formación de los profesionales sanitarios en cuidados paliativos, de la misma manera que insta a la administración a que pongan los medios para desarrollar suficientes equipos que presten una correcta atención a los enfermos. «Hoy en España hay 75.000 personas que mueren cada año con un sufrimiento intenso, que no tienen unos cuidados paliativos adecuados a su alcance», reflexiona.
eutanasia. En este sentido, el médico se refiere al anuncio de la legalización de la eutanasia en España. «Defiendo que si un país no da cuidados a sus enfermos, despenalizar la forma de acabar con ellos es una absoluta irresponsabilidad. La legalización de la eutanasia no es en absoluto prioritaria, la prioridad es atender a los enfermos», sostiene. Marcos Gómez Sancho puntualiza que la eutanasia afecta al «1-2% de los españoles», mientras que los cuidados paliativos alcanzan a la mitad de los ciudadanos que van a morir. «Una sociedad avanzada debe disponer de recursos para aliviar el sufrimiento humano y que no sea eliminar al sufriente», apostilla.
El experto en cuidados paliativos admite que se ha avanzado en este área en los últimos años. De hecho, Castilla y León ha sido la primera Comunidad autónoma (Canarias, la segunda) en crear la categoría profesional de médico de Cuidados Paliativos. Pero, a su juicio, no es suficiente y es una reivindicación histórica la constitución de un Área de Capacitación Específica (ACE) o especialidad en cuidados paliativos que acredite que un facultativo cuenta con la formación adecuada para desempeñar estas funciones.
familia. Otro de los ejes del amplio campo de los cuidados paliativos es la familia del paciente, que tiene un «doble papel». Por una parte, los familiares son «los mejores cuidadores» del enfermo, pero también, en algunos casos, «lo pasan peor» que los afectados por la patología. «Las enfermeras y auxiliares tienen un papel crucial en esto porque tienen que enseñarles a dar las medicinas, la comida, higiene..., pero también hay que emplear más esfuerzos con ellos, incluso después de que fallece el paciente, en el duelo», explica.
Por otra parte, el doctor hace hincapié en que la mitad de las facultades de Medicina de España no imparten asignaturas sobre cuidados paliativos y, solamente, en siete se contempla como materia obligatoria en sus planes de estudios. «España ocupa el número 31 en los países con cuidados paliativos. Se necesitan más servicios, más capacitación y menos eutanasia», reitera.
Las IX Jornadas de Cuidados Paliativos de Castilla y León, bajo el título Revelando conocimientos para velar por el paciente, organizadas por la Sociedad Castellano Leonesa de Cuidados Paliativos (PACYL) y el Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud de Castilla y León (IECSCYL), se celebran en el salón de actos del Centro Asociado de la UNED en Soria, en la Casa de la Tierra de la capital.