"La Feria de Almazán es un revulsivo de la economía local"

Ana Pilar Latorre
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Fue concejal y trabajador de Sarrió, ahora ya jubilado organiza la feria y contribuye a definir su futuro

"La Feria de Almazán es un revulsivo de la economía local" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martí

El adnamantino Javier Salvachúa toma las riendas de la Feria de Muestras en el 60º aniversario con la idea de que se le pueda dar un nuevo rumbo en torno a la innovación y el regadío.  Aceptó gustosamente la propuesta del ayuntamiento para dirigir el certamen, varios años después de ser concejal del equipo de Gobierno con Ángel Martín Vizcaíno y diputado provincial. Su vida laboral transcurrió como director de producción en Sarrió Papelera de Almazán y ahora, ya jubilado, dedica parte de su tiempo libre a coordinar el certamen con un gran equipo y una gran ilusión. Lo hace «por su pueblo», en el que decidió quedarse hace años apostando por la industria y el desarrollo local.

Parece que el tiempo va a acompañar en fechas tan señaladas...

Eso es. Parece que ha finalizado la lluvia, que viene bien para todo, especialmente para el campo. A ver si nos da una tregua y pasamos una Feria buena y las siguientes fiestas, las de San Pascual.

Como adnamantino, ¿cuál ha sido su relación con este evento desde sus inicios?

He conocido la Feria prácticamente de siempre, la recuerdo siempre con muchísimo cariño. Empezó en 1960  [es el 60º aniversario porque se suspendió dos años por la pandemia] y los primeros años se ubicaba en un espacio hacia Nuestra Señora de Duero, donde se instalaba la exposición de maquinaria agrícola y de tractor usado. Al poco tiempo se trasladó a La Arboleda y, curiosamente, yo vivía 100 metros más abajo y la he conocido desde que era niño. Como a cualquiera, nos encantaba subir a los tractores y tengo el recuerdo de los primeros coches que vi todoterreno, los antiguos Land Rover, que impactaban porque los colocaban en un montículo para mostrar que eran capaces de subir por pendientes muy difíciles.

Antiguamente en Almazán la feria de ganado que se celebraba en los Santos llegó a ser una de las más importantes de toda España. Estamos hablando de algo que arrancaba justamente cuando el ganado de la Mesta y que después se mantuvo a través de los siglos y se convirtió en un importante referente. L apuesta en funcionamiento del tren fue decisiva en su crecimiento porque se trasladaban miles de cabezas de ganado hacia varias zonas, como Valencia, pero ya antes se hacían numerosas transacciones. Es un orgullo poder mantener ese espíritu ferial a través de los siglos e irlo adaptando a cada etapa. Almazán mantiene su capacidad comercial y su huequecito en el mundo de las ferias. Con la de Lerma (Burgos), es la decana de estos certámenes en Castilla y León.

¿Qué recuerda de su etapa de concejal en los años 80 y 90 respecto a la evolución de la feria?

En aquellos años fue cuando se dio un nuevo impulso a la Feria de Maquinaria, ya que con Miguel García de Pablo como director se abrió a otros sectores, como la agroalimentación y la artesanía. Las corporaciones sucesivas han ido introduciendo mejoras y adaptando la Feria a las nuevas situaciones y demandas.

¿Qué importancia ha tenido la incorporación de estos otros sectores? ¿Retomará la maquinaria el protagonismo inicial?

No queda más remedio que abrir posibilidades. En el campo, por un lado está internet y por otro las grandes ferias y, de momento, no es lo más importante. Digo de momento porque si afortunadamente la parte del regadío de la zona de Almazán, en el que se ha realizado la modernización, llega a dar el empujón que se espera puede que haya que mostrar aquí otro tipo de maquinaria más especializada en la transformación. Creo que por aquí es por donde habrá que dar un impulso. Ese proyecto supondrá además desarrollo para toda la zona agrícola de Almazán, con creación de puestos de trabajo y riqueza. Ojalá eso se produzca y cuanto antes mejor, le falta un empujoncito más. Me consta que los jóvenes en el campo están haciendo una labor extraordinaria de investigación y una apuesta muy fuerte por ir dándole más valor añadido a sus productos y a la propia tierra.

Y, por ejemplo, en la última edición también se contó con Resinas Naturales. El sector forestal también es de gran relevancia, fundamental en esta zona y toda la provincia. Almazán cuenta con 6.000 hectáreas de monte y es un recurso de primer orden. También están presentes el sector servicios, el comercio, las asociaciones... En definitiva, la Feria sirve para poner en valor lo que es Almazán y la comarca. Es una apuesta positiva en la que debemos sacar músculo, no rendirnos al victimismo que hay, porque es una zona con un potencial auténticamente extraordinario cuando se habla tanto de la España Vaciada. Tiene posibilidades de presente pero, sobre todo, de futuro. 

¿Qué factores marcarán el futuro del desarrollo de Almazán?

La combinación entre la industria, la agricultura y los servicios hacen que esta sea una zona muy atractiva y con muchísimo futuro, no olvidemos que estamos a hora y media de Madrid y Zaragoza y a dos horas de Pamplona y Valladolid. Tan solo quedaría culminar la A-15 de conexión con Pamplona y el norte de España y la A-11 con Valladolid. Estamos en un sitio inmejorable para acceder a mercados importantes, por lo que también la innovación en el sector agrario es fundamental. Las ayudas para ello son de vital importancia.

El referente de desarrollo de Almazán tiene que ser parecido a lo que tienen nuestros vecinos de La Rioja y Navarra, donde combinan la labor del campo con la actividad industrial, eso hace que al final haya una base de población importante. Independientemente de los ciclos, la población se asienta y las zonas mantienen la actividad y progresan. Cuando se avance más en el mundo laboral y se compatibilicen ambas áreas, como en las citadas zonas, habremos conseguido un grado de desarrollo importante en base a ese modelo. Creo que los jóvenes deben incorporarse para que no tengan que irse y que se potencie la FP, por ejemplo, con una rama del mueble en Almazán, tan vinculada a este sector.

Volviendo a la 60ª edición, ¿qué novedades hay en la Arboleda?

Aunque con el parón parece que a nivel de la población hay ganas por salir, hay que decir que cuesta bastante reactivar todo. Los expositores del sector del mueble de Almazán, no olvidemos que es la Villa del Mueble, andan con mucho trabajo y encargos, afortunadamente, y para estar presentes tienen sus dificultades. Respecto a la maquinaria, hoy en día con internet y otras vías de promoción el que se presenten aquí novedades no es como antes. Los agricultores acceden a toda la información tan solo con un clic en su móvil, están formados y preparados. Y hay que tener en cuenta que la Feria de Maquinaria de Zaragoza (FIMA) es muy importante y a nivel internacional.  

Por otra parte, las casas comentan que precisamente para Zaragoza han tenido dificultades porque para los nuevos modelos hay falta de suministros, como microchips. Dificulta esa feria y ésta más aún. Así que la exposición de maquinaria agrícola ha costado bastante mantenerla, a diferencia de la grandiosidad que tuvo. Hemos estado realizando contactos hasta el último momento para poder ocupar esa parcela. De Soria habrá algún expositor, pero ponen muchas dificultades. Cuesta reactivarlo y veremos a ver si al año que vienen pueden estar... En cuanto a servicios, agroalimentación y artesanía podemos decir que está lleno al completo, ha habido mucho interés. 

Este año queremos hacer algo relacionado con el mundo apícola, que tiene una presencia muy importante en cuanto a recursos y riqueza para el campo. Queremos contar con expositores de Almazán y alguna actividad concreta, como charlas o degustación de miel. Es un sector que encaja perfectamente en la feria y queremos darle un impulso. Habrá un programa enriquecido respecto a otras ediciones.

Durante años la falta de ayudas ha sido la tónica, ¿con qué apoyo económico se cuenta? 

Hay que esperar ayudas, no muy serias pero sí importantes por parte de la administración autonómica y central. Las necesidades son muchas y los recursos pocos. Hay apoyo de Diputación, de la Junta y del propio ayuntamiento.El presupuesto global creo que no es lo más importante. Lo que hay que decir es que todas las corporaciones desde 1960 han ido siempre mejorando lo que había, siendo de un signo o de otro. Para Almazán esto siempre se ha considerado por encima de la política y, dada la importancia de la Feria, todas las corporaciones se han volcado a tope y esperamos que siga siendo así.

¿Quién conforma el comité de organización de la Feria?

En este comité, que lleva ya un tiempo trabajando por la Feria, hay personas del equipo de Gobierno, con el alcalde, Jesús Cedazo, al frente, que es muy trabajador, y varias personas que no estamos en el ayuntamiento pero que vinculadas al pueblo. Es una lista muy larga. 

¿Con qué apoyos se cuenta?

Hay que destacar la labor de la Policía Local, de los operarios municipales de servicios y del personal de administración, que toman esta feria no como algo más que un trabajo. Hay una persona en concreto, Ludivina Rodrigo, que está prejubilada y ahí sigue trabajando. Podemos decir que Ludi es el alma de la feria, sinceramente.

Almazán tiene la suerte de poder contar con un recinto impresionante, el parque de La Arboleda.

Aparte de que el marco es precioso, es uno de los espacios más bonitos que hay en toda la provincia. Con el trabajo de las sucesivas corporaciones, entre lo que es el polideportivo, el nuevo pabellón y las carpas, hay infraestructura suficiente para hacer un recinto muy bonito y, lo más importante, práctico. Hay servicios suficientes y Almazán, tanto a nivel de hospedaje como de restauración, tiene capacidad de sobra. Es importante darle un empujoncito a todo esto.

Son miles de visitantes que compran, que comen, que duermen en Almazán. ¿Qué impacto económico tiene esta feria de muestras?

Es importantísimo, sobre todo para el sector de la hostelería, que falta le hace después de los años que hemos pasado. Es posible que se llene todo tanto en la Feria como en las fiestas. Es un revulsivo para la economía local, sin duda.

Y no hay que olvidar la gran combinación de esta Feria, que se organiza el fin de semana más próximo a San Isidro, con las fiestas de San Pascual Bailón.

Efectivamente. Y es que este año van a coincidir y va a ser una semana explosiva. Venalmazán ya ha sido un acontecimiento importante y con gran éxito de expositores y visitas, unas 20.000, después los play-off de fútbol y ahora viene la Feria de Muestras en su aniversario y las fiestas de San Pascual. Va a ser un mes de mayo inolvidable.