Llega el Black Friday y, como suele suceder en Soria, la batalla entre el pequeño comercio y las grandes superficies. "Es un modelo americano impuesto y a los pequeños nos cuesta mucho, pero no te queda otra que sumarte", lamenta Adolfo Sainz, presidente de Conferco. Consideran que no pueden estar con cambios de precios constantes. "Luego el CiberMonday, el día del soltero o el día rojo", ironiza Sainz. "Al final es un cachondeo y no es serio para el cliente que un día los precios valgan una cosa y al siguiente otra", explica.

Las tiendas de la capital reconocen que competir con estos negocios es imposible, aunque ofrecen sus descuentos para paliar el golpe. "Las diferencias con las multinacionales son grandes, pero intentamos sumarnos en nuesta pequeña medida", comenta César Millán de Librería Las Heras. "Yo prefiero no mirar", reconoce Raquel Lorrio, de la tienda Roberto París. "Luego también hay que fijarse porque las grandes superficies te hacen un descuento de cinco euros sobre un producto de 30 y aquí uno de 200 te queda en poco más de 100", analiza la gerente del establecimiento.

Los propios clientes reconocen que buscan en internet antes que en el comercio de cercanías. "Siempre miramos en Internet porque sale más barato", reconocen un par de jóvenes que salen con bolsas de una tienda. "También miramos aquí, pero después", explican. Aunque con la situación económica actual las compras se reducen. "No podemos comprar como otros años, no se puede", comenta un caballero que pasea por El Collado.

Las tiendas de toda la vida viven un Black Friday más complicado de lo normal mientras se enfrentan a lo que define como un noviembre negro