San Felices, la pequeña Provenza soriana se tiñe de lavanda

Fernando Orte
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Los campos de cultivo de esta planta aromática alcanzan estos días su máxima floración

San Felices, la pequeña Provenza soriana se tiñe de lavanda

Es un cultivo más rentable que el cereal y estas semanas alcanza su máxima floración. Es la lavanda. En la provincia se produce cada vez en más lugares, como Medinaceli, Noviercas y Valtueña, pero el más destacado por sus dimensiones lo encontramos en San Felices. 

El matrimonio formado por Virginia Re y Damián Navascués apostó por la lavanda hace años y el resultado es un mar de color en el que florecen hasta doscientas ramas por cada planta, de las que luego extraen su esencia. Unos paisajes son cada vez más frecuentados, tanto que el año que viene tienen previsto organizar visitas guiadas”

 

San Felices, la pequeña Provenza soriana se tiñe de lavandaSan Felices, la pequeña Provenza soriana se tiñe de lavanda

A los pies del Moncayo, estos campos de lavanda convierten a San Felices en la pequeña Provenza soriana. Son 60 hectáreas, veinte de ellas combinadas con encinas truferas, que florecen gracias a un clima seco y muy ventilado.

"Es un paisaje que te engancha, que te quedas mirando como embobado, y que no te cansas de oír el zumbido de la variedad enorme de abejas, insectos...", cuenta Damián Navascués.

Una estampa que cada vez atrae a más curiosos. "En los amaneceres y anocheceres, buscando contrastes, viene gente de muy diversas partes del país a hacer fotos", asegura.

De hecho tienen previsto organizar visitas guiadas con experiencias incluidas: "coger ramos y enseñarles a secarlos para que los guarden, hacerse pequeñas bolsitas para los armarios, cosechar un ratito como antiguamente con hoz y zoqueta y llevarlo a destilar para que se lleven la esencia", entre otras propuestas.

Un ejemplo de turismo activo que complementan con un hotel de cuatro estrellas.