El prestigioso periodista colombiano Juan Carlos Iragorri, afincado en La Cuenca, es la voz en español del pódcast de The Washington Post. El analista político informaba esta misma semana desde Soria sobre el «grave ataque contra la democracia» que se ha producido en Estados Unidos, por el que Donald Trump tendrá que asumir su responsabilidad. De esta manera, «el presidente entra en los libros de Historia» y se convierte en el primero en ser objeto de un impeachment o juicio político en dos ocasiones, ya que la Cámara de Representantes ha aprobado [por 232 votos a favor y 197 en contra] la resolución que lo acusa ante el Senado de haber inducido a la insurrección a quienes entraron violentamente en el Capitolio el 6 de enero. Así que Iragorri seguirá informando puntualmente estos días desde La Cuenca sobre el juicio político a Trump y la toma de posesión del demócrata Joe Biden el próximo 20 de enero. Como gran experto y apasionado de la historia y la política americana, analiza para El Día de Soria las claves de la situación en el país más poderoso del mundo y los acontecimientos cruciales de las últimas semanas. «Todo es muy complejo pero es muy interesante», subraya desde La Cuenca.

Asalto al Capitolio

Sobre la toma del Capitolio, Iragorri apunta a dos cuestiones importantes a tener en cuenta. En primer lugar, «hubo un fallo en la vigilancia y el jefe de la Policía de Washingon, que ya no está en el cargo, dijo que cuando pidió refuerzos y ciertas autorizaciones tardaron en dárselos». Además,  los edificios públicos en Estados Unidos, como el Capitolio y la Casa Blanca, «no están excesivamente bien custodiados». Iragorri trabajó durante diez años a 300 metros de la Casa Blanca y apunta que «tiene sorprendentemente una reja muy bajita y en la avenida Pennsylvania solo hay dos coches de la Policía con tres o cuatro agentes, no más, aunque seguramente habrá servicio secreto cerca». «A la fachada de la Casa Blanca muchas veces la han disparado desde la calle y las balas se han incrustado.En ocasiones ha habido gente que ha saltado la reja y ha entrado allí. Cuando era presidente Barack Obama un señor llegó al segundo piso, donde está la residencia. Eso ha pasado», explica Iragorri.

En el Capitolio «ocurren cosas parecidas. Aunque en coche no se puede entrar hasta allí mismo». Iragorri subraya que esto se inspira en que «Estados Unidos es una democracia  transparente, a la vista del público  y «en la Casa Blanca se ha debatido muchas veces si poner un muro, como el que hay en la Moncloa, pero es difícil que vaya a ser así». Para el periodista colombiano, lo ocurrido el 6 de enero en Washington «es gravísimo» pero no es la primera vez que pasa. En 1814 (en la Guerra de 1812), los ingleses declararon otra guerra a Estados Unidos después de la Declaración de la Independencia y un grupo de ellos saquearon el Capitolio y lo incendiaron. El presidente James Madison tuvo que salir de la ciudad. En los años 50 también hubo otro suceso con disparos en el Capitolio, cuando accedieron unos anarquistas. «Fueron cosas menos graves que lo de 1814», apunta en relación a lo que tiene que ver con la seguridad.

Sobre las causas del asalto, opina que se debe al «discurso incendiario» de Trump ese mismo día por la mañana en el Mall en el que dijo «nos vamos a ir andando al Capitolio y los voy a acompañar. «Y esta gente, una serie de vándalos muy radicales, le hizo caso y se emocionó cuando llegó al Capitolio», apunta Iragorri haciendo referencia a los perfiles de las personas que están siendo detenidas estos días, como varias mujeres negacionistas y contrarias a las mascarillas anti-covid (que incluso amenazaron a compañeros de trabajo por usarlas) o muchas personas armadas, «porque allí se puede comprar un arma sin ningún problema». 

«Son gente estimulada por esa retórica incendiaria de Trump con varios ingredientes, como el supremacismo blanco, ya que piensan que los afroamericanos e inmigrantes indocumentados van a quitar el trabajo a los europeos blancos. Muchas de estas personas detestan también a los mexicanos. No debe olvidarse que el día que a poco de lanzar su campaña Trump anunció la construcción del muro, que no han terminado y que ha sido una pérdida de dinero y de tiempo», destaca el periodista. Lo «admirable» para él es que después de la salida de los asaltantes, la Cámara de Representantes se volvió a reunir y a las cuatro de la mañana certificaron el resultado del colegio electoral diciendo que el ganador de las elecciones del 3 de noviembre había sido Joe Biden. 

YTrump, tras los comicios, pidió a funcionarios de varios estados que no siguieran contando votos, pero sí lo hicieron , «lo que demuestra la fortaleza de las instituciones en Estados Unidos, cuya democracia es la más antigua del mundo. Estamos hablando de una democracia desde 1789. Nunca ha habido un dictador, como sí ha pasado en otros países». También recuerda las elecciones que ha tenido que decidir el Congreso de los Estados Unidos y las demandas que ha habido. 

El Impeachment

En cuanto al impeachment, explica que la Cámara de Representantes ya ha aprobado la resolución para la acusación de Trump ante el Senado por incitar a la insurrección de sus seguidores el pasado 6 de enero por no aceptar el resultado electoral. En este proceso la Cámara de Representantes actúa como fiscal y el Senado como juez y se decide por mayoría (67 votos sobre 100) si se acusa al presidente. «Está definido por artículos muy viejos, de hace dos siglos. Básicamente dice que un presidente puede ser sustituido por traición a la patria, sobornos u otras conductas ilegales, así de vago está redactado», explica. Pero asegura que Trump «incentivó una insurrección» y se enmarcaría dentro de lo que es traición a la patria. «Como la Cámara lo ha acusado, es la primera vez en la historia que un presidente es objeto de dos impeachment», añade. Anteriormente ha habido tres: el primero en 1868, cuando Andrew Johnson (vicepresidente de Abraham Lincoln que lo sustituyó cuando lo asesinaron) destituyó al ministro de Guerra sin autorización del Congreso y la Cámara lo acusó ante el Senado,pero no hubo mayoría de votos; a Bill Clinton en 1998 por haber mentido en repetidas ocasiones, cuando tampoco hubo mayoría; y en 2019 a Trump por abuso de poder. Habrá que esperar a lo que ocurra en el Senado, porque de eso dependerá el futuro político de Donald Trump.

Repercusión en Europa

En cuanto a la repercusión en Europa de estos hechos, «no será positivo» pero «a la gente de centro, centro-izquierda y conservadores moderados les dará miedo ver hasta donde puede llegar una retórica tan radical, extremista, racista, discriminadora, homófoba... como la de Trump». «Aunque si esto ha pasado en Estados Unidos, con la democracia más sólida del mundo, podría pasar en un país europeo, donde las democracias son más bien jóvenes, como la de España», añade. Iragorri piensa que en Europa «hay muchos tópicos» de Estados Unidos, que «es un país sofisticado» y «tiene la economía más fuerte del mundo, porque allí están las grandes empresas». «Más de la mitad de la población no quiere estar armada, son dialogantes...», incide.

Para la imagen de Estados Unidos, lo ocurrido supondrá un «deterioro» porque hay que pensar que «a veces este país da lecciones de democracia y tiene un sistema electoral y de recuento de votos que despierta muchas dudas». «Pero pasará un tiempo y volverá a tener esa imagen de democracia sólida. Creo que Biden hará cambiar las cosas», concluye.