CyL cree que no caben "más excusas y retrasos" en financiación

SPC
-

Carriedo ha lamentado que sea un tema pendiente "todos los años"

Carlos Fernández Carriedo. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo (PP), ha afirmado este jueves que ya "no caben ni más excusas ni más retrasos" para abordar la reforma del modelo de financiación autonómica, porque "la obligación" de un nuevo sistema "ya existe" al perder vigencia el actual hace 8 años.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, preguntado por las palabras de su homóloga del Gobierno central, la socialista Isabel Rodríguez, en el sentido de que antes de abordar la reforma de la financiación autonómica es necesario llegar a un acuerdo sobre el modelo fiscal en España, Carriedo ha lamentado que sea un tema pendiente "todos los años". "No es un tema pequeño", ha argumentado el portavoz y también consejero de Economía y Hacienda sobre el hecho de que la financiación autonómica es en la práctica el recurso económico para financiar las políticas públicas, que en el caso de Castilla y León no llegan a cubrir los presupuestos de los servicios esenciales de Sanidad, Educación y Servicios Sociales, con un desfase que la Junta cifra en unos 500 millones.

El portavoz ha asegurado que el propio Ministerio de Hacienda ha elogiado el documento que en enero pasado remitió la Junta de Castilla y León para abordar la reforma del modelo de financiación autonómica, por ser "el más serio y riguroso", en palabras de Carriedo. En el caso de un potencial acuerdo sobre la fiscalidad, el representante de la Junta ha rechazado que el Gobierno hable de "armonización fiscal" como "eufemismo" de "subida de impuestos" y, en este sentido, ha dicho que estaría de acuerdo en pactar una rebaja de impuestos, pero no en subirlos, como en su opinión pretende el Gobierno central.

Ha reconocido que la Junta ha tenido "poco éxito" en sus reivindicaciones para reformar el modelo de financiación autonómica y se ha remitido a los acuerdos firmados el pasado año con otras siete autonomías en Santiago de Compostela, para reivindicar un enfoque de reparto que atienda factores de extensión y dispersión territorial, así como el envejecimiento. Del mismo modo, se ha mostrado partidario de que también pesen en este reparto factores como la aportación de Castilla y León a la producción de energías renovables y a su papel como sumidero de dióxido de carbono, a través de sus masas forestales.