Hace trece años, recibí una llamada del Ayuntamiento de Soria para formar parte de un consejo asesor formado por varias personas cercanas al mundo del cine. Ahí tuve el honor de conocer a Diego Galán, crítico de cine y director, durante diez años, de la época dorada del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con el que tuve la suerte de compartir alguno de nuestros viajes a Soria. Fueron varios días de trabajo y de poner ideas en común con el fin de plantear una alternativa para el desarrollo de lo que sería la tercera etapa del Certamen de Cortos de Soria para jóvenes Realizadores.

Recuerdo con cariño su llamada telefónica mientras cenaba, en mi casa de Madrid con las personas que, en principio, se iban a encargar de realizar el festival y con los que compartía consejos y recomendaciones. Diego, desde su posición de principal asesor, me animó a hacerme cargo de la nueva etapa del Certamen.

A los pocos días en la terraza, ya desaparecida, de la UNED de Madrid, en el barrio de Lavapiés quedó sellado el compromiso para realizar lo que sería el Futuro Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria y donde Carlos Martínez depositó en mi su confianza para desarrollarlo. Mi sincero agradecimiento por ello.

Recuerdo, también, como perdí la voz ante los medios de comunicación de Soria en mi presentación como flamante director del festival, consciente de la responsabilidad que se me venía encima.

Han sido trece años de aventuras constantes, donde ha habido de todo: momentos difíciles, perdida de rumbo, vientos favorables y desfavorables y tempestades de mayor o menor calado. Pero, sobre todo, hemos compartido con vostr@s la emoción, el aprendizaje, la pasión y el conocimiento de personas, países, mundos y culturas de lo más diversas. Siempre rodeados del cine y de la diversidad cultural.

Mi agradecimiento más sincero a todas las personas que me acompañaron a lo largo de tantas travesías y que depositaron su confianza en mi persona. Y sobre todo a aquellas que me dieron la oportunidad de hacerme cargo de tan impresionante nave. Fueron valientes. Todos y todas las personas que han formado parte de la tripulación en algún momento de “el gran viaje” también lo fueron.

Trece años más tarde la situación, desgraciadamente, ha cambiado bastante. El viento empezó a soplar en contra cada vez con más fuerza. El barco ha estado a punto de hundirse en varias ocasiones. Pienso que ha llegado el momento de dar paso a nuevos tripulantes que naveguen por aguas mas tranquilas y no tengan miedo a enfrentarse a los cientos de aventuras que se adivinan en el horizonte.

No podría despedirme, sin un agradecimiento emocionado y sincero a los cientos de personas, cortometrajistas, equipos, comités, jurados, voluntari@s, festivales, asociaciones, instituciones, patrocinadores … que han contribuido, colaborado o participado de alguna forma a lo largo de estos 13 años que ha durado este maravilloso viaje, EL CERTAMEN INTERNACIONAL DE CORTOS CIUDAD DE SORIA y que han hecho posible esta larga aventura. Ha sido un verdadero honor contar con vuestra compañía.

Ha llegado el momento de arriar las velas y dejar paso a otro capitán y su tripulación, que piloten este gran buque que es EL CERTAMEN INTERNACIONAL DE CORTOS CIUDAD DE SORIA, que espero siga cruzando mares y océanos, pues quedan muchísimos mundos por descubrir y muchas aventuras a las que enfrentarse.

La tripulación de La Boca Espacio de cultura seguiremos navegando. Lo llevamos en la sangre. Espero que coincidamos en algún puerto lejano….

Somos conscientes de que el espectáculo debe de continuar. Bob Fosse, en su maravillosa película All That Jazz, de 1979 decía: Vivir es estar en la cuerda floja. Lo demás es esperar.

Y Freddy Mercury en The Show Must Go On añadía en 1991: Por dentro mi corazón se rompe y mi maquillaje se esta descascarillando, pero mi sonrisa aún está. Cualquier cosa que pase lo dejaré todo a la suerte.