Una «conversación de tarde» en la que ambos plantearon su «ilusión» por ser jurados de San Juan (como sorianos y sanjuaneros que son) llevó a José Ignacio Pérez Díez y Susana Pérez Romera a proponerse como alcaldes de La Mayor, su barrio (desde 2019 viven en el Collado), en el año 2020. Fue de «acuerdo mutuo» y tras consultarlo con el secretario, Alfredo Esteras, que «ya había sido jurado». Tras el 'sí' de quien aportaba la experiencia, dieron el paso de proponerse oficialmente en el Ayuntamiento. 

Estos dos años de espera no han sido fáciles. «El primer año fue muy triste. Teníamos la ilusión, a todo el mundo animado... y la pandemia nos golpeó a todos», recuerda el jurado. De hecho, rememoran ambos, ese año ni quisieron ir el miércoles a la plaza Mayor ni el jueves a Valonsadero con el resto de jurados. El 2021 ya tenían «asumido» que no iba a haber fiestas porque «no era el momento», pero el 2022, cuando la pandemia dio una tregua, la ilusión regresó de nuevo con la misma intensidad que el primer día para dar el paso y «seguir adelante». Porque ellos, aseguran, en «ningún momento» han dudado en retirarse. De hecho, siempre pensaron que se lograrían completar las seis cuadrillas que quedaron pendientes unos días antes del Sorteo. «Teníamos mucha fe de que se iban a completar todas porque, al final, a los que somos sorianos y sanjuaneros, te da pena pensar que tu barrio no va a tener fiestas», justifican. 

Cuentan con un equipo que no les ha dejado caer en ningún momento: «Además de los secretarios, Alfredo Esteras y Mercedes Manzo, tenemos de cuatra de confianza a mi hija mayor, que lo está dando todo. El resto de cuatros son una compañera mía de trabajo, un amigo de Nacho de la Asociación de Los Pajaritos y a unos amigos. Ayudándonos están amigos, familiares... No somos muchos pero sí muy bien avenidos y muy currantes», destaca la jurada. En total, unas 60 personas completan el equipo, que ya se puso a prueba  con el barrio durante el Catapán. «Fue muy emocionante porque es una manera de vivirlo completamente distinta. Estás dentro, lo estás viviendo... y ¡yo no me lo imaginaba así!», rememora ilusionado el jurado. «Es una experiencia que, por mucho que te la intentes imaginar, no te haces a la idea. Muy bonito», añade la jurada, para quien no obstante fue muy especial también el día de antes, el Nombramiento, cuando dio el discurso en representación de los jurados entrantes. 

De la imagen de la Cuadrilla se han encargado «entre todos». «El logotipo lo ha hecho mi cuñada, Laura, porque le hacía ilusión a ella hacerlo y a mí que lo hiciera ella», explica Susana. Las botas han sido obra «de todos», e incluso la jurada ha pintado una. El local... tenían claro que querían cambiarlo porque «llevaba ya muchos años pintado y estaba muy sucio y descascarillado». El padre de la jurada se encargó de blanquear y, a partir de ahí, ha sido una suma: «La pared del gaitero y la de la piñorra con el toro la hizo una amiga de mi hija, Cristina, ayudada por su hermana Tania. Es muy bonita. Luego la pared con las letras [que recogen la frase que la sanjuanera dedica a La Mayor] la hicimos entre todos y la completamos con los arcos de San Juan de Duero. Quedaba una pared en la que teníamos claro que queríamos algo relacionado con La Saca y Valonsadero. Un amigo del secretario, Toño Morales, vino y nos planteó algo intermedio [es un mural colorido con formas modernas con caballos y toros], y nos gusta mucho», repasa la jurada. El resto del local es un recuerdo a las peñas, y se mantienen las pinturas del ayuntamiento y el parque de La Dehesa. Además, «la tía de una compañera de trabajo» de la jurada les ha regalado varias pinturas. 

Para los dos, el día preferido es La Saca, pero el jurado añade también el Viernes de Toros.  Y hacen una porra: «Llegaránlos doce», confía optimista la jurada. El jurado lo rebaja a diez.