Ya era un casi imposible con ocho puntos en juego y a cuatro de la salvación, pero el Balonmano Soria afrontaba el inicio del partido ante el Sant Quirza demostrando que se jugaba la vida. Tras un gran parcial de 6-1, el conjunto visitante se tranquilizaba, consciente de que un resultado positivo dejaba su permanencia sellada, para llegar al descanso con un empate a 17.

En la segunda parte el castillo de naipes amarillo se venía abajo. Del 19-19 se pasaba a un 21-27 que sentenciaba el partido. Hasta el final fue una agonía lo que sufrieron los de Jordi Lluelles para acabar cayendo por 30-37. El BM Soria se agarra ahora a un resultado positivo del Zamora ante Ciudad Real para apurar sus opciones de seguir en División de Plata.