Un estreno, 30 años después

S.Almoguera
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'Las aventuras de Rebeca Nolkfort', corto de vampiros rodado en Portelrubio, por fin ha visto la luz

Un estreno, 30 años después - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

En 1992 la Asociación Artística  Menmóside emprendió, con el rodaje en las localidades de Portelrubio y Soria capital, su último proyecto de cine: Las aventuras de Rebeca Nolkfort, con guión y dirección de Isis Gayo. Pero este cortometraje rodado en super-8 y en formato mudo, «mi cámara tenía roto el sonido», comenta con sentido del humor, jamás se estrenó. Faltaba un detalle: la banda sonora. «Mi primo, David Ruiz Gayo, no podía hacerla en ese momento», relata la realizadora, y el trabajo se le fue acumulando... hasta este año. La espera de tres décadas, no obstante, ha merecido la pena, asegura Gayo. La partitura es «excelente» llena «de matices, lenguajes musicales diferentes y sutilezas» que enlazan aquellos años 90 con la actualidad y con la propia trayectoria de la agrupación Menmóside y del Grupo de Teatro Melpómene y Talía que la precedió, entre 1984 y 1990. 

Así que, por fin, el estreno de Las aventuras de Rebeca Nolkfort tuvo lugar por todo lo alto el pasado sábado 12 de noviembre en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia en el marco de la sección Soria Imagina del XXIV Certamen Internacional de Cortometrajes que organiza la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de la capital. Fue, asegura Isis Gayo, muy emocionante y, por supuesto, un hito reencontrar, 30 años después, a «nuestros Kate [Winslet] y Leonardo [DiCaprio], MJ Morales y Nicasio Martínez», comenta entre risas la artista. Ellos solían protagonizar todos los proyectos. También éste, una particular visión de la pandemia que azotaba en aquellos años, el sida, y de los estragos de la heroína, que Menmóside tenía mucho interés en ambientar en un pueblo y con «vampiros gorditos» nada del estereotipo romántico decimonónico, señala con sentido del humor Gayo.

Por su temática, en consonancia con el cine de terror al que está dedicado este año el Festival Ciudad de Soria, por la actualidad de (otra) pandemia, el estreno durante su celebración, asegura la realizadora, encajaba perfectamente. Pero también confluían vínculos sentimentales. «El corto está rodado en la casa de la abuela de Yolanda Benito [coordinadora del Certamen]», destaca. «Ella se acordó y me dijo que por qué no estrenaba el corto», relata. Su primo compuso y editó la banda sonora en tiempo récord: tres semanas. Para su presentación, el negativo ha sido restaurado y digitalizado en el laboratorio malagueño RetroLab, que ha dado un aspecto más luminoso al copión original. 

tiempos creativos. Isis Gayo recuerda aquellos años de Menmóside, Melpómene y Talía con una gran sonrisa y brillo en los ojos. «Era una época muy divertida. Nos acostumbramos a hacer cosas. Hacer cosas es tener voluntad de hacerlas», insiste esta artista que tras actuar, escribir y dirigir teatro y cine, también realizó cortometrajes, y derivó después profesionalmente hacia de gestión cultural, de diseño gráfico y la pintura. Las aventuras de Rebeca Nolkfort, junto a otros tres cortos (La alergia, Insidia y El compás), fue fruto de esa efervescencia creativa. «Jesús Lozano trajo una cámara super-8 y unos rollos de película caducada. En cinco minutos en el [discobar] Estructuras nos decidimos a lanzarnos a rodar un corto en los antiguos trenes del Cañuelo», recuerda. Después, ella misma pidió a su familia como regalo de fin de Bachiller, una cámara super-8. «Todo era supercasero», apunta. Y, dado que el material debía enviarse a Alemania para su positivado y no contaban con mucho material por su elevado precio, no había mucho margen para el error. «Íbamos a una sola toma», explica. No quedaba más remedio que planificar bien. Gracias a la experiencia teatral de Melpómene y Talía, también cuidaban mucho la escenografía y el vestuario. «Estábamos acostumbrados a recrear historias con profundidad», apunta.

Juan de la Villa (a quien está dedicado el corto), Juan Luis Lenguas, propietario del mítico Real 33 (en el que se filmó un epílogo con Rebeca ya vampirizada que se eliminó del montaje definitivo), Begoña Baena, Óscar Dulce, Toño Morales, Teresa Plaza... Fueron claves en esos tiempos de cine y amistad quizá «más libres a la hora de narrar», rememora, pero que ahora vuelven con este estreno.