Recuerdo cuando iba al colegio y alguno de mis compañeros hacía alguna gamberrada (que el cura entendiera como tal) y no confesaba ‘voluntariamente’ su conducta inapropiada. Era habitual que nos castigaran a todos. Era preferible para ellos que el culpable pagara aunque fuera al precio de castigar a todos. Muy mal hecho, porque no todos habíamos sido iguales.  Viene esto a colación porque estoy un poco harto de oir a la gente que todos los políticos son iguales. Lo oigo sobre todo por el desconcierto y descoordinación de sus actuaciones en el tema de la lucha contra la pandemia. Y es que lo que vale en Madrid no vale para la vecina Segovia. Y lo que vale en Soria no vale para su vecina La Rioja. Y esto es un cachondeo.
Y se me ocurre que algunos quieren (y lo hacen) aprovecharse de estos ríos revueltos que nos han tocado atravesar para sacar su réditos políticos. Pero no todos. Hay muchos políticos responsables que hacen sus deberes. Y otros que no, y todos sabemos quién trae los deberes hechos y quién no.  Así que no me vale castigar a toda la clase. Estoy completamente seguro que esto no pasaría si hubiera una buena coordinación de competencias. Si las Comunidades Autónomas tuvieran visión de estado y no unas miras nacionalistas pueblerinas. Pero está visto que esta coordinación debe venir por la vía de la Ley y no esperar responsabilidad de quienes no  la tienen.  Apunto aquí a un problema no resuelto por nuestra Constitución ni sus leyes posteriores. Debería estar muy claro cómo es la coordinación ante situaciones como la que estamos viviendo, en la que el único objetivo debe ser el bienestar de los ciudadanos. Alemania que es un estado federal lo hace, y su territorio patrio no parece un gallinero alborotado. En procurar el bienestar de la población no existen copyrights, así que pueden copiar Sres. padres de la patria.