El nuevo pliego para el hotel Valonsadero, a falta de remates

S.Almoguera
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Otros proyectos en activo ralentizan su culminación, pero el Consistorio cree que estará listo en breve

El nuevo pliego para el hotel Valonsadero, a falta de remates - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

No hay fecha aún, pero el borrador del nuevo pliego que marcará las bases para la concesión administrativa del hotel Valonsadero está «sobre la mesa» del despacho de Alcaldía esperando una última revisión. El volumen de trabajo en cuanto a obras en ejecución y nuevos proyectos para los que se busca financiación europea están retrasando su visto bueno, pero el Consistorio soriano no cree que falte mucho para que pueda presentarse ante los grupos de la oposición en comisión informativa, tal como recalcó el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez Mínguez, durante el pleno del Estado del Municipio.

Con el problema del saneamiento como principal reto del futuro nuevo adjudicatario (el edificio actual cuenta con una fosa séptica), aún queda por determinar cuál será el período de explotación del recurso hostelero. Los primeros borradores marcaban una horquilla de entre 20 y 25 años. El propio regidor de la ciudad declaró hace unos meses que la idea era auspiciar una operación similar a la del Kiosco Alameda, el restaurante del Alto de la Dehesa o el bar del Soto Playa con la que el empresario que finalmente obtenga la concesión pueda equilibrar la amortización de la fuerte inversión económica desembolsada para la mejora de las instalaciones con los años de explotación de las instalaciones.

El hotel restaurante Valonsadero cerró sus puertas hace ya seis años  (el Grupo Municipal Popular ha denunciado en alguna ocasión el vandalismo y el mal estado de conservación que presenta el edificio actualmente) tras alegar su adjudicatario falta de rentabilidad. Y, en este sentido, los borradores del pliego que han trascendido hasta la fecha trataban de compensar las limitaciones urbanísticas del espacio en el que se encuentra el edificio (el PGOU impide ampliar el inmueble construido) con posibles soluciones como carpas o instalaciones auxiliares no fijas de otro tipo que permitieran mejorar la rendimiento económico del adjudicatario. A este respecto, una de las ideas que también se barajaban inicialmente era crear un pliego abierto y flexible que, en función del proyecto de gestión del empresario, pudiera habilitarse sólo como restaurante, manteniendo la parte de alojamiento o reduciendo el número de habitaciones actuales (un total de 12) en favor de la zona de restauración. 

también balneario. En el año 2019 se barajó la posibilidad de que el espacio se reconvirtiese en hotel balneario y aunque la idea se desechó, después se trató de encajar la infraestructura como alojamiento para congresos. Las ideas no han faltado a lo largo de estos años de cierre para conseguir relanzar de nuevo estas instalaciones enclavadas en un emblemático paisaje y con los abrigos de pinturas rupestres que como sus principales reclamos. 

No obstante, es muy posible que sea necesaria una fuerte inversión económica no sólo para la puesta a punto del edificio después de tantos años sin uso, sino también para crear un nuevo espacio singular atractivo para potenciales clientes. La esperanza de que este recurso turístico de titularidad municipal pueda despertar interés entre empresarios del sector ha quedado demostrado estos últimos años con las visitas al inmueble que han realizado algunos de ellos. Aún así, el primer paso deberá ser la aprobación del pliego para su concesión administrativa y, una vez cumplido este trámite, el inicio del proceso de adjudicación. 

Una vez resuelto ésta, tendrá que llevarse a cabo las mejoras de adecuación de la infraestructura turística. Falta tiempo aún, por tanto, para que el hotel restaurante Valonsadero vuelva a estar en activo. 

El anterior acuerdo de adjudicación estaba vigente hasta el 2021, pero con la renuncia del adjudicatario se formalizó la rescisión del contrato en octubre de 2017, meses después de que las instalaciones cerraran sus puertas alegando falta de rentabilidad económica.