Un mes después volvía el fútbol a Los Pajaritos con un partido de alto voltaje entre el Numancia y el Espanyol B, dos de los candidatos al ascenso a Primera RFEF. Era también el encuentro que abría la segunda vuelta en el que por primera vez los rojillos afrontaban esa zona helada del campo en el área que defendía Isma Gil en la primera mitad.
No tuvo el portero del cuadro soriano demasiado trabajo durante el primer cuarto de hora. Diego Martínez apostaba por sus dos fichajes de ataque Carrillo y Lupu, un claro mensaje de la necesidad de sumar goles. El delantero rumano estuvo a punto de darle la razón, pero tras fajarse de la defensa disparaba fuera con todo a favor para adelantar a los locales. Una ocasión inmejorable.
Aunque el Numancia dominaba, no lograba dar ese último pase o disparo que marca la diferencia. Las mejores noticias al término de los primeros 45 minutos eran que el balón era de propiedad soriana y que Carrillo era el jugador por el que pasaba todo el peligro en el ataque local. Prometedor.
Sin cambios se iniciaba una segunda parte que a los dos minutos daba el primer susto a la afición numantina. Solo la pierna de Óscar de Frutos evitaba el gol de Jofre en la primera ocasión clara del Espanyol B en el partido.
Diego Martínez veía como su equipo sufría para llegar al área helada en los primeros minutos y al cuarto de hora tomaba la decisión de un doble cambio en las bandas. Ballarín y Diego Suárez sustituían a Agüero y Juampa Barros. Con los extremos frescos volvía la profundidad y Lupu remataba a portería tras un centro de banda derecha, aunque demasiado centrado.
No tuvo que pasar demasiado tiempo para ver que el entrenador había acertado. El el minuto 68 Ballarín enviaba un gran pase entre líneas y Lupu le correspondía definiendo en el mano a mano con tranquilidad para adelantar al Numancia.
Se crecían los locales y el propio delantero perdonaba con todo a favor un minuto después mandando fuera un cabezazo tras un gran centro de Carrillo. El público se divertía ante las constantes llegadas de los suyos y solo el área helada evitaba el segundo en un cuarto de hora de puro fútbol en Soria.
Llegando a la zona roja el Numancia repelía los intentos del Espanyol B por empatar mientras se alcanzaba el minuto 90. Mención aparte el derroche físico de un Lupu que daba aire a los suyos cada vez que recogía el balón en zona de ataque.
Con el pitido final el Numancia sumaba tres puntos vitales para seguir en la lucha por el liderato, se mostraba superior a un rival directo y dejaba una gran imagen en Los Pajaritos. El 2022 empieza bien.