La última maratón de Dani Mateo data de los Juegos Olímpicos de Tokio. En la cita por excelencia del atletismo el adnamantino terminaba vigésimoprimero, aunque con la sensación de haber podido hacer algo más. Ahora se enfrenta una vez más a los poco más de 42 kilómetros de la prueba en el Zúrich Maratón de Sevilla del domingo buscando la mínima para el Campeonato de Europa de Múnich y recuperando unas sensaciones perdidas en el verano.

Llega la hora de la vedad, ¿cómo llega a la maratón de Sevilla?

Llego en forma, en un buen momento tras recuperarme de los Juegos Olímpicos. Costó un poco recuperar la confianza y las buenas sensaciones han vuelto.Cada día ha ido bien, sin contratiempos, y llego a la cita con muchas ganas.

¿Por qué esas diferencias con la anterior preparación?

No se puede explicar. Cada maratón es distinta y cada preparación también. Influye el clima, el cansancio o cualquier detalle. Es complicado saber por qué se diferencian las semanas previas.

¿Ha cambiado algo la preparación para recuperar esas sensaciones?

No hemos cambiado nada, la estructura es la misma. Si algo va bien no hay que cambiarlo. Es posible que en verano se diesen una serie de circunstancias que hicieron que las cosas no fuesen iguales. Estaba la situación del covid o la importancias de una cita como eran los Juegos Olímpicos.

Para esas buenas sensaciones, ¿influye que se haya encontrado bien desde el primer día?

No se trata de un día u otro. En esta ocasión es simplemente sacar adelante cada entrenamiento. Hay muchas variables, pero las cosas van saliendo sin prisas y en esta ocasión todo se ha desarrollado con mucha normalidad.

Cuando acabaron los Juegos Olímpicos, ¿hubo que plantearse algo tras las malas sensaciones?

Cuando acabaron los Juegos simplemente nos centramos en volver, en ir poco a poco cogiendo dinámicas para afrontar una nueva maratón. No fue necesario tener que hablar ni analizar nada.

Hasta Tokio parecía que todo iba rodado, ¿qué pensó cuando notó ese cambio en los Juegos?

Quedé en el puesto 21. Podía haber quedado el 60 o pararme, que era lo que pedía el día. A nivel personal la preparación me supuso una fatiga y las circunstancias vienen por ahí, porque estoy un poco descontento, pero el resultado fue bueno. Lo que pasa es que con la dinámica que llevo, quería más.

La mínima para estar en el Europeo es de dos horas y 13 minutos, parece factible.

A excepción de la maratón de los Juegos Olímpicos, en el resto he ido siempre por debajo de ese tiempo. Pero esto es una maratón, hay que correr. Cualquier pequeño detalle en una carrera de este tipo lo cambia todo. Aunque parece factible hay que tener paciencia e intentar hacer las cosas bien.

¿Por qué ha elegido Sevilla para afrontar esa mínima?

Sevilla y Valencia son las dos maratones más rápidas de España. Sevilla quizás un poco más porque es más llana. En cambio, en Valencia hay más presupuesto y atletas. Las dos tienen cosas muy positivas, pero esta vez toca Sevilla. 

¿Tiene ya una estrategia para lograr la marca que quiere?

La carrera está planteada para in en grupo el mayor tiempo posible. A partir de ahí dependerá de cómo me encuentre. Una vez que las fuerzas comiencen a fallar tocará tirar con todo lo que pueda.

Su mejor marca fue en Valencia con dos horas, ocho minutos y 22 segundos, ¿es posible superar esa tiempo en Sevilla?

Todo lo que sea lograr marca personal sería maravilloso y ese es el planteamiento que me marco para la carrera. Con paciencia y seguro de correr lo mejor posible.

En Valencia no ocultó la opción de hacer récord de España, ¿aquí han cambiado las cosas?

Siempre hay opciones, pero no tiene que ver con la obsesión que podía haber en Valencia. Desde que empecé con esta distancia yo quería estar también en un Europeo. Es lo que me queda y ahora solo pienso en poder estar en Munich para conseguirlo.

La vida de un maratoniano es muy diferente al que compite normalmente en pista. 

La vida corriendo maratones es distinta. Siempre basas tus objetivos a una fecha, a un momento determinado. Antes corres varias cosas, pruebas de diferentes distancias. Aquí es todo a un día y si no lo consigues todo se va al traste.

¿Se pierde motivación tras participar en unos Juegos Olímpicos?

Todo lo contrario, se gana motivación. Cada día hay que buscar ser mejor y dar un poco más. Los Juegos fueron una parte, pero desde mi debut pensaba en cosas como el Europeo, y en ello estamos.

¿Hay más presión por estar en el foco mediático tras Tokio?

La vida sigue igual, hay que entrenar todos los días, lidiar con las cosas que vengan, tanto buenas como malas. Hay que seguir. Yo corro por mí y para mí, para lograr lo que me he propuesto. Todo mi entorno está orgulloso y siempre repito que yo me pongo el dorsal, pero que hay gente detrás que me ayuda. Estoy en un momento excepcional y me siento muy bien con lo que hago.

También es año de Mundial. Que elija Europeo da a entender que busca algo más que una buena participación.

Yo planteo Campeonato de Europa porque si vemos al nivel que tenía en 2018, indicaba que podía estar muy adelante. Pero no hay que hablar antes de tiempo, lo primero es conseguir la mínima. 

¿Esas buenas sensaciones se las transmite Enrique Pascual Oliva?

Hablamos poco de todo eso. Solo nos preocupamos de que las cosas salgan cada día. Son más aspectos técnicos o detalles de una jornada en concreto. No va más allá ni mira de cara al largo plazo. Estamos todos los días juntos, eso es lo que en realidad cuenta y lo que también ambos valoramos.

Lleva hasta ahora cuatro maratones, ¿su techo en cuanto a tiempos y competitividad en maratón queda todavía lejos?

Creo que queda mucha mejora, hay mucho que evolucionar. Antes lo decía, cada preparación es distinta y nunca se sabe lo que puede ocurrir. Ya veremos.

¿Correr el Campeonato de Europa es pensar en poder lograr una medalla internacional?

Yo quiero correr el Europeo porque solo pienso en la medalla. Luego a lo mejor quedo el 15º y la prensa me pone a parir, que os gustan mucho los titulares. Si pienso en quedar entre los 10 primeros a lo mejor termino el duodécimo. Si corro maratón es para ser ambicioso. Luego hay muchos matices, mucho atleta nacionalizado y gente que ha evolucionado. Eso solo se sabrá cuando pasen los 42 kilómetros.