El Club de Tenis de Mesa Soriano se abona al sufrimiento

S. Recio
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Con solo una victoria en la primera vuelta, centran ahora sus esfuerzos en la mejora y potenciación de la cantera mientras se aferra a la tercera categoría

El Club de Tenis de Mesa Soriano se abona al sufrimiento - Foto: E.G.M

La pasada temporada se puede definir como la mejor en la corta trayectoria del Club Tenis de Mesa del Soriano. Lograban la permanencia en la tercera categoría de este deporte en España de manera holgada. «Conseguimos terminar a mitad de tabla, fue un gran año», reconoce Javier Ortega, jugador y máximo representante de la entidad.

También el 2022 supuso un punto de inflexión en su modelo de entrenamiento. Como consecuencia de la guerra de Ucrania, Yanina Kokunina, entrenadora internacional en el país, se ponía a los mandos del equipo. «Nos ha dado una forma distinta de ver y trabajar el tenis de mesa», asegura el propio Ortega. El paso del tiempo solo podía ser favorable para ellos.

Ahora, en la que debía ser la temporada de la consolidación a nivel deportivo, el equipo marcha colista al término de la primera vuelta de la Tercera División. No son los números esperados, pero en el club se mantiene la fe en que solo debe pasar el tiempo para ver florecer un trabajo que están convencidos que va en el buen camino.

Transición. El Club Tenis de Mesa Soriano iniciaba su cuarta temporada con el objetivo de consolidarse entre los mejores equipos de Castilla y León. Las bases ya estaban claras, pero a nivel competitivo tan solo se ha cosechado una victoria por cinco derrotas. «Es curioso que ahora que trabajamos más y mejor, los resultados no están siendo como esperábamos», asume Javier Ortega. 

Con un grupo muy corto de jugadores en el primer equipo, la marcha de un hombre tan importante como Jorge Laorden ha bajado la calidad competitiva. «Al final en estos partidos tenemos dos o tres jugadores que vamos cambiando, la marcha de uno de ellos unida a que en muchos casos no podemos viajar todos, hace que el nivel baje», detalla el jugador.

Un descenso dolería «en el orgullo», pero son conscientes de que el trabajo lleva otro camino. «Los jugadores de más edad tienen una forma de jugar difícil de cambiar a pesar de contar con una entrenadora de nivel internacional», explica. «Por ese motivo el trabajo de base es hacia donde debemos enfocar la mayoría de nuestros esfuerzos», predice. Con una escuela de 25 niños, el futuro pinta bien.

La base. Yanina Kokunina ha entrenado a la selección de Ucrania de Tenis de Mesa y ha competido ocho años en la máxima categoría de este deporte en España. Una trayectoria que ahora pone al servicio del club soriano. «Los niños aprenden desde el principio un modelo de entrenamiento que dará resultado en el futuro», vuelve a contar Javier Ortega.

Hay mucho que mejorar. «La técnica es muy importante y hay cosas que hemos tenido que cambiar radicalmente», reconoce. La visión de una profesional ha hecho que los más pequeños cuenten con un modelo de tecnificación. «Entrenamos más y mejor, son precisamente los menores de 15 años los que pueden dar un salto de calidad al equipo», manifiesta.

Por el momento esta temporada debe servir para seguir con un trabajo que este año no verá sus frutos, seguramente el siguiente tampoco, pero solo a través de la perseverancia, el Club Tenis de Mesa conseguirá a largo plazo hacerse un nombre en España.