La Fundación Pedro Navalpotro nació en Almazán en 2006 de la mano del empresario que le dio nombre y su mujer, Carmen Beltrán. Los proyectos comenzaron a surgir a partir de 2008 y desde entonces han colaborado con numerosas ONGs ya que no cuentan con financiación institucional o pública para llevar a cabo proyectos de gran magnitud de forma independiente. «Todos los recursos con los que contamos son los fondos propios de los fundadores y de Distribuciones Navalpotro», dedicada a la distribución al por mayor de bebidas, explica Sergio Romero, de la fundación.
«Sin ánimo de lucro y de forma benéfica, realizamos actividades sociales, culturales, de formación, de cooperación, difusión, divulgación… todas relacionadas con el agua, que pretenden concienciar sobre la necesidad de protegerlo como recurso imprescindible», aclara. La Fundación viene desarrollando proyectos de cooperación internacional con organizaciones como UNICEF, en escuelas, centros de salud y comunidades donde, además, realizan campañas de sensibilización y promoción de la higiene y buenas prácticas. «Colaboramos económicamente en proyectos de agua y saneamiento y ellos se encargan de proporcionar letrinas, canalizaciones, pozos... cerca de las escuelas, en Guinea-Bisáu, y desde hace unos años, también en Níger.
cooperación. En ciernes se encuentran cuatro proyectos. Uno de ellos, junto con Tierra Sin Males, de Soria, se centrará en la construcción de un pozo de agua en Bintan, aldea de Guinea-Bisáu. Con Cultivant Vida, ubicada en Barcelona, actuarán en Gambia. Se financiarán los pozos y la ONG «buscará pueblos o aldeas donde el agua es un recurso muy escaso y, tras construir el pozo, ellos se encargarán de crear huertos al lado. De esta manera conseguimos que, además de tener agua para el consumo, puedan obtener alimentos». Además, con las Religiosas Pureza de María, llevarán agua a una escuela interna en el Congo y «con Manos Unidas desarrollaremos el acceso al agua potable para un centro de salud en el Congo», explica Sergio Romero. La formación de líderes comunitarios, como profesores o personal de salud, en países del Tercer Mundo, es otra de sus tareas.
Pedro Navalpotro nació en Miño de Medinaceli, aunque creció en Almazán. Por ello, su fundación colabora con asociaciones y ONGs de Soria como Alzheimer, Parkinson o Asamis. En la capital llevan a cabo charlas y actividades con los más pequeños para que aprendan a hacer un buen uso del agua. «Todos los años convocamos un concurso de dibujo para los colegios de Almazán y Soria, con objeto de que los niños indaguen en la problemática del agua y lo plasmen en sus creaciones».
Una de las primeras iniciativas con centros escolares de Soria fue la colaboración con Cruz Roja en la exposición itinerante Moviéndonos por el agua a base de paneles expositivos donde se explicaba cómo hacer un buen uso del agua o como Cruz Roja emplea el agua en situaciones de emergencias. La muestra Los colores del agua ofreció un recorrido a través de los colores donde, de forma práctica, se concienciaba a los escolares de aquella zona sobre la importancia del agua.
Entre obras de teatro, exposiciones y concursos, la Fundación ha llegado a más de 19.000 niños. Y seguirán haciéndolo, ya que el centro cultural Tirso de Molina de la localidad adnamantina, acogerá del 4 al 18 de febrero la exposición de los dibujos del último concurso de 2019.