Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Como cualquiera de nosotros

18/02/2022

Me costaba entender porqué ha tenido tanto éxito la ultraderecha en las elecciones de la Junta de Castilla y León. No acababa de comprender el crecimiento exponencial de los adeptos al partido del odio en todo el territorio español. Ahora lo entiendo. Perfectamente. La respuesta me ha saltado en la cara en forma de comentarios en redes sociales y en forma de titulares en los medios de comunicación. Multitud de ciudadanos y políticos sorianos han vomitado lo más grande sobre el centro de acogida de refugiados que el Gobierno quiere construir en Soria con capacidad para 200 beneficiarios y 40 puestos de trabajo. Estoy en shock. No voy a reproducir ninguna de esas perlas del tamaño de melones que salpican las cuentas de unos y otros porque me da vergüenza ajena el racismo y la xenofobia que se desprende y porque me niego a darles notoriedad a quienes demuestran su bajeza. Es sorprendente que el domingo la ciudadanía vote masivamente a la Soria ¡Ya! porque se considera discriminada y maltratada y dos días después discrimine y maltrate a un colectivo de personas que buscan refugio fuera de sus fronteras. Los refugiados son aquellos que solicitan seguridad en países ajenos porque son perseguidos. Porque sus vidas están en peligro. Huyen de conflictos armados o de situaciones de violencia por persecuciones de muchos tipos: por su orientación sexual, étnicas, de género, religiosas. Además de un racismo y una xenofobia desbocados que jamás hubiera pensado pudieran tener espacio en el alma y las mentes de mis paisanos, muestran una falta de formación y cultura supina. Hay que leer. La lectura es el antídoto del fanatismo y del fascismo. Los refugiados no son delincuentes. Lean, señores, lean.

Si me ha causado sorpresa el goteo incesante de esos oprobios llenos de odio, intransigencia y fanatismo, aún más chirriante me ha parecido que el PP salga el martes pidiendo un albergue municipal y el miércoles exigiendo explicaciones por la alarma social que ha generado el anuncio del centro de acogida de refugiados. Ahí están, poniéndose la capa de salvadores de los ciudadanos cuando en realidad les utilizan como estrategia de oposición avivando la llama del odio más repugnante. Señores del PP, en política no vale todo. ¿Dónde está la humanidad, la sensibilidad, la filantropía que se presupone a los políticos que deciden gestionar nuestras vidas desde las instituciones? Si no son capaces de empatizar con personas que viven un drama de esa magnitud, ¿cómo van a empatizar con los problemas del día a día de nuestro territorio?

Aviso para ciudadanos y políticos racistas: en Soria ya hay refugiados, 435 han tramitado sus solicitudes pero ni os habéis enterado. Es lógico, porque, a pesar de sus serios problemas son seres de carne y hueso. Iba a escribir que como cualquiera de vosotros, pero no, no creo que sean como cualquiera de vosotros.