Un vigilante jurado para las estaciones eléctricas

SPC
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Iberdrola y Arbórea Intellbird presentan el robot 'Antecursor I', que se adelanta de forma autónoma a los procesos de mantenimiento de las instalaciones y mejora la eficiencia

Presentación del robot Antecursor I en la subestación zamorana de ‘El Torrao’. - Foto: J.L. Leal (Ical)

Un robot patentado y diseñado en el parque científico de la Universidad de Salamanca, y que se prueba en la subestación de «El Torrao» de Zamora antes de su implantación comercial, pretende realizar funciones, algunas de ellas similares a las de un vigilante jurado, en subestaciones marinas de producción de energía eólica de la compañía Iberdrola. Precisamente la eléctrica y la tecnológica salmantina Arbórea Intellbird, creadora del Aracnocóptero, presentaron el robot Antecursor I, un revolucionario sistema de inspección que «se adelanta de forma autónoma» a los procesos de mantenimiento de las subestaciones transformadoras. 

«Los antecursores fueron unas tropas que fueron puestas en marcha por César para ir en avanzadilla de las legiones romanas, adelantándose a problemas y eligiendo las mejores rutas para que, después, las legiones pudieran transitar sin contratiempos», explicó el director ejecutivo de Arbórea Intellbird, Carlos Bernabéu.

«El robot se adelanta a los procesos de mantenimiento de forma autónoma y toma datos de una subestación, recorriendo todos los elementos críticos y enviando la información a través de red 5G, que nos permite que llegue a su destino en tiempo real», añadió. De este modo, la información «de alta calidad digital, que integra muchos sensores del robot» llega a la torre de control de Arbórea Intellbird, en el Parque Científico de la Universidad de Salamanca, donde es procesada.

Los datos son procesados para construir un gemelo digital y detectar, medir y cuantificar anomalías gracias a las plataformas de software de la empresa salmantina. Adicionalmente, los datos son remitidos, también en tiempo real, a varios centros de decisión de Iberdrola. La red 5G permite, además, en caso de necesidad, tomar el control manual del robot, que hace su recorrido de manera autónoma en directo. El monitorizado autónomo de una subestación permite detectar fallos incipientes de forma más rápida y eficiente, lo que supone una ventaja, también en caso de que surja una emergencia que requiera monitorización inmediata.

«El hecho de tener un robot autónomo en las subestaciones nos permite reducir la carga de CO2 de todas las actividades asociadas al mantenimiento, con lo que se alinea con la estrategia de sostenibilidad de Iberdrola», anotó. En este contexto, el robot Antecursor I plantea el «nuevo desafío» de la inspección «completamente autónoma», que se apoya en plataformas de software al que pueda aplicarse inteligencia artificial.

Además, el robot está basado en una patente biomimética que imita la conducta de la gineta. «Ese depredador nocturno de nuestros encinares es capaz de moverse en completa oscuridad, sin necesidad de ver las ramas a las que salta, buscando aves. El robot hace lo mismo: no necesita ver dónde va para saber dónde está. La patente permite generar un modelo digital a partir de una nube de puntos y una reproducción digital de la subestación, que no se mueve», recalcó.