El Rönisch del Casino recobra su esplendor

Sonia Almoguera
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La carcasa del piano luce ya renovada y ahora el objetivo es que vuelva a sonar

El Rönisch del Casino recobra su esplendor

Si la historia del piano Rönisch del Casino Círculo Amistad Numancia fuese una película sería un rocambolesco e increíble 'thriller' de misteriosa desaparición, investigación detectivesca y reaparición sorpresiva. Porque la realidad supera a la ficción desde que este instrumento musical llegó a Soria desde la alemana Dresde, donde fue fabricado en el año 1880. Fue la estrella musical del momento en el conocido casino de abajo, el Círculo de la Amistad. En él se interpretaron billones de notas musicales hasta que, a finales del siglo XX, llevado a arreglar a un taller, se le perdió la pista. Tanto que el Casino se olvidó de su existencia. Muchos años después, alguien lo vio en una nave industrial ya sin uso y consiguió averiguar a quién pertenecía. En mayo de 2012, después de muchos años de ausencia, el Rönisch volvió a su casa. Los años y su errático destino, no obstante, le habían pasado factura. Ya no era el brillante y hermoso piano que fue en los años dorados de efervescencia musical de la entidad. Su delicado estado de conservación hacía necesaria una restauración y, aunque no ha podido llevarse a cabo, por falta de fondos económicos, el acondicionamiento integral que se deseaba para que volviera a sonar, el Casino sí ha hecho un lavado de cara que le ha devuelto parte de su antiguo esplendor.

Cristina Aza, del taller Flor de Lis, ha sido la responsable de esta intervención que, dado el gran peso del instrumento y las dificultades logísticas que esta circunstancia añadía a su traslado, se realizó 'in situ', en el salón Gaya Nuño del Casino en el que se encuentra desde su regreso al Casino hace ahora 10 años. Afortunadamente, insiste Aza, el Rönisch presentaba un problema «más estético que estructural». La rotura de una de sus patas (la más alejada al teclado), que se hallaba fracturada en varios pedazos, era el problema más grave y, en este sentido, los trabajos se ciñeron a ganar «estabilidad» y a consolidar la zona dañada. «No le faltaba ninguna pieza, así que fue fácil», asegura la restauradora. 

Aunque la mayor parte de la intervención se dedicó a recuperar la pintura original de este emblemático piano de finales del siglo XIX. «El color original era el negro», explica. Pero en algún momento, fue repintado de beis. No sería la única vez. «Después volvieron a pintar algunas partes de negro. Era un popurrí», confiesa Aza. 

de nuevo, negro. Al final se optó de nuevo por el color negro, dado que era el original del piano. Aunque antes fue necesario aplicar a toda la estructura de la carcasa un tratamiento previo. «Había partes de la madera que estaban levantadas», explica. No obstante, en general, el piano presentaba buenas condiciones de conservación. «Cuando se trabaja con buenos materiales, se nota», subraya la restauradora, que contó para este trabajo con la colaboración de un ayudante. La maquinaria no se tocó. «Le pondremos una chapa de metacrilato para que se pueda ver por dentro», apunta el presidente del Casino Círculo Amistad Numancia, Adolfo Sainz. «Si en un futuro conseguimos ayuda económica, se podría restaurar» para que volviese a sonar, insiste Sainz. El proceso de restauración se alargó durante una semana y, asegura Aza, ha sido un trabajo «muy bonito» haber podido añadir «una parte de mí» a la historia de una institución con tanta solera como el Casino de la capital y, en especial, a un instrumento que incluso cuenta con un exhaustivo trabajo de investigación a cargo del músico e historiador Norberto Francisco Moreno.