#FOTOGALERÍA El Almazán cae con orgullo ante el Atlético

S.Recio
-

El conjunto adnamantino vendió cara la derrota llegando a aguantar 34 minutos con empate a cero

El Almazán cae con orgullo y peleando a todo un Atlético - Foto: Eugenio Gutiérrez

Esta crónica no va a relatar un partido normal. Lo que estas líneas quieren expresar tiene más que ver en cómo un equipo no se cansó de pelear durante 90 minutos a pesar de que sus opciones siempre fueron mínimas, de cómo mostraron casta y valentía cuando todo se ponía en contra, de cómo cayeron de pie ante un gigante. Va por vosotros SD Almazán.

El partido en Los Pajaritos reunía a más de 7.000 almas y a un Atlético de Madrid que buscaba seguir adelante en su única opción de título. Lo demostraron los rojiblancos con dos largueros de Llorente y Koke antes del primer cuarto de hora. Han leído bien, el Cholo salió con todo.

Mientras el Almazán se resistía con Anto y Víctor infranqueables en el juego aéreo, Simeone se desgañitaba sabiendo que si llegaban al descanso empate a cero la cosa se podía complicar. Edipo mientras tanto peleaba solo por sacar algo positivo en ataque. Fue un córner en el minuto 23 que se quedó en nada.

Pasada la media hora se rompía la igualdad. Una gran parada de Alberto a Joao Félix, la remataba en posición milimétrica Correa para abrir el marcador. Difícil saber si era fuera de juego. Jesu Sánchez insistía a los suyos que no bajaran los brazos. Palabra de capitán. Así se llegaba al descanso.

Los primeros minutos de la segunda parte hacían frotarse los ojos a más de uno. Diego Rojas mandaba a presionar a todo el campo al Atlético de Madrid, una situación que desconcertaba a los visitantes. Edipo dejaba el primer disparo, y su posterior saque de esquina dejaba cierta incertidumbre en la zaga atlética. El público adnamantino se crecía.

En el minuto 60 el Atlético imponía la lógica. Joao Félix hacia el segundo para respiro de Simeone. El partido parecía sentenciado, pero ni con esas el Almazán dejo de pelear por cada pelota. A base de centros al área intentaban inquietar a un Oblak que por desgracia apenas tuvo que intervenir.

El partido terminaba, el Atlético de marchaba tranquilo al parón por el Mundial y el Almazán caía peleando, tal como había hecho cada segundo. Una villa de 5.000 habitantes está orgullosa y todo un país ha visto en qué consiste la resistencia adnamantina.

ARCHIVADO EN: Almazán