España cierra 2022 con los mejores datos de producción eólica y solar fotovoltaica de su historia, según reflejan las previsiones de cierre de Red Eléctrica, empresa encargada del transporte y la operación de electricidad en nuestro país. En concreto, se prevé que la fuerza del viento termine el año superando los 61.000 GWh, un 1% más que en 2021; y que las placas fotovoltaicas generen un 33% más que en el pasado ejercicio y se conviertan en la cuarta tecnología del mix español con cerca de 28.000 GWh.

Estas previsiones, basadas en datos preliminares a 20 de diciembre, son los frutos del proceso de transición ecológica en el que está inmerso nuestro país desde 2018 y gracias al cual se han puesto en servicio más de 20 nuevos GW renovables, principalmente eólicos y solares fotovoltaicos. Solo en 2022, se han sumado 1,2 GW eólicos y 3,4 GW fotovoltaicos.

«Esta evolución de la eólica y la fotovoltaica refuerzan la posición de España como motor renovable de la Unión Europea. El camino de la transición ecológica es la única vía posible para una unión 'eléctrica' fuerte y autónoma», explica Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, empresa matriz de Red Eléctrica.

Las energías renovables representarían el 42,1% de la producción eléctrica de 2022, un año marcado por la falta de lluvias y, en consecuencia, un importante descenso de la producción hidráulica. De hecho, esta tecnología ha generado un 39,7% menos que en 2021 y se ha desplazado a la sexta posición de la estructura de generación.

Así, las estimaciones prevén que la eólica cerrará el año siendo la primera tecnología renovable. En concreto, podría suponer casi el 22,1% de todo el mix de generación, por detrás del ciclo combinando (24,8%) y por delante de la nuclear (20,2%). Los datos apuntan que la producción total de energía eléctrica en España podría superar los 276.000 GWh, un 6,5% más que en 2021. Por su parte, se estima que la demanda de electricidad será un 3% inferior a la del 2021.

Castilla-La Mancha, un bastión fotovoltaico

La apuesta de Castilla-La Mancha por la transición ecológica es clara: la instalación de nueva generación renovable, principalmente de eólica y de solar fotovoltaica, ha propiciado que en los primeros nueve meses de este 2022, el sol ya haya producido más energía con fotovoltaica en la región que en cualquier otro año, haciendo que la región vaya a cerrar 2022 como el mejor año de su historia en términos de producción fotovoltaica.

A 30 de septiembre de este año, la región había producido casi 5.000 GWh con esta tecnología, un 68% más que en el mismo periodo de 2021. La fotovoltaica de origen castellanomanchego representó casi una cuarta parte del total nacional generado con esta tecnología.

La eólica, por su parte, experimentó de enero a septiembre un aumento de su producción del 4,7% respecto a los primeros nueve meses de 2021, y se convirtió en la tecnología líder de la estructura de la generación regional, al producir casi un 30% de la electricidad del total; seguida de la central nuclear (28,9%) y por la solar fotovoltaica (26,1%).

En conjunto, las renovables produjeron en la región en estos primeros nueve meses de 2022 casi 12.000 GWh (una séptima parte del total a nivel nacional), y fueron responsables de casi el 63% del mix de la comunidad.

Estos buenos datos demuestran que Castilla-La Mancha ha lanzado un órdago sobre la tecnología solar fotovoltaica con la instalación de casi 3.000 nuevos MW de solar fotovoltaica desde 2018, multiplicando por tres su capacidad de producción a partir del sol, hasta convirtiéndose, con 3.732 MW fotovoltaicos, en la tercera comunidad que más energía fotovoltaica puede producir, solo superada por Andalucía y Extremadura.

En la actualidad, el 80% del parque de generación castellanomanchego es renovable, una cuota que solo supera Castilla y León (96% del total) y que está muy por encima del dato del conjunto del país, que es del 58%.