Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


De fracaso en fracaso

22/07/2022

El Comité Federal del PSOE que se celebra el sábado llegará a su reunión con una buena parte del trabajo ya hecha, una vez que se conocen los nombres de quienes van a ocupar los principales puestos de dirección y portavocía tanto en el partido como en el Congreso, de tal forma que el eje La Moncloa-Ferraz-Congreso tendrá una mayor cohesión y un mensaje más potente para afrontar el nuevo ciclo electoral que comienza en las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo, con la intención de conjurar la sensación –apoyada en sondeos- de que se avecina un cambio de ciclo que llevará al PP al copo del poder.  

Se ha comprobado que, al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no se le mueve una ceja cuando se trata de despedir a quienes han sido sus mayores apoyos tanto en las travesías del desierto que ha transitado como en el Gobierno. Del mismo modo no le duelen prendas al recuperar para su proyecto a quienes se opusieron a él. Rescató a Óscar López y Antonio Hernando, que le traicionaron cuando fue el adalid del 'no es no' a Mariano Rajoy y los llevó a La Moncloa. Con Patxi López, que se opuso a él en las primarias por la secretaria general y en el debate le preguntó aquello de "Pedro, ¿tú sabes lo que es una nación?, tras un periodo de ostracismo ha ido contando más con él hasta el punto de nombrarle el portavoz parlamentario, una figura reconocible de los socialistas "históricos", con amplio currículo partidario e institucional.

 Los otros nombramientos propuestos por Sánchez para la aprobación de sus compañeros también cuentan con pedigrí de gestión y conocimiento del partido. La ministra de Hacienda, maría Jesús Montero, ocupará el puesto de vicesecretaria general de Adriana Lastra y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, será la portavoz del PSOE, en sustitución de Felipe Sicilia, víctima colateral de la dimisión -¿forzada? de Lastra, que le puso en el cargo. Sobrevive Santos Cerdán, secretario de organización y némesis de Lastra en Ferraz.  Cambios que se interpretan como el reconocimiento de que el 40º Congreso celebrado en Valencia fue un fracaso en cuanto a la configuración de la dirección del PSOE, por lo que Sánchez se ha visto obligado a introducir cambios que permitan un mayor empuje de cara al ciclo electoral y a publicitar mejor la acción reformista del gobierno, con el punto de inflexión de la creación de un reducido comité de dirección –nueve miembros-, paralelo a la Ejecutiva del partido.  

La dimisión de Lastra abría un periodo de interinidad, que Pedro Sánchez ha cerrado con rapidez, en apenas seis días, tirando de banquillo acreditado en el PSOE. La cuestión es si la proyección internacional del jefe del Ejecutivo –éxito de la cumbre de la OTAN, si su intervención en del debate sobre el estado de la Nación- giro a la izquierda- y acabar con las luchas internas en el seno de Ferraz y los nuevos nombramientos revitalizarán las posibilidades de los socialistas.   

Si Sánchez ha dado una vuelta al PSOE para preparar el nuevo ciclo electoral ahora le quedaría hacer lo mismo con el Gobierno. Esa bala de plata parece que quedaría para más adelante, quizá para la vuelta del verano. Sería reconocer otro fiasco, pero quizá pretende que se haga bueno lo de ir de fracaso en fracaso hasta la victoria final.