El castor europeo regresa a las aguas del Duero soriano

A.I.P.
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El fotógrafo Valentín Guisande localiza un ejemplar joven del roedor en la ribera del río Duero, sin presencia en aguas sorianas desde 1850

El castor europeo regresa a las aguas del Duero soriano - Foto: Valentín Guisande

Ni rastro de castor europeo (castor fiber) en las aguas del río Duero a su paso por Soria desde 1850. Así figura en una reseña de 2015 del blog de la Amigos de los Mamíferos, de los Anfibios y de los Reptiles (AMAR) de Soria. Sin embargo, hace unas semanas, las cámaras de fototrampeo instaladas por Valentín Guisande constataron los indicios de que el roedor, incluido como en la categoría de 'vulnerable' en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, ha regresado a las aguas del Duero. Las imágenes proporcionadas por el fotógrafo de naturaleza soriano confirman que en distintos días (29 de noviembre, 15 y 17 de diciembre, y 5 de enero), al menos, un ejemplar joven de castor europeo habita en el río a su paso por la ciudad. «A mediados de noviembre, paseando por el río, vi troncos cortados como lapiceros, que es la forma que tiene el castor de roer, y también otros más gruesos roídos», relata. A partir de ese momento, Guisande colocó las cámaras y consiguió fotografías y vídeos del castor europeo, tanto mordiendo un tronco grande [imágenes superiores de esta página] como entrando y saliendo al río [fotografías de la página anterior], para lo que dispuso un aparato a dos metros del suelo apuntando hacia la orilla.

«He visto que el animal está dos o tres días y desaparece una semana; luego vuelve. Creo que es un ejemplar joven que se ha asentado en el Duero. Puede haber más o no», señala el fotógrafo. Valentín Guisande recuerda que en 2005 un grupo de ecologistas soltaron 18 ejemplares de castor europeo en el Ebro, en las zona de Navarra y La Rioja. Tal y como recoge la misma reseña del blog de AMAR, la reintroducción de la especie desató la polémica sobre la conveniencia del regreso de estos mamíferos a la Península Ibérica y también que fueron capturados y sacrificados en años posteriores. Los ecologistas defienden que los castores representan beneficios para la biodiversidad en aquellos lugares donde se encuentran y que las represas que crean en los ríos favorecen la eliminación de residuos, pesticidas y filtración de la aguas, aunque la vegetación maderable se vea afectada.

Guisande menciona, asimismo, que AMAR maneja información sobra la aparición del cadáver de un castor europeo, hace seis o siete años, en la Dehesa de Almarza, cerca del río Tera (cuenca del Duero).

desde el rituerto. «Pasar de una cuenca a otra es muy difícil para un castor, por lo que mi hipótesis es que haya podido entrar al Duero a través del río Rituerto», apostilla. Además, pone de manifiesto que en abril de 2020 se vio un castor europeo en las inmediaciones del cañón del Añamaza, posiblemente desplazado del río Alhama (afluente del Ebro).

No obstante, hace más de un lustro que hay presencia de este roedor en la zona del río Jalón, «por Santa María de Huerta, Arcos...», por lo que su vuelta a la provincia hay que situarla en el Sureste soriano. Sin embargo, hasta ahora, no había habido muestras de castor europeo en el cauce del Duero a su paso por la ciudad.

Hay que recordar que esta especie autóctona desapareció hace siglos por la acción de los cazadores furtivos y la presión humana, ya que tanto su carne como su piel y sus glándulas son muy apreciadas. De hecho, el castóreo (secreción del animal) es empleado para alimentación, perfumería y productos farmacéuticos.

«Estos animales son de costumbres fijas y se ve en la secuencia de imágenes que el castor vuelve al mismo tronco grande», incide Guisande. En los vídeos que maneja el fotógrafo aparecen, además, algunas nutrias que habitan en el Duero y que frecuentan la misma zona que el roedor para verificar la presencia del  nuevo habitante en el entorno.

La posibilidad de que el castor europeo se reproduzca en el río Duero y se convierta, casi dos siglos después, en una especie habitual de sus aguas dependerá de si ya existen otros ejemplares de distinto sexo que no han sido localizados en el campo de visión de las cámaras de fototrampeo instaladas o que, con el tiempo, lleguen más castores, ya que «habitualmente no se recurre a reintroducir especies», sostiene el fotógrafo. «Creo que este es un ejemplar en dispersión que ha pasado de una cuenca a otra y ha llegado hasta este paraje», reitera.

Sobre la presencia de castor europeo en las aguas del río Duero a su paso por la ciudad, el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta ha declinado pronunciarse.

así es. Tal y como figura en la página web www.faunaiberica.org, el castor europeo es el mayor roedor del continente, con una longitud de hasta 90 centímetros, de los que 35 corresponden a su cola, ancha, plana y cubierta de piel escamosa que le sirve para impulsarse en el agua. Pesa entre 15 y 30 kilogramos. Destacan sus incisivos, que le permiten roer hasta debajo del agua y crecen a lo largo de toda su vida. Vive de 15 a 20 años.

Su piel es espesa e impermeable, de color marrón rojizo, más claro en el vientre, y fue muy apreciada para su aprovechamiento en peletería, lo que propició en su día la extinción.

En toda Europa se estima el tamaño de su población en torno al millón de ejemplares distribuidos de forma fragmentada, pero estas cifras son una  aproximación, basada en la extrapolación de cálculos parciales. El castor europeo habita sobre todo en las regiones frías de Eurasia, principalmente en Rusia. En España, desde hace unos años, se han creado poblaciones estables en las comunidades de Aragón, La Rioja y Navarra, en torno al río Ebro.