'Los adoquines, las sillas de ruedas y los zapatos de tacón'

A. Hernández (Parkinson Soria)
-

El presidente de Parkinson Soria, Alfredo Hernández, escribe sobre los perjuicios del despliegue del adoquinado en la capital soriana. 'Las piedras se han impuesto a las necesidades de las personas'

'Los adoquines, las sillas de ruedas y los zapatos de tacón' - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martí

Los adoquines se han adueñado también de la ciudad de Soria. Posiblemente, con la loable intención de mantener el carácter patrimonial e histórico de la ciudad, pero las piedras se han impuesto a las necesidades de las personas. Ese material dificulta mucho el desplazamiento a las personas con movilidad reducida,carritos,vehículos adaptados, sillas de ruedas y, no es tema menor,a las mujeres con zapatos de tacón. Ese suelo irregular, esos adoquines, provocan gran inestabilidad a quienes tienen dificultades con la marcha y un muy desagradable zarandeo,traqueteo en el cuerpo del usuario de silla de ruedas. Un plan de Movilidad Sostenible, si quiere ser eficaz, además de la supresión de las barreras arquitectónicas, debe cuidar la accesibilidad y la movilidad( sentido amplio). Sería una pena que, lo que se va ganando con la peatonalización de las calles, en especial del centro histórico y alrededores -liberando esas calles mas visitadas de la ciudad de los ruidos y de la concentración de los gases nocivos derivados del tráfico-no pueda ser disfrutado por las personas con movilidad reducida por culpa de superficies irregulares,desniveles, baches,aceras en mal estado, baldosas sueltas, etc. Tal vez, como se ha hecho ya en algunas poblaciones, sustituir el adoquín convencional, irregular, por otra superficie lisa, un pavimento firme y estable,q ue facilite los desplazamientos, "combinando pavimentos y texturas "que favorezcan la movilidad, podría ser parte de la solución. Solo hay que poner las manos en el respaldo de la silla de ruedas para sentir las desagradables vibraciones que se producen al transitar sobre esos adoquines "salvajes". Ahora entiendo cuandolos usuarios del Centro de Parkinson Soria se quejan de que, tras un paseo por esa superficie tan hostil, terminan con los huesos( y el culo) rotos, baldados,,molidos, como si les hubieran dado una paliza,¡así de rotundos!