Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Y salió el sol

08/05/2020

Como no hay mal que por bien no venga, la pandemia nos ha servido para ponernos otra vez en el mapa como ese pequeño David que hace frente al Goliat vírico. Nos pusimos por primera vez, también como un chiquito David futbolero, en el 96 cuando el Numancia se convirtió en el equipo revelación de la Copa del Rey. En aquella ocasión toda España iba con los sorianos, hasta muchos aficionados del Barça. El ser humano tiende a identificarse con el débil. Se encariña. También tiende a identificarse con aquellos que van contra el sistema que a veces oprime y otras nos asfixia. Ahí tenemos el ejemplo de La casa de papel. Todos vamos con la banda y, sobre todo, con Berlín, un personaje misógino, asesino, vil y despiadado. Vamos con ellos porque van contra el sistema. Por eso se han convertido en ídolos. Y porque a priori son el David contra el Goliat policial. La mala fortuna que tuvimos al inicio de la pandemia con esas estadísticas despiadadas que dieron la vuelta a todos los medios de comunicación nacionales personalizadas en la figura del alcalde de Soria; se ha convertido en un golpe de suerte. Sé que no soy la única soriana que ha recibido mensajes desde diferentes provincias de España. De repente muchos españoles desean venir a Soria a conocer nuestra tierra, nuestro patrimonio. Me llegan multitud de mensajes de desconocidos que me preguntan qué se puede ver en Soria o quieren saber si merece la pena visitar las ruinas de Numancia o dar unas brazadas por las gélidas aguas de la Laguna Negra o saber dónde se comen los mejores torreznos. Algunos lo tenían en su lista de viajes pendientes y otros simplemente quieren solidarizarse con un pueblo que ha sufrido otra discriminación más. Si a eso se suma que los viajes al extranjero y zonas playeras pueden estar limitadas o condicionadas durante algún tiempo; el turismo de interior se alza como una opción destacada. 
Es el momento de aprovechar ese tirón que ha nacido de la desgracia para explotar los recursos turísticos que tenemos en Soria. Es cierto que muchos negocios hosteleros y comerciales van a tener complicaciones para reabrir sus puertas. Desde las administraciones se debe actuar con toda la eficacia para que no solo no tengan que cerrar sino para que logren aprovechar ese filón que se avecina. Es el momento de aparcar la pesadumbre y el pesimismo. Es una gran ocasión para proyectar lo que somos y lo que tenemos aprovechando que las circunstancias, al principio tan traicioneras, ahora nos allanan el camino. En estos casi dos meses de Estado de Alarma tanto el Ayuntamiento de Soria como la Diputación Provincial de Soria han dado una lección magistral de saber hacer. Han estado a la altura sanitaria, social y también económica. Espero que sigan estándolo para rentabilizar ese posible turismo. Y es que a pesar de tanta tormenta, por fin salió el sol.