Duruelo celebra el centenario de Antonino Hernando

Redacción
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El durolense recibe una placa conmemorativa de la Diputación por su centenario

Duruelo celebra el centenario de Antonino Hernando

Este sábado la localidad pinariega de Duruelo de la Sierra ha celebrado el centenario de uno de sus vecinos más longevos, Antonio Hernando Vicente. Al acto han acudido numerosos familiares y vecinos y ha tenido lugar en los salones del ayuntamiento. La diputada del área de Servicios Sociales, Eva Muñoz, le ha hecho entrega de la placa conmemorativa, mientras la corporación municipal, con su alcalde a la cabeza, Aberto Abab, le ha entregado un ramo de flores.

Según una nota de prensa remitida desde la Diputación, explican que Antonino Hernando Vicente nació en Duruelo de la Sierra el 10 de Mayo de 1922. En su juventud fue pastor de cabras y posteriormente trabajó en distintas empresas relacionadas con la madera, aserradoras, en el monte tirando pinos o realizando persianillas. Siendo toda su vida muy trabajador, lema que inculcó siempre a sus hijos. Una vez jubilado, ayudaba en el taller mecánico de uno de sus hijos que tiene en la localidad. Se casó con Mari Luz Ayuso, también de Duruelo de la Sierra, el 7 de mayo de 1947, él tenía 27 años y ella 23.

Tuvieron seis hijos, en la actualidad viven cinco. Con 18 años falleció un hijo por enfermedad. Tiene diez nietos y una biznieta que son muy cariñosos con él, explican desde la institución provincial.

Duruelo celebra el centenario de Antonino Hernando
Duruelo celebra el centenario de Antonino Hernando

Le ha gustado mucho bailar y cantar en la Ronda del pueblo, ir a las fiestas de los pueblos de alrededor y jugar a las cartas, concretamente al guiñote y al subastado con su cuadrilla en el bar la Sociedad. En la actualidad vive en Burgos en casas de sus dos hijas de manera alterna. Su estado de salud es bueno, es independiente para realizar las tareas diarias, se viste y come solo, pasea con ayuda de un bastón todas las tardes. Su comida preferida es el ajo carretero, como buen pinariego y las sopas de ajo que cena todas las noches. Se da el capricho, después de comer, de tomar café y poquito de coñac. La dificultad que tiene es la audición, pero su memoria es perfecta al igual que la vista. Disfruta cada vez que viene a su pueblo paseando, hablando con vecinos y recordando viejos tiempo. Su familia le ha deseado que siga así de bien y disfrutando de su pueblo.