Libros digitales a paso lento

P. Velasco
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Castilla y León ampliará a 35 el número de centros públicos con contenidos digitales curriculares que inició el curso pasado

Una menor utiliza una tablet como libro durante una jornada escolar. - Foto: Javier Pozo

La pandemia de la covid-19 influyó a la hora de acelerar en España la digitalización educativa, aunque la mayoría de centros y familias siguen optando por el uso del libro de texto, siendo el digital totalmente algo residual. El confinamiento marcó un antes y un después también en el ámbito educativo y nos mostró la necesidad de un nuevo modelo donde lo digital incremente su presencia, aunque siempre en convivencia con la presencialidad.

Castilla y León avanza a paso lento en esta digitalización educativa, ya que hasta el momento solo 35 centros se van a incorporar al programa experimental que se inició en el curso 21-22 para implantar los contenidos digitales curriculares, lo que se conoce como libros digitales. El año pasado, la Junta probó en 22 centros públicos BITS (bilingües, inclusivos, tecnológicos y seguros) este programa, de los que 17 eran de Infantil y Primaria, y otros cinco institutos de Secundaria, y estaban distribuidos por las nueve provincias, tanto en capitales como en el ámbito rural.

Desde la Consejería de Educación señalaron que los libros digitales llegarán en total durante el próximo curso a 35 centros, los que deseen seguir del programa experimental y a otros nuevos que deseen incorporarse, a través de la orden de convocatoria que se realizó para incorporarse al programa una vez que se aprobó la orden reguladora.

Desde la Consejería de Educación realizaron una valoración «muy buena» del primer año de implantación de los libros digitales en los primeros 22 centros participantes en el programa experimental, ya que prácticamente la totalidad, veinte, han mostrado su deseo de seguir con ellos. Además, la intención de la Junta es realizar todos los cursos convocatorias para ir aumentando cada año el número de colegios e institutos incorporados al programa.

La formación con libros digitales se imparte en las materias de lengua y matemáticas en los cursos de quinto y sexto de Primaria y de primero y segundo de la ESO. Según señalaron fuentes de la Consejería, el compromiso es trabajar únicamente con contenidos digitales, aunque no se prohibirá que un alumno adquiera el libro en papel. Estos recursos digitales están organizados en unidades didácticas y, cada una de ellas, cuenta con una secuencia didáctica para el trabajo diario del alumno en clase y en casa.

Solución integral

El proyecto no contempla solo la implantación progresiva del libro digital en las aulas, sino que cuenta con tres instrumentos más. Junto con él, la Administración educativa pone a disposición de alumnos y profesores una biblioteca multimedia complementaria, con todos los recursos adicionales precisos; una herramienta de autor para la personalización de los recursos curriculares y evaluación de los mismos; y el denominado contenedor, es decir, un sistema integral de organización, totalmente compatible con los servicios ya disponibles como las aulas Moodle y TEAMS.

plan digital. Los libros digitales no son la única apuesta de la Consejería por el desarrollo de las nuevas tecnologías que se pondrá en marcha este próximo curso, ya que la intención de la Junta es que el plan digital -paraguas que da cobertura a todo el mundo de las TIC- será a partir del 22-23 un documento institucional del centro que formará parte de la programación general anual y del proyecto educativo del centro. «Ello da muestra de la trascendencia que la Consejería de Educación otorga a este ámbito que lleva cultivando desde hace más de una década, pero que ha sufrido una nueva dimensión desde la pandemia provocando una inmersión digital masiva», señalan las mismas fuentes.