Oposición vecinal a la granja porcina en Fuensaúco

Ana Pilar Latorre
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La Asociación La Fragua y el Ayuntamiento consideran que este proyecto y el de las 14 torres de alta tensión previstos por empresas privadas «ajenas» al pueblo «afectarán negativamente a la calidad de vida y al medio ambiente»

Tras la oposición de los vecinos a granjas de ganado porcino en términos como Cidones o Gormaz, ahora salta la alarma medioambiental en Fuensaúco, donde también rechazan el proyecto de la línea de evacuación de un parque solar. En esta localidad, a 17 kilómetros de Soria en la N-122 en dirección a Zaragoza y con 15 habitantes, los vecinos advierten «de los dos últimos proyectos promovidos por empresas privadas, ajenas al municipio, que van a afectar negativamente a la calidad de vida y al medio ambiente, poniendo en riesgo la supervivencia de la localidad». En un comunicado, insisten en que «todo el pueblo, constituido en la Asociación La Fragua y en el Ayuntamiento, se opone frontalmente, como así se puso de manifiesto el pasado sábado 4 de septiembre». 

Los vecinos recuerdan que el primer proyecto que fue publicado en el BOCYL en el mes de abril de 2021 y contra el mismo ya registraron más de cien alegaciones. Se trata de una línea de una la línea de 30 kilómetros de evacuación de energía de las placas fotovoltaicas desde la planta de Alconaba hasta el punto de entrega de la energía producida en Oncala. «Esto supone que 14 torres de alta tensión atravesarán nuestra demarcación de Suroeste a Norte», detallan. 

Aunque están a favor de las de las energías renovables, «deben llevarse a cabo respetando el territorio». Por ello, rechazan «una línea de evacuación de tantos kilómetros» y que se les imponga «por los intereses de una empresa privada un trazado que se desvía de su trayectoria rectilínea justo en nuestro territorio para hacer una curva y acercarse a escasos 500 metros de nuestra localidad, afectándola para toda la vida».   

Oposición vecinal a la granja porcina en FuensaúcoOposición vecinal a la granja porcina en Fuensaúcoporcino. Por otro lado, hace dos meses tuvieron el conocimiento de la existencia de otro proyecto, una explotación industrial porcina de 6.990 plazas. «Aún no se ha publicado en el BOCYL la tramitación para la instalación de esta granja de ganadería intensiva, por lo que el proyecto no está todavía en periodo de exposición pública para poder presentar alegaciones», apuntan los vecinos a El Día de Soria. 

«Pero datos objetivos demuestran que las características de estas explotaciones de ganadería industrial producen una importante afección ambiental por contaminación a lo que siempre debemos proteger: el aire que respiramos, el agua que bebemos, y la tierra que produce los alimentos», añaden respecto a este proyecto ganadero en Fuensaúco. 

Aseguran, además, que «a ningún habitante de este pueblo se le ocurriría instalar una granja en el lugar donde se pretende. El emplazamiento es el peor que se podría elegir, a tan solo  un kilómetro del núcleo urbano y al Noreste, que es de donde soplan los vientos dominantes, por lo que el problema de los malos olores inherente a estas instalaciones será muy importante tanto por la orientación como por la proximidad». 

Además, advierten de que una granja de casi 7.000 cerdos requiere millones de litros de agua al año y, debido a la «sobrexplotación» que requerirán los acuíferos, temen que los manantiales, pozos y fuentes que actualmente existen y, sobre todo, la fuente de la que se bebe el agua de boca desde hace siglos y de la que se capta el agua para la red de abastecimiento de la localidad, se acaben secando. Esta fuente también alimenta el abrevadero y el lavadero y «estos tres elementos forman un conjunto patrimonial etnográfico, que cuidamos y protegemos, además de que forman parte del entorno del monumento románico BIC Nuestra Señora de los Ángeles». 

contaminación. Además de la consabida contaminación que producirán los purines, llaman la atención porque «parte de la parcela se encuentra en zona de policía de cauce de un arroyo que desciende y transcurre a dos metros de nuestra fuente de agua potable, por lo que ésta también quedaría contaminada». «Para poner en marcha una actividad en el mundo rural, se tendría que tener en cuenta que no dañara o que añadiera valor, pero si encima resta, no es razonable», critican apuntan al «empobrecimiento rural, pérdida de biodiversidad y de calidad de vida y escasas posibilidades de traer nuevos habitantes a nuestro territorio». En definitiva, los vecinos consideran que «se va a destruir cualquier otra alternativa de desarrollo en Fuensaúco». 

Por último, reconocen sentirse «desprotegidos» ante una normativa que «favorece siempre a los promotores» y «desatiende por completo la voluntad de los pueblos en los que se instalan que, aunque pequeños, existimos».  «Exigiremos y defenderemos nuestro derecho al medio ambiente y a la calidad de vida», concluyen los vecinos. 

Por su parte, desde la asociación ecologista ASDEN creen que se tramitará valorando tan solo la Junta de Castilla y León el impacto del orificio para el sondeo en la tierra y que se pasará después a la CHD, al tener ésta la competencia de concesión de aguas y caudales. «Es un pozo de 120 metros para una granja de muchas cabezas en una zona sensible a la contaminación por nitratos» y su alegación va a ir más en el sentido, para pedir que el estudio de impacto ambiental sea «lo más completo posible» y no como dictamen ambiental, como se ha hecho en Viana de Duero.