Un derecho inalienable

Ramiro González
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'Intimidad' es una serie adictiva que cuenta con un reparto de actrices soberbio que da vida a una trama que arranca con un vídeo comprometedor y un suicidio aparentemente inconexos

En ocasiones hemos hablado en estas páginas sobre las bondades de las series españolas en los últimos tiempos. Buena prueba de ello es el Inocente, protagonizada por Mario Casas. Y es que si algo positivo tiene Netflix es esto, cuando deciden apostar por historias nuestras, parece que de momento triunfan. Sucede lo mismo con Intimidad, un producto que atrapa desde el primer minuto, adictiva, que no te suelta hasta el final. 

Viajamos a Bilbao, donde la alcaldía atraviesa una mala época, salpicada por casos de corrupción. Y todo termina de explotar con la publicación masiva de un vídeo de alto contenido sexual. En esa grabación aparece Malen (Itziar Ituño), la vicealcaldesa y posible candidata para las próximas elecciones municipales. 

Acto seguido, comienza una auténtica campaña de acoso y derribo por parte de los medios de comunicación. Sus compañeros de partido la dejan de lado, su marido se marcha de casa, y su hija adolescente se convierte en el centro de las burlas y los comentarios en el colegio donde estudia.

Un derecho inalienableUn derecho inalienable - Foto: Netflix

Mientras todo esto sucede, aparece un cadáver en una playa alejada de la civilización. El cuerpo es el de una mujer llamada Ane (Verónica Echegui). Su hermana Bego (Patricia López Arnáiz) no comprende el suicidio de su hermana, está convencida de que tiene que haber algo más detrás de todo ello. 

Y parece que hay algo: un vídeo sexual utilizado como chantaje, y toda una retahíla de fotos. Pronto, las vidas de Malen y Bego se entrecruzan junto con la de Alicia (Ana Wagener) una veterana inspectora dedicada a los crímenes de intimidad. ¿Qué relación hay entre ambas historias? Hay que ver la serie para averiguarlo.

La ficción, creada por Laura Sarmiento y Verónica Fernández, nos introduce en un viaje estremecedor hacia las cloacas de la capital vizcaína. 

Así, entramos de lleno en los entresijos de su política local, y después la cámara nos va narrando los acontecimientos desde la perspectiva de Ane. La voz de la fallecida sirve en todo momento de un gran deus ex machina, de ese relator que conoce todos los acontecimientos y que nos introduce con una enorme sensibilidad en lo que sienten y padecen estas mujeres. 

luces débiles. Y, por encima de todo, hay oscuridad, luces débiles, una atmósfera asfixiante que, poco a poco, va avanzando hacia un nuevo amanecer. Todo ello logrado, como no podía ser de otra forma, por las grandes interpretaciones de estas soberbias actrices. Cada una brilla en su personaje y las convierte en firmes candidatas a los próximos premios que se entreguen en el mundillo de la televisión. ¿Podemos decir que Intimidad es de las mejores series de este año? Sin duda alguna. 

Estamos ante una gran propuesta para ver en un fin de semana, pues consta de ocho episodios y la historia empieza y acaba, de tal forma que no hay que estar pendientes de más temporadas.