El modelo de Copiso llega a mercados del mundo «exigentes»

S.Ledesma
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El aprovechamiento de todo el ciclo de producción del porcino, con «especialización en bienestar animal», cuaja fuera de Soria

El modelo de Copiso llega a mercados del mundo «exigentes» - Foto: E.G.M

«De economía circular se empieza a hablar ahora, pero es algo que hemos hecho toda la vida porque forma parte de nuestra estructura y porque tenemos las circunstancias adecuadas para poder desarrollarla». Quien así reflexiona es el director gerente de Copiso, Pascual López. La cooperativa soriana tiene desde sus inicios una política de aprovechamiento alejada de la producción lineal y basada en el ciclo integral del porcino como modelo de economía circular, con unos «estándares de producción muy apreciados en países más exigentes» porque también está «especializada» en patrones de bienestar animal.

¿Y cómo se aprovecha todo el ciclo productivo del porcino? A grandes rasgos es un aprovechamiento de los purines para la fertilización orgánica de la tierra, donde se cultiva el cereal, materia prima para la fabricación de pienso que después alimentará a sus animales, todo propio y «con muy pocas distancias», pues el denominado kilómetro cero es otra de las esencias de la economía circular. 

«Se ha desarrollado una estructura muy potente a la sombra de Copiso, moderna y eficiente, como base agrícola muy importante», asegura Pascual López. El director gerente de la cooperativa explica las circunstancias que hacen posible este modelo de economía circular en Soria, donde «una tercera parte de la superficie (unos 3.500 kilómetros cuadrados) son de cultivo básico de cereal de secano por el clima y la orografía; hay algo de regadío, pero menos». Va «destinado a consumo animal», pero como «a nivel nacional somos un país deficitario en cereales, casi en un 50%» y en Soria hay poca ganadería y excedente de grano, éste «se vende a otras regiones donde hay proyectos de ganadería más desarrollados, sobre todo a Aragón y Cataluña».  

Ese cereal que produce Copiso crece con materia orgánica con valiosos nutrientes, además de ser económica:los purines de sus cerdos. «Se gestionan correctamente las deyecciones de la actividad ganadera, ricas en nitratos y fósforo, que mejoran significativamente la tierra», indica López para aclarar que, en modelos lineales, «se importan los abonos a terceros países». «El 9% de toda la energía es para producir abonos nitrogenados sintéticos (el nitrógeno se obtiene generando gas). La mitad de la población ?mundial come gracias a abonos inorgánicos», especifica el gerente. 

Esto lleva a que este modelo no es posible en cualquier ámbito. «Nosotros tenemos las condiciones, espacio, extensión, no estamos sobresaturados... Pero en otras partes hay ganadería más intensiva, el cereal se compra de otras zonas, se importan los abonos, sobre todo nitrogenados... Tiene que haber de todo», reflexiona el responsable de la cooperativa. 

mercado internacional. La recompensa a estas buenas prácticas la tiene Copiso en su mercado internacional como proveedora de empresas que después exportan su carne. «Los estándares de producción están muy apreciados en países más exigentes, como Inglaterra o Suecia, donde se valora la economía circular y el bienestar animal, en lo que estamos especializados», remarca el director gerente de Copiso, quien indica que «comercialmente, nuestra figura la explotan bien nuestros compradores». Para López «es un valor añadido» y «que seamos proveedores muy apreciados es más que suficiente» satisfacción.