La escuela de Villar del Río reabre 42 años después

Ana Pilar Latorre
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El próximo curso el Aula Paleontológica albergará una unidad escolar del CRA de Tierras Altas tras 35 años, «toda una satisfacción» para el alcalde y las familias del pueblo

La escuela de Villar del Río vuelve a la vida 42 años despué - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Eiden, Gaia, Nilo, Badr, Ebtisam y Eder son algunos de los niños por los que el próximo curso reabrirá la escuela de Villar del Río tras 42 años, en las mismas instalaciones que hoy funcionan como Aula Paleontológica de la Ruta de las Icnitas. «Es una satisfacción que gracias a nosotros pueda volver a funcionar», reconoce Beatriz Rodríguez, la mamá de Eiden a El Día de Soria. Ella y su pareja, Miguel García, llegaron a Villar del Río en agosto de 2020 tras visitar a unos amigos que ya se habían trasladado allí desde Móstoles (Madrid) para abrir una casa rural y ese mismo fin de semana buscaron casa en la localidad. 

«Siempre habíamos pensado ir a vivir a un pueblo y con pandemia fue decir: 'Sí o sí.», relata recordando que ella ya había dejado el trabajo como técnico de farmacia cuando fue mamá y Miguel comenzó a trabajar de mantenimiento y ahora en el sector de energías renovables. «Nos gustó mucho el pueblo y queríamos un lugar neutral, por así decirlo, ya que Miguel es de Cáceres y yo de Zamora», apunta la joven, y están más que satisfechos con su decisión por las posibilidades que ofrece el medio rural frente a las grandes urbes.

menos desplazamientos. Ahora los niños van al colegio de Yanguas, a cuatro kilómetros y con servicio de transporte escolar, y los más pequeños a la guardería de San Pedro Manrique, a 14 kilómetros, «pero son cuatro viajes al día». Desde el próximo curso supondrá más comodidad para los padres y también un ahorro en combustible. El alcalde, Miguel Ángel López, recuerda que cuando él iba al colegio, «por los años 60», había 25 niñas y 25 niños. «Don Julián era muy buen maestro, me preparó para el ingreso, y también estaba Don Lucio y Don Agustín, que vino hace poco de visita al pueblo», explica. Le viene a la memoria el reparto de leche en polvo «que mandaban los americanos», el encendido de la estufa que «correspondía a los alumnos más mayores», jugar a la tanguilla con las cajas de cerillas, a 'los veinticincos' y al 'churro medio mango mangotero'. «Estábamos más asilvestrados y teníamos un conocimiento más amplio y más contacto con la naturaleza», apunta el alcalde.

Ya se han realizado todos los trámites para la apertura en el curso 2022/2023 con siete alumnos de Villar del Río, Bretún y La Cuesta y se irán sumando otros dos que ahora tienen meses. El inspector de educación visitó esta semana las instalaciones de lo que será un nuevo aula del CRA Tierras Altas (en San Pedro Manrique) y «ya se han enviado los planos» para que los estudien y toda la información. Desde la Dirección Provincial de Educación, según apunta Miguel Ángel López, ya visitaron las antiguas escuelas (que después se utilizaron como Aula Paleontológica) y destacaron algunas de sus características, como la amplitud, la ubicación, la orientación al sur, la luz natural, despacho y aula, dos baños y el patio cerrado, el lugar ideal para que los alumnos jueguen en los recreos y poder realizar actividades relacionadas con la paleontología. 

«Hemos ido invirtiendo cada año unos 3.000 euros en iluminación, pintura o retejado», tiene calefacción y aire acondicionado; y para el inicio del curso «habrá que hacer algún arreglo». El mobiliario lo cederá la Consejería de Educación. Justo al lado, comenzará construirse este año el Centro de Interpretación de la Ruta de las Icnitas, por parte de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.

«alegría inmensa». Para el alcalde y el resto de los vecinos la reapertura del centro es «una satisfacción». «Solo oír a los niños corretear por la calle es una alegría inmensa. Además, estadísticamente, la media de edad de Villar del Río «ha bajado a los 30 años», añade ilusionado. «Y también es bueno que los niños estén cerca de los padres», reflexiona el alcalde respecto a la puesta en marcha de nuevo de la escuela, «y se pueden evitar los traslados en invierno».

Beatriz insiste en la calidad de vida que supone vivir en un pueblo como Villar del Río, «porque te despreocupas de muchas cosas», y poder criar allí a los niños. «Nada más hay que ver a Eiden]. No está asilvestrado, está asalvajado», bromea destacando el cariño que le tienen en el pueblo. «La escuela es un servicio más, al igual que el bar donde nos juntamos todos y la tienda multiservicio que lleva unos meses. También tenemos desde hace poco el helicésped, por si hay alguna emergencia», comenta esta vecina de Villar del Río desde hace ya casi dos años. Y recordar que también está en tramitación la reapertura de la farmacia. Allí los niños disponen de una zona infantil y actividades en vacaciones de verano y puentes. 

De esta manera, Villar del Río se suma a la lista de localidades que han podido reabrir sus escuelas en los últimos años gracias a las familias jóvenes que han apostado por vivir en el medio rural. La última fue Deza en 2020, que se mantiene junto a Serón de Nágima, Rioseco, Borobia y Casarejos