El centro de Aspace completa un tercio de su construcción

Sonia Almoguera
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Conseguir más fondos es imprescindible para continuar acelerando las obras y empezar a planificar el traslado por fases

El centro de Aspace completa un tercio de su construcción - Foto: VALENTIN GUISANDE

Los 160 metros cuadrados del centro de día de la Asociación Aspace Soria, inaugurado en el año 2008 en la calle Fermín Cacho de la capital soriana, hace ya muchos años que se quedaron pequeños. Apenas a cincuenta metros de allí, las obras de las que serán las nuevas instalaciones de la agrupación siguen avanzando lentamente. Aún no hay fecha para el traslado. Todos los esfuerzos están encaminados a seguir encontrando la financiación suficiente (el proyecto de construcción tiene un coste total de algo más de 1,5 millones de euros). En cuanto se pueda y esté asegurada «la sostenibilidad económica» del nuevo centro de día y residencia, se planificará la tan ansiada mudanza. Y urge, insiste Laura de Diego, gerente de Aspace Soria. 

Con alrededor de 40 usuarios que siguen tratamiento periódico en las instalaciones de Aspace (la entidad cuenta en total con unos 70 socios), las exigencias de los protocolos COVID-19 han obligado, ante la falta de espacio, a trasladar algunos servicios a otros lugares (actualmente tienen en uso una sala en el Centro Cívico Bécquer y está previsto solicitar también una más en el Centro de Día Gaya Nuño). «Intentamos que no haya nunca en el centro más de seis personas a la vez», añade De Diego. Además, siguen manteniendo el programa de atención domiciliaria que se potenció durante la pandemia, a pesar de que resulta muy gravoso para la entidad, «porque si hay que desplazarse a algún pueblo son tres horas y todo lo que supone en kilometraje», explica la gerente de Aspace Soria. Alrededor de una veintena de los usuarios de los servicios de logopedia, fisioterapia, psicomotricidad o respiro familiar de Aspace Soria viven en el medio rural. 

Desde que en el año 2013, sólo cinco años después de comenzar su andadura, observaron que las instalaciones se habían quedado ya pequeñas, las miras estuvieron puestas en lograr sacar adelante un nuevo centro, de mayor tamaño y que incorporara, asimismo, una de las principales demandas de sus socios: una residencia. Con la estructura y el tabicado de las diferentes estancias (quintuplicará el espacio disponible actualmente sólo en una de sus plantas) ya concluidas, las obras se afanan ahora en el enyesado de las paredes. «Llevamos aproximadamente ejecutado un tercio de la obra», puntualiza De Diego. El incremento de la anualidad de la Junta de Castilla y León, que ha pasado a casi 300.000 euros, frente a los 100.000 del anterior, y a falta de resolver una serie de ayudas que han solicitado a la Fundación La Caixa y la Diputación Provincial de Soria, hace ser optimista a Aspace en cuanto a que pueda avanzarse bastante este año. Pero las miras están puestas, no obstante, en 2022. «Va a ser clave», subraya la gerente de Aspace Soria. A mayores ingresos, más rápidamente podrán completarse las obras, argumenta. 

Las expectativas están puestas en que, si los trabajos continúan avanzando a buen ritmo, el nuevo centro de la carretera de Logroño pueda abrir una primera fase. De hecho, la planificación del proyecto constructivo ya se realizó pensando en esa posibilidad: la apertura escalonada por módulos independientes. «Lo que queremos es asegurar la sostenibilidad del centro con todos los trabajadores [10 actualmente] que se necesiten para ofrecer una atención de calidad. Ir avanzando en las obras en la medida en que sea viable económicamente», apunta. 

Pero las «ganas» de poder disfrutar de las nuevas instalaciones no impiden ser conscientes de las dificultades económicas que padecen. «Nuestros ingresos por actividades se han visto mermados y no sabemos qué va a pasar el año que viene», añade la gerente de Aspace. «La realidad es que hace falta» mucho más apoyo económico para salir adelante, insiste. «Los mercados medievales a los que íbamos para obtener fondos, como el de Medinaceli, que todos los años nos salía muy bien, aún no han vuelto a celebrarse. Tampoco la gala de moda flamenca en Soria», subraya. Sólo el torneo de póker, que este año fue en formato ‘on-line’, ha podido reportarles unos ingresos adicionales que les han venido muy bien. 

donaciones. Conseguir fondos es vital para continuar con la actividad y, especialmente, con las obras de construcción del nuevo centro, porque acceder a las líneas de ayudas institucionales cada vez resulta más complicado, asegura De Diego. «Desde el año 2014 hemos perdido alrededor de 14.000 euros en concepto de subvenciones que tenemos que ir compensando por otro lado», añade. Por ello, desde Aspace Soria se apela también a las donaciones de particulares o empresas como otra de las fórmulas de financiación alternativa que les permitiría afrontar el proyecto con más garantías de acabar más rápidamente. «Somos una entidad de utilidad pública por lo que las donaciones conllevan un porcentaje muy amplio de deducción en la declaración del IRPF. De cada 100 euros que se nos donen, Hacienda devuelve 80», explica la gerente de Aspace Soria. 

Toda ayuda es bienvenida porque, como asegura De Diego, las personas con parálisis cerebral necesitan «muchas horas de atención, más que otras discapacidades. Si queremos prestar servicios de calidad debemos tener ese apoyo a mayores», insiste. Disponer de unas instalaciones más amplias, en este sentido, es también una forma de ofrecer una mejor y más personalizada asistencia.

El diseño del centro ha sido, por ello, muy meditado con la máxima del aprovechamiento del espacio. En el sótano se ubicará un garaje, la sala de estimulación sensorial, «que necesita un lugar oscuro», y la cocina, «aunque al principio podemos apañarnos con un servicio de cátering», matiza Laura de Diego. En la planta baja, la zona de despachos y vestuarios se ubicará en la zona Oeste del edificio, dando paso a las diferentes salas de terapia («cada una casi del tamaño de todo nuestro centro actual», comenta con sentido del humor De Diego) que, en muchos casos, se han concebido con la idea de que puedan acoger un par de usuarios; en otros se ha optado por la polivalencia o por puertas correderas que, en función de la actividad, puedan dividir la estancia. Entre los servicios destacará, asimismo, un rocódromo y un huerto pensados también como actividades terapéuticas. Pero el nuevo centro de día tendrá comedor (e incluso salón). 

La planta primera acogerá la parte residencial: 25 plazas en las que se espera crear, ante todo, un recinto con «sensación de hogar». «Queremos adaptar el servicio a las necesidades de cada chico, hacer algo individualizado», apostilla la gerente de esta agrupación que inició su andadura en Soria en el año 2002.

Una vez que la residencia esté operativa, Aspace Soria espera que  los ingresos por concierto de plazas también ayuden a mejorar su estabilidad económica y que eso posibilite ir avanzando cada vez más en nuevos servicios. El diseño del inmueble se ha hecho con el propósito de que pase «mucho tiempo» antes de que se les vuelva a quedar pequeño. A la espera de que puedan  trasladarse pronto, siguen trabajando, eso sí, con la misma ilusión y dedicación... en 160 metros cuadrados.