Terremoto Mbappé

Luis Miguel Pascual (EFE)
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El ariete francés marca el rumbo del PSG tanto sobre el césped como en los despachos

El delantero celebra con la grada uno de sus tres goles en el último partido de Liga. - Foto: Mohammed Badra (EFE)

La renovación de Kylian Mbappé debe llevar al París Saint-Germain a una nueva dimensión, la que ha impuesto el delantero francés como condición para rechazar la oferta del Real Madrid y seguir tres años más en Francia.

El club francés debe cambiar toda su estructura deportiva y pocos de los actuales rostros de la entidad, con la excepción lógica del presidente, Nasser Al-Khelaifi, tienen asegurada su continuidad en la entidad.

Esa es la promesa que recibió de Catar, propietaria del club, Mbappé para poder crear una nueva estructura con la que lograr su objetivo soñado: llevar a Francia la Liga de Campeones.

La primera víctima de la nueva era es el director deportivo, el brasileño Leonardo, que muchos medios dan ya por despedido, aunque el club no lo ha comunicado de forma oficial. Según L'Équipe, el exfutbolista recibió en la madrugada de ayer la noticia, poco después de la goleada de su equipo al Metz (5-0) que puso la guinda a una noche festiva en París, que celebró por todo lo alto la renovación de su estrella.

Leonardo no ha mantenido en ningún momento buenas relaciones con la familia Mbappé, y la recta final de la renovación ha recaído directamente en Al-Khelaifi.

Para ocuparse de la parcela deportiva suena con fuerza el nombre de Luis Campos, el hombre que convenció al delantero en 2015 para que fichara por el Mónaco.

Desde entonces, el portugués, muy bregado en el fútbol galo, donde ha pasado por varios equipos, entre ellos el Lille (campeón de la Ligue 1 el año pasado), ha mantenido una relación muy estrecha con el 'crack' y su familia.

Su llegada se interpretaría como un gesto hacia el jugador y un primer paso en el cambio de órbita que se opera en el seno del club.

El siguiente sería el banquillo, donde se da por descontada la salida de Mauricio Pochettino, una decisión que no tiene tanto que ver con la renovación de Mbappé como con la sensación de que no ha cumplido sus objetivos.

El extécnico del Tottenham está sentenciado desde que el PSG cayó en octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, aunque ya antes había dudas sobre su continuidad, por su incapacidad de dotar de una identidad ganadora a la constelación de estrellas que tenía en sus manos.

Entre los posibles sustitutos, Doha apostaba por Zinedine Zidane, pero el extécnico merengue no parece dispuesto a llegar (espera a la selección francesa, en la que podría haber relevo tras el Mundial de Catar), lo que ha abierto el baile de nombres.

Joaquim Löw es una de las pistas, pero inquieta su corta experiencia en clubes (dirigió a Alemania). También suena Thiago Motta (amigo de Mbappé), que jugó en el equipo y en las últimas horas se han sumado dos nombres, el seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez, del que se duda que quiera dejar su puesto a pocos meses para el Mundial, y el actual técnico del Niza, Christophe Galtier.

El tercer paso será renovar la plantilla, algo que tendrá que respaldar el mismísimo Mbappé. Se anuncia la salida de muchos de los actuales jugadores y la llegada de refuerzos en todas las líneas.

El primero en hacer las maletas ha sido el argentino Ángel di María, que el pasado sábado disputó su último partido y que reconoció que el club no ha querido dar continuidad al año de contrato opcional que le restaba.

Objetivo: Dembélé

Eso ha reactivado la pista de Ousmane Dembelé, amigo personal de Mbappé, que podría reforzar el ataque. Resta por ver qué pasa con Neymar, al que la dirección ya no considera prioritario, pero que reconoce difícil de vender dado su elevado salario.

En el centro del campo la prioridad es Aurélien Tchouaméni, del Mónaco, también en la agenda del Madrid, que se considera un complemento perfecto para Verratti.

La llegada de un defensa central es otra de las opciones, lo que podría significar la salida de Sergio Ramos, pese a que el excapitán merengue quiere seguir hasta el final de su contrato.

Entre los que también puede abandonar el club francés están Mauro Icardi y Leandro Paredes, además de Ander Herrera.

Por otra parte, Lionel Messi cumplirá el año que le queda de vinculación, aunque lo hará a la sombra del nuevo patrón del vestuario.