El Melilla era el único equipo junto con el insuperable Guaguas que había conseguido ganar al Río Duero Soria esta temporada y los celestes buscaban cobrarse su particular venganza en un partido a domicilio que era también importante para conocer las aspiraciones del equipo soriano de cara a la Copa del Rey.

Desde el primer saque el Melilla demostró que a pesar de sus últimas derrotas, seguía siendo un gigante de la Superliga. Con la iniciativa durante el primer set, solo el instinto de supervivencia de los de Alberto Toribio contuvo el vendaval local. En el todo o nada final el Río Duero golpeaba primero (27-29).

El segundo y el tercer parcial llevó primero a la igualdad gracias a un Melilla que esta vez sí, supo mantener la ventaja (25-23), y después a una nueva ventaja visitantes tras un gran inicio de manga (23-25).

Dolió y mucho a los locales caer en el tercer set y supo oler sangre el equipo celestes para llevarse el cuarto y definitivo parcial por 21-25. Estos tres puntos dejan al Río Duero con la segunda plaza en su mano tras un horizonte de Superliga sin rivales directo. Entre tanto llegará la Copa del Rey con un equipo celeste que ya es el gran aspirante al dominio de Guaguas