Cuando se cumplió un año de la pandemia, Pedro Agustín Ortega Benito fue elegido coordinador provincial de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (CC. OO.). Trabajador del Complejo Hospitalario de Soria y delegado de prevención de SACyL, apela a dimensionar las plantillas en todos los ámbitos y a abordar, de una vez, reclamaciones históricas como la jornada de 35 horas, así como a reducir la interinidad. Asegura que los profesionales están «rotos» por lo que insiste en la necesidad de medidas «contra el agotamiento». 

Hace unas semanas, CC. OO. denunció que la Gerencia Regional de Salud no repone las jubilaciones médicas ni sustituye las ausencias. ¿Cuál es la situación?

La situación no ha cambiado, apenas ha variado. Las vacantes no se han cubierto, si bien se ha producido alguna contratación de médicos generalistas. Es una mala gestión de los profesionales por parte de la administración. En los últimos años se han formado a un gran número de profesionales y estos no se han quedado porque se les han ofreciendo contratos precarios, en el mejor de los casos contratos de guardias.

A CC. OO. nos preocupa especialmente la falta de previsión. La administración ya conocía de antemano las jubilaciones que estaban previstas y el futuro nos señala, que al ser una plantilla envejecida, el problema se agudizará. Más del 50% de los médicos de familia del medio rural (así lo reflejaba un estudio del Colegio de Médicos) se jubilarán en los próximos cinco años. Lo mismo está ocurriendo en el personal de enfermería. Es urgente y necesario un estudio y una propuesta seria para abordar este grave problema que llevamos arrastrando a lo largo de varias legislaturas.

Cuando hablamos de las carencias de la plantilla sanitaria de Soria, nos centramos en la falta de médicos en determinadas especialidades. Pero, ¿en qué punto se encuentran el resto de colectivos de la sanidad soriana?

CC. OO. lleva años denunciando que las plantillas son insuficientes en muchas especialidades y diversas categorías, tanto sanitarias como no sanitarias. La carencia de médicos especialistas nos preocupa, pero igualmente nos preocupa la carencia de otras categorías como enfermeras, personal técnico, auxiliar, celadores…. Las plantillas están muy ajustadas y esto tiene sus consecuencias negativas para el propio personal que trabaja en SACyL y para la población, de forma que muy a menudo los sorianos nos vemos obligados a ser derivados a otras provincias. Se pierde tiempo y dinero, pero principalmente perdemos en salud. El desplazamiento y gasto que conlleva para los pacientes y sus familiares es un aspecto gravoso a tener en cuenta.

Es trabajador del Complejo Asistencial de Soria. ¿Qué es lo que más urge en materia de personal?

La plantilla orgánica actual está por debajo de las necesidades reales y más aún ante la apertura de las nuevas instalaciones del hospital Santa Bárbara. A lo largo de los años se han ido adaptando las plantillas cuando sucede una jubilación de personal funcionario o laboral, pasando a vacante de personal estatutario, si bien es simplemente un ‘cambio de cromos’ y no hay aumento real en la plantilla. No se ha negociado en la Mesa Sectorial un incremento de las mismas. Además, la apertura del nuevo centro penitenciario refuerza la necesidad de tener una buena planificación.

CC. OO., de forma reiterada, viene solicitando aumento de médicos especialistas de Intensiva, Interna, Microbiología y Geriatría, pero también de Enfermería donde al menos debería incrementarse en diez enfermeros/as, diez TCAEs (Técnico de Cuidados Auxiliares de Enfermería) pues hay que reforzar varias plantas y servicios y las noches; también vemos la necesidad de un incremento en al menos técnicos superiores de Laboratorio, celadores y operarios de servicios, auxiliares administrativos y personal de mantenimiento.

Atención Primaria lleva meses viviendo una situación límite, en particular determinados centros de salud como Soria Norte y en el medio rural. ¿Dónde detecta CC.OO. puntos más críticos?

La migración de la población soriana de las zonas rurales a la capital ha cambiado el mapa. Sin embargo, la Consejería de Sanidad en ningún momento ha querido abordarlo. Los centros Soria Norte y Soria Sur cuentan cada día con más tarjetas sanitarias y, por el contrario, con menos médicos y enfermeros de familia. En las zonas rurales la situación es diferente, pues el principal problema es la dispersión geográfica, la falta de medios técnicos y de internet.

CC. OO. presentó a la Consejería de Sanidad , a principios de 2020, el  documento de trabajo ‘100 medidas para la Atención Primaria’ en el que se abordaban asuntos como la necesidad de aumentar la financiación; mejoras organizativas y de gestión con gestores profesionales y capacitados; aumento de recursos humanos y mejoras de las condiciones laborales; puestos de difícil cobertura incentivados; estabilidad en el empleo y una adaptación a las nuevas necesidades con mejoras en el soporte tecnológico. La única respuesta de la Consejera, conocida a través de los medios, es la intención de extender el ‘Plan Aliste’ que reduce la frecuentación de visitas a los consultorios locales pero que, al no presentar ninguna solución alternativa, ha sido rechazada por todos los alcaldes de la comarca.

Año y medio después de que estallara la pandemia del coronavirus, ¿en qué medida se han renovado los contratos de refuerzo?

Si bien es cierto que se aumentó la contratación para poder asumir la pandemia y después la vacunación, estos contratos se han ido reduciendo poco a poco, aunque aún se mantiene algunos prorrogados para poder cubrir también las necesidades ordinarias de cobertura de vacaciones del personal. En octubre estos contratos cesarán y la precariedad volverá a instaurarse. Hoy por hoy, seguimos acumulando el trabajo de las plazas vacantes y las ausencias reglamentarias de los compañeros. Además, con unas listas de espera disparadas, si queremos dar un verdadero impulso a la atención es necesario reforzar el personal.

¿Cuál es el grado de temporalidad entre los distintos colectivos de la sanidad soriana?

El acuerdo alcanzado por el Gobierno con los sindicatos CC. OO., UGT y CSIF, que se ha plasmado en el Real Decreto de medidas urgentes para reducir la temporalidad en el empleo público, es una verdadera necesidad. 

En Castilla y León, todavía llevamos arrastrando OPE (Ofertas de Empleo Público) de 2017 y 2018 sin resolver a fecha de hoy. Más de 4.000 personas han aprobado sin acceder a sus plazas por la lentitud y dejadez de la Junta de Castilla y León. Otras que faltan tienen que ser convocadas.

Tras el Real Decreto estamos elaborando un estudio de situación sobre la temporalidad en SACyL, ya que no en todas las categorías profesionales es igual. En algunas categorías como enfermeros o TCAEs se sitúa en un 23%; celadores un 20%, licenciados especialistas 25%... pero tenemos categorías como operario de servicios con un 44% de interinidad. Para CC. OO. todos son valores inadmisibles por el alto porcentaje y por los años mantenidos en esa situación.

En su opinión, ¿qué puede hacer la Administración autonómica para que la sanidad soriana sea atractiva para los profesionales?

En primer lugar destacaría el compromiso político, ya que el derecho a la asistencia sanitaria y la cartera de servicios lo es independientemente de donde vivas, y lo mismo da en Zaragoza, que en Ceuta, Melilla o Soria. Por otro lado, aquí se forman buenos Médicos de Familia (ahora se acaban de publicar 15 vacantes de formación especializada) pero luego no se le ofrece una buena contratación. Para asegurar la asistencia en las zonas rurales, se debe abordar definitivamente los puestos de difícil cobertura, algo que ha estado varias veces en la mesa pero que la Consejería de Sanidad no ha asumido. 

La mayoría de los profesionales desean trabajar en su provincia de origen y, lógicamente, es un lastre para Soria al no tener universidad, por eso CC. OO. apoya la iniciativa del hospital universitario.

¿Qué valoración hace de la gestión de personal en la etapa COVID?

Con sus luces y sus sombras, pues no hubo previsión y se fue abordando según surgía. Los profesionales han dado el mil por mil, sin embargo, al principio, estábamos desprotegidos y algunos enfermaron. Con compensaciones económicas, pequeñas y parciales, no se ha conseguido en ningún momento compensar al gran esfuerzo hecho y que se sigue haciendo. Y menos aún ante el ‘decretazo’ que saco la Consejería, que imponía medidas que recortaban los derechos de los trabajadores de SACyL, y que llevó a serias manifestaciones de rechazo, aunque al final se ha conseguido que quede en el cajón. Desde CC. OO. creemos que la gestión es muy mejorable. También nos hacemos las preguntas de ¿hemos aprendido? ¿tenemos elaborado un plan en caso de que vuelva a ocurrir un suceso así?

¿Qué antiguas reivindicaciones de los sanitarios han quedado relegadas por la pandemia?

Sin duda, las 35 horas. Los trabajadores de la sanidad seguimos con 37,5 horas semanales que, en turnos de mañana, tarde o mañana, tarde y noche, en muchos casos supone 14 días más de trabajo al año. Esto sigue afectando negativamente a los trabajadores y ha reducido la oferta de empleo temporal. Estamos agotados, pero no se ha establecido un plan antiagotamiento a pesar de que CC. OO. se lo ha exigido y ya no podemos más.

Avanza la ampliación y reforma del hospital Santa Bárbara. En este sentido, ¿qué considera que se debe abordar desde el punto de vista laboral con cierta celeridad?

Al ampliar espacios, lo prioritario es un dimensionamiento de las plantillas adaptadas a la nueva realidad. También nos preocupa la seguridad en las nuevas instalaciones. En cuanto a la celeridad, para CC. OO. lo importante es que, por fin, finalicen las obras, son ya más de diez años de incumpliendo de plazos. Y, además, queda todavía por iniciar la tercera fase, que es incluso más compleja. 

Nos generan incertidumbre las nuevas instalaciones de hostelería [cocina], ya que está previsto instalar la ‘línea fría’. Para CC. OO. la alimentación que se da al paciente forma parte del tratamiento y es fundamental para su recuperación del paciente. Esperamos que esté a la altura. 

Lo que lamentamos sobremanera es la pérdida del servicio de lencería y lavandería, ya que desafortunadamente la Gerencia Regional lo entiende como un servicio de hotel que no quiere dar y prefiere externalizar. La desinfección y tratamiento de la ropa es fundamental en un centro hospitalario para la seguridad del paciente y en esta pandemia ha quedado más que demostrado. Esta pérdida es importante para Soria y estamos seguros de que nos afectará bajando la calidad asistencial. 

Esta semana se recuperan las consultas presenciales. Con la actual plantilla, ¿considera que es factible regresar a un punto prepandemia?

No lo era antes y ahora tampoco lo puede ser. La incorporación de la teleasistencia al sistema de trabajo la valoramos como positiva para aquellas situaciones que se puedan resolver así, pero esto en pocas ocasiones. Claramente, es necesario que el médico o enfermero vean físicamente al paciente para poder realizar la correspondiente exploración y llegar a un correcto diagnóstico. Ante la falta de médicos de cabecera, que obliga a que los compañeros acumulen su actividad, la situación, que ya antes de la pandemia era insostenible (60 pacientes en un día), ahora se duplicará y así es imposible de sostener. 

La cartera de servicios de Atención Primaria no sólo incluye la demanda puntual del paciente, sino que lleva programas asistenciales de pacientes crónicos, cribados de cáncer, medidas preventivas, educación, etc… que hoy por hoy están abandonados y, únicamente, se atiende lo urgente. 

Estamos esperando también a que se reinicie el Servicio de Radiología en  La Milagrosa. El nuevo aparato de rayos ya ha sido instalado, tiene todos los permisos y únicamente queda acondicionar la zona, en estos momentos algo abandonada, sirve como almacén… Para CC. OO. es prioritario volver a realizar las pruebas diagnósticas en Atención Primaria y reducir las listas de espera.

Es delegado de Prevención de SACyL. ¿Se han tomado medidas para aliviar la fatiga de los profesionales sanitarios que reclaman desde hace tiempo los representantes sindicales?

No, rotundamente, no. Solo ha habido desidia por parte del SACyL ante el agotamiento de los profesionales, se les está exigiendo hasta la extenuación, sin importar lo más mínimo su estado de ánimo ni su salud, su agotamiento. Hemos tenido que pedir desde los distintos órganos de participación que agradezcan el trabajo de estos trabajadores. Están rotos por el trabajo y de cómo les ha tratado nuestros gestores.

Hemos exigido medidas contra el agotamiento, que se realicen valoraciones de los puestos de trabajo y evaluaciones de riesgos psicosociales. De hecho, lo tenemos denunciado en los juzgados. Hemos pedido el dimensionamiento de las plantillas de las profesiones sanitarias y no sanitarias, que se garanticen las sustituciones, un plan para evitar el agotamiento, apoyo psicológico y distribución de las cargas de trabajo.

Vamos a continuar exigiendo que se cumpla el ‘Pacto de Respuesta Temprana’ que se aprobó en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que se tomen medidas para aliviar la fatiga de los profesionales.

¿En qué medida tiene constancia de bajas laborales entre el personal sanitario por el sobresfuerzo realizado en la pandemia?

Han aumentado considerablemente. La Gerencia de Soria, a petición de CC. OO., aportó a la Junta de Personal una comparativa de días de incapacidades temporales (IT) de 2019 y 2020. El incremento fue en 14.054 días de IT, el 38,4%, aunque no podemos determinar el porcentaje que es por sobresfuerzo o por contagio COVID.

¿Es fluida la relación con la Administración?

En SACyL de Soria tenemos una Junta de Personal (estatutarios y funcionarios), donde  CC.OO. cuenta con cuatro delegados, y también Comité de Empresa (personal laboral y personal en formación MIR, EIR) donde CC. OO. ostenta la presidencia. 

La relación con la Gerencia de Soria está consolidada y mantenemos reuniones regularmente. Como sindicato nos sentimos respetados pues es el sindicato más votado del hospital. Son muchos los años de trabajo y negociación. Intentamos denunciar y hablar claramente de los problemas de los trabajadores, aportando soluciones que no siempre son atendidas.  

En Soria la relación es fluida, pero para nosotros sufre de un gran defecto, la inoperatividad. En estos últimos años la negociación ha desaparecido. Es la Gerencia Regional la que impone sus órdenes e instrucciones, impide la negociación y la Gerencia de Soria queda como un mero transmisor de esas órdenes.

En cuanto a las residencias de mayores, ¿qué urge en personal?

Faltan profesionales para trabajar en el sector; urge personal sanitario universitario (médicos, enfermeras, fisioterapeutas...) y la falta de gerocultores es una realidad. Esta falta de profesionales no es casual, se debe al escaso atractivo del sector debido a las condiciones laborales y económicas. El primer paso es la necesidad del incremento de las ratios de personal. Desde CC. OO. hemos denunciado esta situación tanto en el Imserso como ante la Gerencia de Servicios Sociales.

¿Qué exigen desde la Federación de Sanidad y Servicios Sociosanitarios a la administración y empresas gestoras de las residencias de mayores?

Exigimos una Ley Residencial, imprescindible para un modelo digno y de calidad, con un incremento sustancial de la ratio de personal, la participación del sector público y de un modelo de financiación suficiente y estable. También, la creación de nuevas plazas y un sistema que promueva y verifique la calidad de los servicios residenciales.

Además, exigimos que se vele por el cumplimiento estricto de las recomendaciones y obligaciones en prevención, dotación de medios y de personal. Igualmente, pedimos que se intensifiquen las inspecciones a estos centros de trabajo, que se controle y obligue al cumplimiento de los protocolos de prevención, ya que son constantes las denuncias que nos llegan por parte de los trabajadores. También pedimos criterios de acreditación que aseguren la calidad de los servicios que se prestan, un acuerdo de coordinación sociosanitaria entre consejerías y la participación de los agentes sociales para el seguimiento y evaluación de la aplicación de la Ley.

¿Y a las empresas?

A las empresas les exigimos que cumplan la ley y que dejen de bloquear la negociación del convenio, además del cumplimiento de las Leyes de Prevención de Riesgos Laborales y de Igualdad de Oportunidades.

Es necesario abordar las condiciones de salud por la que atraviesan muchas de las trabajadoras del sector, donde tienen que recurrir a la automedicación para poder aguantar las tareas y los ritmos de trabajo a los que están sometidas y donde las lesiones musculoesqueléticas tienen un papel determinante en unas condiciones laborales mejorables.

Es necesaria la estabilidad de la plantilla necesaria, no mínima. A estas alturas nadie puede dudar de lo que ha significado la pandemia en el ámbito de la dependencia y especialmente las residencias. El personal ha dado un ejemplo que va mucho más allá de lo que se podía exigir. Han sufrido la falta de EPIs y, sobre todo, están siendo despreciadas por una parte por las empresas, al no pagar hasta el 100% de las retribuciones al estar de baja por COVID y, por otra, por las administraciones al no reconocer la baja por COVID como enfermedad profesional.

Acaban de alcanzar un acuerdo laboral en la residencia Nuestra Señora de Guadalupe de Almazán. ¿En qué mejora las condiciones laborales?

Aunque parezca mentira estas trabajadoras no tenían convenio, se les estaba aplicando parte del de la dependencia (en su parte más gravosa) y parte de un convenio del personal laboral del propio Ayuntamiento del que no hay nada escrito. Con este acuerdo queda fijado el VII Convenio Marco Estatal de la Dependencia como el más ajustado a la actividad que se realiza en el centro de trabajo. 

El pacto no solo recoge una reducción de la jornada anual (pasa de 1.792 a 1.740), sino que contempla otros aspectos como son prestaciones sociales y sanitarias, mejoras en licencias retribuidas, días de libre disposición que pasan de cero a seis, remuneración del 100% en caso de IT, el abono de domingos y festivos, y la retirada del descuento del 5% que se aplicaba a las nóminas.

¿Hay algún centro de la tercera edad en la provincia que destaque por la precariedad laboral?

La gran mayoría. CC. OO. viene denunciando la situación precaria de los trabajadores de estas residencias, tienen sobrecarga de trabajo, hay falta de medios, de personal, salarios bajos… con lo cual hay precariedad laboral y, lo más grave de todo, hay un continuo bloqueo por parte de la patronal a que mejoren estas condiciones. CC. OO. junto con los trabajadores del sector nos vamos a manifestar en Valladolid el próximo día 21. La falta de profesionales es más que evidente, pero con estas condiciones laborales, no hay quien se anime a trabajar en este sector.

Las trabajadoras de ayuda a domicilio han denunciado las condiciones en las que han tenido que desempeñar su trabajo en pandemia. ¿Cómo se puede proteger a este colectivo?

Lo primero y más importante es un convenio colectivo justo. Se deben garantizar condiciones laborales dignas para quienes asisten a las personas dependientes. Y no se debería permitir a las empresas adjudicatarias de estos servicios que hagan bajas temerarias en las licitaciones, ya que recae en unas condiciones laborales y salariales indefendibles para las trabajadoras. Durante la pandemia sanitaria ha quedado patente que este servicio que prestan es imprescindible, han estado en primera línea, sin descanso y con un alto riesgo de contagio.