La edad media de maternidad en Soria se situó en 33,09 años en 2018, según el Instituto Nacional de Estadística. Y es que las sorianas tienen el primer hijo a los 31,99 años; el segundo a los 33,57; y el resto a partir de los 36,5. En solo una década ha aumentado de forma significativa, teniendo en cuenta que en 2008 la edad media para ser madre en Soria estaba en 31,13 años (el primer hijo se tenía con 29,36 años). Otro dato revelador es que el incremento en la edad de maternidad de los últimos diez años es similar al que se produjo en las dos décadas anteriores, ya que en 1988 la media estaba en 29,61 años. Las cifras evidencian que las mujeres cada vez posponen más tener hijos, bien por voluntad propia o porque las circunstancias laborales y sociales constituyen la causa en este retraso maternal.

La evolución de estas cifras es pareja a la de la Consulta de Reproducción Asistida del Hospital Santa Bárbara de Soria. Este servicio inició su andadura, tal y como recuerda la responsable del mismo, la ginecóloga María Ángeles Rubio, en mayo de 2011 y en septiembre de se mismo año se iniciaron los tratamientos de Inseminación Artificial Conyugal (IAC) junto con el laboratorio del hospital. En estos ocho años se han atendido a 644 parejas y se han realizado 398 ciclos de IAC, con una media de gestación por ciclo en este tiempo de un 12,78%, cifra que se corresponde con la publicada por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) en 2017 del 12,6%. La edad media de las mujeres es de 34 años.

En el caso de Soria, a diferencia con otras provincias, no se puede determinar si ha crecido el número de mujeres que se han sometido a inseminación artificial en este periodo, ya que las cifras varían bastante de un año otro, por las dificultades que encara el Servicio de Ginecología en Soria por la falta de personal. 

Cabe recordar que en el año 2018 hubo una «gran crisis de personal facultativo» en la plantilla de Ginecología que obligó a suspender temporalmente la atención en la Consulta de Reproducción durante unos meses, y desde hace tiempo, durante el verano, por la dificultad para cubrir las vacaciones en la Unidad de Ginecología y en laboratorio, no se pueden realizar los tratamientos de Inseminación Artificial Conyugal, por lo que la lista de espera «crece» en los meses estivales, si bien suele ajustarse al final del año, explica la doctora Rubio.

Al igual que el número de inseminaciones es cambiante de un año a otro (en 2011 se hicieron 14; en 2012, 72; en 2013, 60; en 2014, 74; en 2015, 61; en 2016, 36; en 2017, 60; y en 2018, 20), los resultados también son «muy variables», por el escaso número de ciclos que se  maneja en la consulta del hospital Santa Bárbara de Soria.

En este sentido, por ejemplo en 2012 el porcentaje de gestación por ciclo fue del 15,5% y al año siguiente fue del 18,3%, sin embargo, en 2015 y 2016 apenas fue del 8,5%, y el año pasado se quedó en el 9,5%.

solo inseminación. En el hospital de Soria la única técnica de reproducción asistida que se aplica es el de Inseminación Artificial Conyugal debido a la «complejidad» del laboratorio para poder realizar fecundaciones invitro y la necesidad de personal cualificado. En Castilla y León, los dos únicos centros acreditados en la sanidad pública están en Valladolid (hospital Clínico Universitario y Hospital Río Hortega), que es donde se derivan a las mujeres que requieren de este tratamiento.

La edad límite mínima para aceptar pacientes para estudio de reproducción asistida es de 18 años y la máxima de 40 años, tras llevar un año de relaciones sexuales sin método anticonceptivo. Este límite puede bajar hasta los seis meses en caso de mujeres por encima de los 35 años. Además, a partir de 2014 se incluyó el límite de edad de los varones en 55 años, ya que antes no existía este condicionante.

En la Consulta de Reproducción Asistida del hospital Santa Bárbara también se atienden a mujeres que acuden solas, sin pareja que desea gestación, y mujeres con parejas del mismo sexo. 

menos partos. La tendencia a la natalidad es a la baja, con un porcentaje «no desetimable» de mujeres en edad fértil que no desean tener hijos (12,3%) y un retraso en la maternidad, como se apuntaba al inicio, importante, «con la dificultad que conlleva conseguir una gestación a medida que avanza  con la edad, que aumenta a partir de los 35 años y mucho más a partir de los 40», señala la ginecóloga, lo que implica que cada vez se recurra más a las técnicas de reproducción. Y es que el número de partos en el hospital de Soria en 2018 fue de 525, con una edad materna media de 32,86 años (en 2000 estaba en 31,27) y una edad máxima de 51 años. El año anterior el número de alumbramientos en Soria fue de 548 y 559 recién nacidos (doce partos fueron gemelares).

Si estos datos se comparan con los nacimientos en la década de los setenta (1.157 en 1978), incluso con los de finales de los ochenta (808), se corrobora, aún más si cabe, la caída en picado de la natalidad.