Optimismo ante la esperada 'explosión' setera en Soria

A.P.L.
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Las últimas lluvias hacen prever una tardía pero aceptablecampaña micológica. La fructificación de algunas especies adelanta la aparición de las más deseadas: boletus y níscalos

Optimismo ante la esperada 'explosión' setera en Soria - Foto: E.G.M

La lluvia está animando la campaña micológica y en el puente de Todos los Santos ha quedado demostrado por la proliferación de recolectores en numerosos puntos de la provincia, pero la producción está llegando ya poquito a poco y el siguiente fin de semana será ya interesante si no se registran temperaturas bajo cero. Nos acercamos junto a José Antonio Vega, gerente del Parque Micológico Montes de Soria, a la zona de la sierra Cebollera en Sotillo del Rincón. 

En esa localidad es Antonio López Pascual, el alguacil, el que expide los permisos y, además, es setero de toda la vida. «Está siendo un año flojo, pero ahora parece que empieza a haber más producción si no hace demasiado frío o hiela», apunta este recolector que tiene predilección por níscalos y boletus, pero que «un poco de todo», también champiñones. Los revueltos los cocinan en casa, sobre todo, en revuelto y en guisos, pero también a la plancha y hay gente que incluso los toma en ensalada. Destaca el interés gastronómico de la seta de cardo, porque «no cansa tanto». 

Al Ayuntamiento, explica, se acercan a sacar el permiso tanto vecinos como gente de fuera, sobre todo de cara a este puente pasado que la cosa se ha animado, y «la gente suele llamar antes por teléfono para ver si hay mucho». Hay algunas zonas con bastantes boletus, sobre todo las más altas, comenta mostrándonos la cesta y la navaja, que no deben faltar nunca a un buen recolector.

nueva aplicación. El móvil hoy en día en micología también es una herramienta imprescindible, tanto para sacar la licencia como para consultar información. Además, desde Montes de Soria están «expectantes» ante la puesta en marcha de la nueva aplicación micológica de parques y acotados de zonas reguladas, ya a nivel general y en sustitución de Micocyl. Dará servicio, igualmente, de localización y de lugares de aparcamiento de vehículos. Está pendiente la firma del convenio con la Junta de Castilla y León para la cesión de más hectáreas al parque micológico, ya que lleva un retraso de cinco meses y se esperaba dejarlo cerrado antes de este otoño.

Mientras caminamos por el monte y sentimos ese olor a naturaleza tan particular, vemos que todavía no hay muchos boletus ni níscalos. «Este es bonito, porque tiene el pie gordo y la cabeza pequeña», dice Vega sobre un ejemplar de boletus, mientras muestra otras especies no comestibles que adelantan la aparición de las más demandadas y valoradas. 

«Hay especies que crecen en hojas o trocitos de hojas y que son las recicladoras del bosque», como el marasmius o falso rebozuelo que, además, comprobamos que huele a rábano. También hay hypoloma fasciculare. «El bosque acumula humedad y las especies que salen más rápido son las encargadas de reciclar, no esperan a que un árbol se relacione con ellas, no tardan tanto como las más esperadas», apunta el experto. Es importante saber las especies que son comestibles y las que no, explica mientras enseña dos ejemplares de amanita muscarea, distintas en la parte superior por el sol pero iguales en la base (bolsa con anillos concéntricos hacia arriba). «Si alguien no identifica una seta, es mejor que se saque entera para ver la base», aconseja. También nos muestra algún babosos smillos, comestible y el hermano pequeño del boletus. «Es buen porque son precursoras de los níscalos y boletus y otras especies comestibles. Según las condiciones de humedad del monte es buena señal porque van a fructificar», añade.

en lo más alto. Por allí pasa Fernando García, recolector de Sotillo, quien se acerca a por boletus hacia la cumbre del Picorzo. Ha llegado a coger estos días seis kilos en lo alto de la Cebollera. También pasan por allí Nicolas Borobio y Lucía Crespo, de Rebollar, quienes esperan encontrar algún ejemplar, al menos para probarlos. «Ya es tarde para los boletus, pero quizás para los níscalos…», apuntan con optimismo.

Este año no se ven recolectores ilegales, cuya presencia en otras campañas es masiva. Ha tenido que ver la escasa producción pero también que no haya permisos comerciales para foráneos (solo para vecinos y vinculados), además de que si se decomisan más de cinco kilos se quita todo lo que llevan. Sin embargo, sí que se han visto muchas autocaravanas de micoturistas, especialmente en el puente de los Santos y en las propias jornadas de Montes de Soria.