La ocupación hotelera alcanza el 100% en Soria

Sonia Almoguera
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Los centros hoteleros empiezan a ver «la luz al final del túnel» de la pandemia, pero siguen con preocupación la incertidumbre económica

La ocupación hotelera alcanza el 100% en Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martí

«Llenazo». «Completo». La Semana Santa de 2022 ha cumplido las expectativas iniciales y, de alguna manera, anticipa 'buenas sensaciones' para el turismo en los próximos meses. Durante el Jueves, Viernes y Sábado Santo los hoteles de la provincia colgarán el cartel de 'no hay habitaciones'. El 100% de ocupación durante esos días «clásicos» del período vacacional de Pascua devuelve a la provincia a cifras de turismo prepandémicas, aunque, señala María Victoria Marco, vocal de Hoteles de la Agrupación de Hostelería y Turismo de Soria (Asohtur), en su caso sí detecta una ligera disminución en cuanto a movimiento de visitantes el Lunes, Martes y Miércoles Santo, que rondarán el 50% de ocupación, quizá motivada, insiste, por el precio de los carburantes y la preocupación económica derivada de la crisis por la guerra en Ucrania tras la invasión rusa. 

Pese a ello, el sector sí atisba brotes verdes, corroborado especialmente por las ganas que la gente muestra en viajar y volver a retomar plenamente la normalidad. El miedo a la pandemia parece cosa del pasado. «La gente se está relajando mucho», apunta la vocal de Hoteles de Asohtur. Después de dos años en los que el coronavirus ha condicionado su celebración, la Semana Santa vuelve a situarse como el punto de inflexión que inicia la temporada alta del turismo en la provincia. «Siempre ha sido fantástica y ha funcionado muy bien», insiste la concejala de Turismo y Comercio en el Ayuntamiento de Soria, Yolanda Santos. Este año no va a ser menos, a tenor de las reservas, augura.

Recuperar de nuevo las procesiones (son Bien de Interés Turístico Regional la Semana Santa de Soria, El Burgo y el Viernes Santo de Ágreda), la llegada masiva de turistas y lo que ello conlleva de dinamización de la restauración y el comercio local, supone «volver a retomar» la vida casi donde se quedó paralizada hace algo más de dos años, insiste Santos. Pero el hecho de que Soria siga siendo una de las principales opciones de demanda de turismo de interior no es casual. Durante toda la pandemia, el Ayuntamiento de Soria ha seguido apostando por la promoción turística de la ciudad a través de «esas pildoritas» publicitarias en grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao. «Creo que esas cosas funcionan. Al final lo ves y un día vas y te planteas venir», indica Santos. Si a ello se une que tampoco «ha venido buen tiempo para ir a la playa... Todo suma», apunta con humor la concejala de Turismo y Comercio en el Ayuntamiento de Soria, para que la provincia se convierta estos días en una primera opción para muchos potenciales visitantes. 

En este sentido, la provincia de Soria se posicionaba ya el pasado mes de febrero como la duodécima provincia más demandada en turismo rural, con un grado de ocupación del 30,10% en fin de semana, tres puntos porcentuales superior a la media regional de Castilla y León, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con alrededor de 377 establecimientos abiertos en la provincia y cerca de 3.758 plazas disponibles, el turismo rural también vive en esta Semana Santa una verdadera eclosión tras dos años muy difíciles. «Estamos en niveles de ocupación similares a la prepandemia», explica Beatriz Calavia, presidenta de la Asociación de Turismo Rural de Soria (Tursoria). 

Con una estancia media de «cuatro o cinco noches», el turismo rural provincial registra estos días un 98% de ocupación. «Si ampliamos hasta reservas semanales por las vacaciones de los niños, estaríamos en un 60%», puntualiza Calavia. 

el punto fuerteTRANQUILIDAD SIN MASIFICACIÓN

La provincia es, asegura Calavia, «un valor seguro sin masificaciones y con la tranquilidad» como máxima. Lo más demandado son las casas de alquiler íntegro tal vez porque, explica la presidenta de Tursoria, «es la oferta más numerosa». Estos días suponen para el sector ver «la luz al final del túnel» y avanzan, de hecho, «el punto de partida» para una esperanzada «buena temporada». «La Semana Santa está siendo buena y esto sí anticipa un buen año. Sí creo en una buena temporada, en un buen verano y en que este año vamos a recuperar para seguir trabajando por y para el turismo rural en nuestra provincia», asegura la presidenta de Tursoria. El hecho de que en estos días se hayan desplazado turistas venidos «desde cualquier punto de España, desde Canarias a Cáceres, Valencia, Cantabria o Cataluña», evidencia, en su opinión, que la 'losa' que cayó sobre el sector turístico aquel marzo de 2020 con la llegada de la covid-19 y el confinamiento comienza a despejarse. 

El sector del cámping también afronta el inicio de la temporada con una Semana Santa que se está traduciendo en buenas cifras en este año ya abierto a la llegada de visitantes foráneos (el año pasado la Comunidad Autónoma de Castilla y León vivía una situación de cierre perimetral a causa de la pandemia). «Realmente se ha notado. Nosotros lo tenemos casi todo lleno», comentan desde el Cámping El Concurso ubicado en la localidad de Abejar. La mayor demanda de plazas ha recaído en los bungalós. Que se alcance el 100% de ocupación en las parcelas de acampada dependerá, sobre todo, «más del tiempo que tengamos». Porque, insisten, lo que sí ha dejado claro la covid-19 es que «la gente se espera a última hora». Las reservas se hacen con muchísima menos anticipación, algo que también corrobora la presidenta de Tursoria. «Nos hemos acostumbrado a trabajar a última hora, más cerca de fechas. Antes las reservas para Semana Santa se completaban con dos meses de antelación», añade Beatriz Calavia. 

La Semana Santa suele ser un eficaz termómetro para «testear cómo va a ser el resto del año» a nivel de llegada de visitantes, indica la concejala de Turismo y Comercio en el Ayuntamiento de la capital. Y «si no cambia nada», coronavirus y otras crisis mediante, todo apunta a que 2022 «va a funcionar muy bien», vaticina Yolanda Santos. 

Desde Asohtur cruzan los dedos. Pero ya más que la evolución sanitaria de la pandemia, les preocupa la economía. «Nos está pensando mucho y más que nos va a pesar», reconoce María Victoria Marco, vocal de Hoteles de la agrupación, que hace hincapié en el importante sacrificio que el sector está realizando manteniendo, por norma general, los precios de 2019. 

Pero la Semana Santa, de por sí, no va a salvar el sector de la profunda crisis que ha vivido en los dos últimos años. «No lanzamos las campanas al vuelo», recalca la presidenta de Tursoria. Es necesario un buen año «para salir del agujero en el que nos ha metido la pandemia», añade. Y para eso sólo queda seguir trabajando y confiando con esperanza en la recuperación del sector.