La casa de Eros en Medinacedli

S.Almoguera
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Medinaceli estrena, de la mano de la Fundación DeArte, un museo dedicado a vivir elerotismo a través de los sentidos, incluido el olfato con la creación de un perfume propio

La casa de Eros en Medinacedli

Una gran mirilla de 16 milímetros permite atisbar desde la calle parte del sensual contenido que esconde su interior. Es toda una declaración de intenciones. Los 'mirones' son bienvenidos en la Maison D' Eros, un voluptuoso paraíso de arte en el que el disfrute del cuerpo y la exaltación del placer se alcanza a través de la vista, el gusto (en su salón de té) e incluso del olfato, gracias a Eros Sensual Art, el perfume que ha sido creado ex profeso para esta particular ágora dedicada al sexo en la localidad de Medinaceli. 

El centro, que abrió sus puertas el pasado fin de semana, se ubica en una casa construida en el siglo XIX, pero en este particular templo del placer pintado completamente de rosa, «el color de la piel más sensible del cuerpo», matiza Miguel Tugores, impulsor de la Maison D' Eros, todo es rabiosamente contemporáneo. 

Obras de más de 60 artistas actuales se ofrecen complacientemente a los espectadores en las paredes, en los pasillos, en las habitaciones. Rasos, espejos y una estética marcadamente 'kitch' modelan, asimismo, el ambiente erótico de la Maison D' Eros, que nace al abrigo de la Fundación DeArte con el objetivo de sumar un nuevo atractivo que dinamice «económica, social y culturalmente Medinaceli», explica Tugores. 

El proyecto da respuesta a una de las preocupaciones de Tugores: ¿cómo poner a la localidad ocilitana en el mapa nacional e internacional? Pero es también para su impulsor un sueño cumplido. «Siempre pensé que cuando me jubilara abriría un museo de arte erótico en la casa de mis padres, en Mallorca. Pero de repente, surgió la posibilidad de comprar esta casa y pensé que, realmente, no me voy a jubilar nunca, así que me tiré a la piscina», comenta Tugores con sentido del humor. 

En asociación con nueve amigos compró esta vivienda construida en el siglo XIX y situada muy cerca del Palacio Ducal en el que la Fundación DeArte tiene su sede, también con la idea de que la Maison D' Eros se convierta en un punto de referencia para artistas de temática erótica, un género que, insiste, no suele tener cabida en las galerías de arte. De hecho, artistas como el portugués Ruy Silva ya han creado un tríptico especial pensando en este nuevo espacio dedicado al arte más concupiscente. «Museos eróticos hay pocos. Cinco o seis en Europa», detalla el presidente de la Fundación DeArte. Aunque, en realidad la etiqueta museo no es la más adecuada para definir la Maison D' Eros. «La palabra museo implica algo estático y esta casa va a ser todo lo contrario: muy dinámico», insiste Tugores.

colección permanente. De hecho todo (pintura, grabado, fotografía, videoarte...) tiene cabida en esta casa en la que se entra 'por detrás', penetrando el Jardín de las Delicias, un patio de 90 metros cuadradosreservado a la escultura y en el que actualmente se pueden ver obras de los artistas sorianos Miguel Ángel Rodríguez y Ricardo González. Pero este recinto erigido como Olimpo de lo epicúreo se plantea también como un lugar en el que aprender y disfrutar del cuerpo, de ahí que igualmente esté previsto organizar charlas no estrictamente relacionadas con el arte. «Por eso la llamamos ágora». 

Las exposiciones temporales irán aportando atractivos de forma periódica, pero la base de la Maison D' Eros será la colección permanente de arte erótico de Miguel Tugores, «mis enamoramientos, mis joyitas», señala entusiasmado. 

Todo ello conferirá a este nuevo enclave de Medinaceli un carácter «único» prácticamente en el mundo, pues estará «centrado en el cuerpo humano», insiste Tugores. De momento, asegura, la apertura de la Maison D' Eros está generando expectación. El boca a boca ha comenzado a atraer a visitantes en sólo una semana. El recinto expositivo está abierto de jueves a lunes en horario de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas. El precio de la entrada es de cinco euros, un precio «módico», insiste Tugores, para disfrutar de una sensual 'orgía' de arte contemporáneo.