Marta Pérez saltaba a la pista de Belgrado para correr por tercera y última vez en el Mundial de Pista Cubierta, pero para hacerlo de nuevo en su distancia, los 1.500 metros. La soriana había sufrido para entrar en la final con un quinto puesto que le hizo clasificarse por tiempos y tras sufrir en la final de los 3.000 metros, pero en esta distancia no hay dos carreras iguales.

Era uno de los guiones esperados. Tsegay, la máxima favorita, se colocaba rápido en cabeza y le seguían sus dos compatriotas etíopes buscando un triplete más que posible al contar con las mejores marcas. Marta Pérez iniciaba en la parte de atrás, tras un pequeño susto en forma de tropiezo, buscando controlar al resto de rivales con la cabeza en buscar un puesto de finalista entre las ocho primeras.

La carrera era rapidísima y mientras Tsegay se exhibía, Marta Pérez buscaba avanzar posiciones que exigían grandes esfuerzos al ir todas las corredoras en fila de uno. A falta de 200 metros ya era novena, pero con un 4:10,17 finalizaba en décima posición en un campeonato en el que arriesgó doblando pruebas y en el que la valentía de la soriana ha sido su mejor medalla.