Jesús de Lózar

Jesús de Lózar


Chinos

27/03/2023

El domingo por la tarde ya estaban los apartados con maderas bajo los soportales de las casas blasonadas de la calle de la Cruz. El lunes por la mañana, todo preparado para el mercado. El pasadizo entre las aceras y unas cuerdas para que los niños pudieran ir al colegio de las monjas entre tanto aluvión de gente. El fielato en una casa vieja. La plaza llena de cajones con tres o cuatro lechoncillos. Un hombre les capa con una especie de cuchilla afilada entre sus gritos inmisericordes. La plaza de los chinos. Chinos, cochinos, cerdos, cutos, marranos, puercos, lechones, verracos, gochos, guarros, gorrinos. 
Luego descubrí que la plaza se llamaba de los Mártires de la Tradición, nombre sustituido recientemente por el de Bernardo Velasco Huidobro. Muchas plazas de mi pueblo se siguen renombrando por un cierto tipo de ganado, respondiendo a la tradición de vender ahí los días de ferias y mercado esos animales: plaza de los chinos, plaza de las ovejas enfrente de donde nació el Padre Flórez. No hay más con nombres de animales porque el resto del ganado, las vacas, los caballos, se concentraban en el extrarradio, fuera del casco, cerca de la iglesia de Santa María. Curioso, no hay plazas o calles con nombres de cereales o de labores agrícolas siendo un pueblo de secano.
No había granjas de cerdos.  Más adelante sí, pero de pollos y gallinas. 'Huevos Álvarez. Los más frescos, del culo a la boca'. En algunas casas y en los pueblos de alrededor cuidaban  algún cerdo para consumo propio. En San Martín ir a la escuela por la calle de Abajo, ver matar a los cerdos, oír sus espeluznantes gritos que te sobrecogían el alma obligándote a echar a correr. Recordar, mucho, mucho tiempo después, esos mismos chillidos de un cerdo enorme colgado de la pared del Pajar del tío Benito en Molinos de Razón. 
Todavía en nuestra tierra hay familias que desde los lugares más dispares tienen a gala juntarse todos en el pueblo y celebrar la matanza, como me contaba Javier Blanco, el presidente de Copiso,  que hacen en Berlanga. En El Burgo de Osma la familia Martínez Soto va por las 48 jornadas rito-gastronómicas de la Matanza del Virrey Palafox, con su Museo del Cerdo incluido. En Arcos de Jalón son ya 22 las ediciones matanceras. En Covaleda llevan ya ocho años con la Feria del Chorizo. Se acaba de celebrar recientemente el duodécimo Concurso 'El Mejor Torrezno del Mundo'.
Las jornadas de la matanza, los torreznos, el chorizo, la morcilla, el lomo, la presa, el solomillo,  el jamón, serrano, ibérico, Duroc, todo esto no sería posible sin las granjas de ganado porcino, sin los cerdos. En Soria este subsector representa el 30% del total de la producción agraria. El número de explotaciones ha ido disminuyendo progresivamente desde las 479 de hace treinta años hasta las 173 del Censo Agrario 2020 del INE, pero ha aumentado su tamaño. 
Según el Anuario de Estadística Agraria de Castilla y León nuestra provincia, con 588.601 animales en 2021, se sitúa solo detrás de Segovia y Salamanca con un 12,9% de cuota sobre el total regional, mientras que solo se sacrifica el 0,79%, lo que pone de manifiesto la necesidad de montar un matadero capaz de genera aquí mayor valor añadido. De 2008 a 2021 el censo de ganado porcino ha crecido en Soria un 54,7%, más del doble que el  de Castilla y León (24,8%) y más de la mitad que el de España (32,7%). Algo tendrá que ver con esta situación que Copiso Soria sea la empresa de mayor facturación de la provincia.