Repiten el uso repelente para evitar accidentes por animales

A.I.P.
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La Junta adjudica a la empresa Seanto, por 48.170 euros, la actuación en cinco carreteras por segundo año

Volverán a usar repelente para evitar accidentes por animales - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha adjudicado a la empresa Seanto SL, por un importe de 48.170 euros, la aplicación de repelente oloroso, mediante pulverización directa, en los márgenes de cinco carreteras: SO-100 (de Soria capital a Berlanga de Duero); SO-910 (de Abejar a Venta Nueva); SO-820 (de Tera a Molinos de Duero); SO-810 (de Cidones al embalse de la Cuerda del Pozo); y, con especial atención, en la CL-116 entre El Burgo de Osma y Almazán, que se repetirá periódicamente para que no disminuya su efectividad (en abril, julio y octubre). El plazo para su ejecución es de ocho meses y se financia con cargo al Crédito de Gastos Descentrados en el Servicio Territorial de Fomento para conservación de carreteras.

Tal y como puntualiza el jefe de este servicio, José Luis Palacios, esta adjudicación es la segunda parte del contrato, ya que el sistema empezó a probarse el año pasado en los tramos de la cinco vía citadas, que suman 148 kilómetros en total. «Todavía no hay resultados sobre la efectividad, hay que esperar dos años. Además, 2021 fue excepcional por las restricciones de tráfico por la pandemia», aduce. 

Según el balance de siniestralidad de tráfico publicado por El Día de Soria a finales de febrero, en 2021 se produjeron 1.950 accidentes de tráfico en las carreteras sorianas (un 28,3% más que en 2020 y un 15,8% más que en 2019) y ocho de cada diez se produjeron por la irrupción de animales en la calzada (1.589). Además, cabe aclarar  que el incremento de la cabaña de corzo está relacionado directamente con este tipo de incidentes de tráfico (1.248 de 1.589). La N-234 acapara el grueso de los accidentes por animales (184 en 2021), seguida de la N-122 (178); la CL-116 (196), la SO-100 (91); la CL-101 (87) y la N-111 (65). Incluso en la A-2 (vallada) se registró una quincena de accidentes por atropello de fauna silvestre.

atropellos. En las carreteras de la Comunidad autónoma y, en concreto, en las cinco sorianas en las que se experimenta con este método, se producen atropellos de animales en libertad, con el consiguiente riesgo para los usuarios de la vía, por lo que esta medida se plantea como una barrera de olor disuasoria para que ciervos, corzos, jabalíes y otros animales silvestres no invadan la carretera.

«Hace falta contar con los datos de dos años, 2021 y 2022, para saber si hay que continuar con la aplicación de este repelente y, si funciona, incluso aplicarlo a otras carreteras. Tampoco es una solución  costosa», abunda Palacios.

El sistema consiste en la mezcla de feromonas de lobo, resina y agua en una cuba. Este producto se extiende en los márgenes de la vía mediante una boquilla pulverizadora, impregnando vegetación, suelo, cerramientos, etcétera. La presencia de la resina hace que la mezcla se adhiera y permanezca activa durante un periodo estimado de tres meses, por lo que se recomiendan hasta cuatro aplicaciones al año de tratamiento. 

En este caso, se lleva a cabo en primavera, verano y otoño y es el segundo año consecutivo que se efectúa, para después desarrollar un estudio sobre la efectividad del producto, como indica el responsable provincial de Fomento.

Esta fórmula también se ha ejecutado en otras carreteras de la Comunidad autónoma, como en las autovías A-601 (entre Cuéllar y Segovia) y en la A-231 (León-Burgos) desde el año 2020 y los atropellos de fauna salvaje se redujeron entre un 40% y un 50%.