Enseñar, mucho más que 'dar' la lección

Sonia Almoguera
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Profesores de Primaria y de Secundaria destacan la 'revolución' tecnológica y social que han vivido las aulas en las últimas décadas

Enseñar, mucho más que 'dar' la lección - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

¿Recuerdan a aquel profesor que les marcó? ¿El que no sólo les enseñó a leer y a escribir, sino que les abrió también la mente y les guió en su proceso de aprendizaje? Enseñar, transmitir conocimientos, pero también educar, ayudar a desenvolverse en la vida son las misiones de los profesores y maestros, una tarea que todos coinciden en definir como totalmente vocacional y sumamente enriquecedora. Cuando se obtiene la recompensa, que los estudiantes aprendan, aseguran, supone una «satisfacción» indescriptible, explica Rufina Calavia, maestra jubilada aunque 'reenganchada' en el programa de la Junta de Castilla y León Profesores Honorarios . 

Para Jesús Lope, profesor del Instituto Antonio Machado que acaba de jubilarse hace sólo unas semanas, una de las cosas más bonitas que le han aportado sus 36 años de dedicación a la enseñanza es, precisamente, esa bonita relación que se crea entre el profesor y el alumno en la que ambos aprenden mutuamente. De alguna manera, insiste también Jesús Rivera, que imparte su 25º curso académico (el séptimo en el Colegio Nuestra Señora del Pilar de la capital soriana), enseñar pone a los propios docentes en la tesitura de seguir constantemente aprendiendo y reactualizando sus conocimientos. Estar al día, señala Rivera, es vital para seguir conectando con los alumnos y, en este sentido, las nuevas tecnologías, recalca Jesús Lope han exigido en los últimos años un gran esfuerzo. Y, en esto, además, la pandemia de COVID-19 ha forzado en el último año y medio a muchos docentes a 'reinventarse' y a trabajar en una condiciones incómodas en aras a evitar a la propagación del coronavirus. Si echa la vista atrás a los años en los que empezó a impartir clases de Primaria a mediados de los 80, Rufi Calavia estima que la educación ha cambiado mucho en estas décadas y no sólo por la introducción en el aula de tabletas, ordenadores y otros dispositivos electrónicos que han supuesto una auténtica 'revolución'. «La escuela es una piel con poros de la sociedad. Es permeable a los temas sociales», explica. Así, a lo largo de estos años, ha sido testigo de otros cambios que se han ido sumando a la labor pedagógica, desde la introducción de modelos metodológicos en los que el alumno es protagonista activo de su propio aprendizaje, a la integración de escolares venidos de otros países, culturas y religiones o incluso la adopción de una sensibilidad distinta en los temas de perspectiva de género. «La escuela», en definitiva, estima Calavia, «se hace eco de lo que está pasando». 

lo que no cambia. Lo que no cambia, asegura, es la pasión con la que siguen dedicándose a la enseñanza a pesar de los momentos duros, que también los hay, asegura Jesús Lope. Para César Gonzalo, que acaba de iniciar su trayectoria como profesor de Literatura Universal y Ciencias Sociales en el Colegio Nuestra Señora del Pilar, está claro que enseñar implica «tener pasión por lo que se hace» y, esto requiere, a su vez, tratar de hacer cercanos los conocimientos que se imparten. Así que, en estos primeros meses de docencia que comparte con Javier Calaveras, que ha cogido el relevo de las clases de Jesús Lope en el Instituto Machado, se siente como un alumno más, feliz de aprender cada día. 

(Reportaje íntegro en la versión impresa de El Día de Soria)