Son muchas las cábalas las que se realizan estos días sobre las posibliidades de permanencia del Numancia. Solo hay una segura: ganar los dos partidos que quedan. Esto supondría alcanzar los 53 puntos, es decir, la salvación sin depender de nadie. Pero para ello hay que ganar mañana en Huesca. El reto es más que complicado a priori. El equipo aragonés está en ascenso directo, es el mejor local y tiene en su mano despejar el billete para Primera División. A eso se añade que el Numancia ni se acuerda de la última vez que ganó a domicilio, algo que por supuesto no ha sucedido tras el confinamiento. Sin embargo, Lus Carrión está convencido de que se puede ganar. El argumento del entrenador es que ya en Vallecas, hablando de los partidos a domicilio, aunque se perdió la actitud de los jugadores fue diferente. "Lo noté en el prepartido de Vallecas y también en el descanso ante la Ponferradina pese a la mala primera parte. Veo a los jugadores tranquilos, convencidos y con fuerza. No va a pasar lo de Lugo. Lo dije en su día y sigo pensando lo mismo". A la larga lista de bajas ya conocida se une Admonio, que no se ha recuperado a tiempo. Vuelve Nacho tras cumplir un partido de sanción.