La Diócesis de Osma-Soria y el Ayuntamiento de Castilruiz ultiman estos días las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre la propiedad de la ermita de los Ulagares, lo que está evitando un litigio por vía judicial. Ya se habría acordado la titularidad al 50% entre las dos partes implicadas.

Ahora, el tema se querría solucionar antes de final de año, por lo que se estaría tratando ya el último y único punto de discusión que plantea algunas diferencias. El tema de debate ahora sería la composición de la comisión gestora de los bienes de la ermita, que el Consistorio pide -como una cuestión innegociable- que se mantenga como ha funcionado tradicionalmente, con tres miembros: párroco (nombrado por el Obispado), mayordomo (de los dos que hay y que son elegidos por los feligreses, como si se tratara de una figura neutral) y el Ayuntamiento. Por su parte, la Diócesis de Osma-Soria plantea que sean cuatro los componentes de la comisión gestora, añadiendo a los tres citados un representante del Obispado. Esta opción no procuraría el desempate entre los miembros, al ser pares.

La disputa comenzó cuando el Ayuntamiento abrió en 2018 un expediente de investigación para determinar la propiedad del templo, en el que incluso se dio audiencia al Obispado y que finalmente se resolvió determinando la propiedad municipal. Los vecinos iniciaron una recogida de firmas para apoyar la propiedad municipal.

Posteriormente, el Obispado presentó dos demandas ante los tribunales, una por lo Contencioso Administrativo por el expediente y otra por lo Civil para reclamar la propiedad definitiva del inmueble. El Juzgado paralizó las obras de rehabilitación que estaba llevando a cabo el Ayuntamiento y este hecho causó malestar entre los vecinos del pueblo, en el Consistorio y la Cofradía, sobre todo.

Finalmente, ambas partes decidieron negociar para poder llegar a un acuerdo, ya que la diócesis siempre ha sido partidaria de acuerdos extrajudiciales, insistiendo en la idea de que, si un bien está registrado a nombre de la Iglesia, no quiere decir que no sea del pueblo. Este era el único caso ‘dudoso’.

la ermita. La ermita de los Ulagares está registrada como inmatriculada y el pueblo ha entendido que es de su propiedad. Consta de un edificio principal, con planta en cruz, sacristía, dos capillas y cúpula central, así como una vivienda para los santeros. En el interior tiene un espléndido retablo barroco y la Virgen de los Ulagares.

Es de los pocos casos cuya propiedad se ha intentado solucionar por el Juzgado, aunque finalmente ha primado el sentido común y no ha sido así. En el caso de la ermita del Cerezuelo de la localidad segoviana de Cerezo de Arriba el Juzgado resolvió que la propiedad correspondía a la Iglesia, mientras que el Ayuntamiento recurrió esta sentencia.