A finales de septiembre, el director de Arraigo, Enrique Martínez, anunció que paralizaba el proyecto para atraer nuevos pobladores a la provincia por «falta de financiación», ya que las ayudas públicas con las que esperaba contar no terminaban de llegar y acumulaba ya un «agujero financiero» de 68.000 euros. Con su decisión, «el proyecto nacido en Soria para repoblar Soria» se trasladaba a otras zonas donde habían manifestado su interés por la iniciativa, como Madrid o Burgos.
Tras la ‘amenaza’ del proyecto Arraigo, los responsables de la Diputación reaccionaron y anunciaron su intención de desbloquear las ayudas de arraigo anunciadas al amparo del Plan Soria y dotadas con una partida de 200.000 euros. Eso sí, avisaba el presidente de la institución, Benito Serrano, había un cambio de rumbo y esas subvenciones ya no irían a empresas o entidades dedicadas a servicios de repoblación (como inicialmente se anunció), sino a «ayuntamientos y grupos de acción local» que, después, contratarán los servicios con quien consideren oportuno. La semana pasada, el vicepresidente de la Diputación, Saturnino de Gregorio, confirmaba que «en breve» saldrá a licitación esta nueva línea de ayudas. Antes, se ponía en contacto con los responsables de proyecto Arraigo, según indicaban ellos mismos, para informarles de los avances en la tramitación, dado el interés que habían mostrado por ello. A la vista de los acontecimientos, desde Arraigo decidieron a principios de mes retomar el proyecto provincial con dos líneas de trabajo. Por un lado, han seguido poniendo en conexión nuevos pobladores con pueblos de acogida, con un resultado positivo de tres familias. Según explica la responsable del proyecto en Soria, Cristina Gómez, a principios de mes llegaron los primeros a Cubo de la Solana, una familia numerosa integrada por los padres y siete hijos, de los que seis son menores en edad escolar. El padre ha encontrado trabajo en una cooperativa soriana. Esta semana ha llegado otra familia a San Pedro Manrique con tres hijos, y este viernes está previsto que haga lo propio otra en Langa de Duero con otros tres hijos en edad escolar (tienen otro pero es mayor y está estudiando fuera). «En cuanto hemos comenzado a mover un poco han llegado tres familias», destacan desde el proyecto, recordando así que acumulan ya prácticamente tres años de experiencia en iniciativas de arraigo y eso les da un bagaje fundamental para facilitar la llegada de nuevos pobladores. Cabe recordar que el proyecto cuenta con un censo de 650 familias interesadas en vivir en un pueblo.
La segunda línea de trabajo se ha dirigido a los ayuntamientos de Soria. Los esfuerzos se han centrado en presentar el proyecto con la idea de que, cuando salgan las ayudas de la Diputación, puedan contar con los servicios de Arraigo.