Comunidades de vecinos en jaque por el gasto energético

A.I.P.
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Las cuotas mensuales de las comunidades de vecinos de Soria suben en torno al 47% o se emiten derramas de hasta 500 euros

Comunidades de vecinos en jaque por el gasto energético - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

De 66 a 97 euros. En términos porcentuales, el incremento es de casi un 47%. Las cifras corresponden a la cuota mensual de una vivienda de 70 metros cuadrados en una comunidad de vecinos en el barrio de Los Pajaritos. El aumento en 31 euros (372 euros más al año) responde a la inflación disparada de los precios de la energía. En particular, el gas. En este caso se trata de uno de los pocos inmuebles que se suministra de este combustible tanto para la calefacción como para el agua caliente. Así las cosas, mientras en 2020 -año de la pandemia marcado por la deflación- el consumo de gas supuso para este vecindario un importe de casi 22.300 euros, ya en 2021 se asumió una subida sustancial superando los 37.700 euros, es decir, un 69% (el cálculo al finalizar el ejercicio anterior para 2021 era de un gasto de 25.000 euros en gas y se pagaron 12.700 euros más). Y la previsión de la partida que habrá que destinarse en 2022 es de un montante de 50.000 euros, más del doble que hace dos años. De ahí que se hayan actualizado al alza los recibos mensuales, tanto para absorber el gasto a mayores del último ejercicio como lo que está por venir. 

Igualmente, aunque en menor proporción, ha subido la factura de electricidad del bloque de viviendas, de 4.400 euros en 2020 a 5.500 en 2021 (un 25% más) con la previsión de que a lo largo del presente ejercicio el importe se eleve a 5.700 euros (un 3,7% más en comparación con el año anterior).

Aunque en el ejemplo de esta comunidad de vecinos de la capital soriana se ha optado por el incremento de las cuotas mensuales para hacer frente a los sobrecostes energéticos, lo habitual es emitir derramas puntuales para pagar las cantidades a mayores que no se cubren con los recibos periódicos. «Creo que subir las cuotas, ahora mismo, no sirve para nada, hay que hacerlo mediante cuotas extraordinarias», aduce Pedro Gimeno, administrador de fincas que en la provincia de Soria se ocupa de más de 150 comunidades.

En este sentido, Gimeno advierte de que el impacto de la subida de la luz no se acusa tanto en los bloques de pisos ya que, generalmente, se trabaja con contratos con descuentos pactados con las compañías eléctricas. «Es cierto que algunas empresas ya están rompiendo estos acuerdos de forma unilateral, así que puede producirse la tormenta perfecta», advierte.

Respecto a los combustibles que se emplean para calefacción y agua caliente, el administrador de fincas asegura que en el caso del gasoil el pasado verano el precio se situó en 0,54 euros por litro y, en la actualidad, se encuentra en 1,40 euros.

«Pero la ruina es el gas, cuyo precio se ha multiplicado por cuatro, por cinco... Hasta hace dos meses, cuando convocábamos a los vecinos, les informábamos de derramas de 150 euros, pero ahora con el acumulado pueden llegar a 500 euros. Una comunidad que gastaba 40.000 euros al año, se va a 200.000 euros, y esto no hay forma de atajarlo, ni con el fondo de garantía ni con nada», sostiene Pedro Gimeno.

Por el momento, el administrador asegura que no se han detectado impagos de vecinos que no puedan hacer frente a estas abultadas sumas, pero avisa de que «el panorama se presenta complicado», en particular para aquellas viviendas que se suministren de gas natural. «En Soria no hay muchos bloques, pero  en Zaragoza son la mayoría. Y allí se están viendo problemas más serios. En algunos inmuebles, se están dejando de hacer obras y mejoras porque hay que pagar la luz y el gas», finaliza.

por cuotas o derramas. Por su parte, el administrador de fincas Tomás Gallardo, cuya empresa gestiona más de 70 comunidades en Soria, explica que para asumir las ingentes facturas energéticas se está recurriendo tanto al aumento de las cuotas mensuales como a los pagos excepcionales. «Para las derramas hemos estado esperando a ver si esto para, pero no parece que haya tope. Sobre todo en el caso del gas. Porque el gasoil ha subido un 60-70% en un año, pero es que en el caso del gas la factura se ha disparado hasta casi 0,17 euros/kWh, cuando ha estado en 0,03 euros/kWh», apunta.

Gallardo coincide en que en el caso de la electricidad se ha notado menos por los contratos pactados, pero advierte de que algunas comercializadoras que no son generadoras de energía no pueden asumir la inflación y ha habido comunidades vecinales que han tenido que renegociar las condiciones de estas tarifas.

IMPACTO a corto plazo. Desde Carreteros & Asociados afirman que, por ahora, no se ha repercutido el incremento de los costes energéticos en las comunidades de vecinos, pero aventuran que, a corto plazo, los propietarios tendrán que asumir aumentos cercanos al 50%. «Por ahora, se tira de los presupuestos previstos a principios de año, pero al final del año es cuando vendrá el varapalo», describen.

En este sentido, abundan en que cuando se cierren las cuentas de las comunidades a finales de este 2022, se verán obligados a actualizar al alza las cuotas de 2023, que se empezarán a cobrar a partir de marzo.

Por ahora, donde no ha sido suficiente el fondo de liquidez comunitario, se ha optado por las derramas, aunque no existe una cuantificación media de estos pagos extras, ya que depende de si el suministro es de gasoil o de gas natural. «Cambia mucho de uno a otro», puntualizan.

unifamiliares. En el caso de las viviendas individuales, llenar el depósito de gasoil para calefacción y agua ha duplicado su coste en poco más de seis meses. Es el ejemplo de un hogar de unos 100 metros cuadrados en La Barriada de la capital soriana. En noviembre del pasado año, los propietarios llenaron el tanque a 0,72 euros el litro, lo que supuso un desembolso de 421 euros (sin IVA), mientras que a primeros de febrero de este año la factura ya anotó una subida, teniendo en cuenta que el precio del litro se situó en 0,80 euros, por lo que la suma a pagar fue de 464 euros. 

A día de hoy, si tuvieran que realizar una compra similar la factura se elevaría a 841 euros, ya que el coste del litro está en 1,45 euros. Por lo tanto, la factura en seis meses se encarecido en un 86%, en particular de febrero a abril cuando el coste de este combustible se ha disparado en más de un 68%.