Una paradisíaca y relajante playa, un subyugante volcán o puede que incluso caminar entre dinosaurios. Sólo hace falta girar la mirada para encontrar sucesivas sorpresas… El cuerpo, en realidad, está en la calle Enrique Pascual, en el centro terapéutico de día de Aspace Soria, pero la mente, sin embargo, deambula por esos escenarios imaginarios gracias a unas gafas de realidad virtual. Aunque, ambos, cuerpo y mente, están trabajando al mismo tiempo. Se trata del nuevo programa que ha puesto en marcha Aspace Soria gracias a los fondos europeos Next Generation y el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia del Gobierno de España, una iniciativa que permite introducir las nuevas tecnologías a la rehabilitación de pacientes con parálisis cerebral. 

La entidad lleva ofreciendo este nuevo servicio de telerehabilitación con realidad virtual desde el pasado mes de marzo y el balance, asegura Laura de Diego, gerente de la asociación, está siendo muy positivo, sobre todo por su carácter motivador y relajante. «Nosotros buscamos que el paciente esté a gusto, que quiera venir. Nuestros usuarios son personas que están hartas de ir de una terapia formal a otra. Esto nos permite hacer algo más lúdico y que vengan motivados», explica. 

Porque, en realidad, cada sesión es una sorpresa. De eso se encarga Mario Calonge, fisioterapeuta de Aspace Soria. «Siempre estamos buscando nuevos vídeos para que sea diferente», explica. Siempre en consonancia con los gustos de cada usuario. A Loli de León, una de ellas,  le encanta la playa y, estar virtualmente en una de ellas mientras realiza los ejercicios de fisioterapia le reporta, además, un importante grado de relajación. «Estoy tan tranquila viendo playas que me evado de donde estoy», añade con una sonrisa. «Con ella trabajamos las reacciones y también el equilibrio», explica el fisioterapeuta. 

De hecho, asegura De León, movimientos que, sin las gafas de realidad virtual, le cuesta más hacer, con ellas puestas desaparecen un tanto los temores y los lleva a cabo quizá  de forma más fácil, sin dar tiempo a que su cerebro piense. «Al principio te sorprende. Es como el típico cuadro de la wiii [consola doméstica de videojuegos]. Pero luego puedes ver un saloncito, un mar, un volcán. Todo a tu alrededor son imágenes que van surgiendo», añade esta usuaria.

Sólo el hecho de verse con las gafas de realidad virtual, insiste De Diego, introduce en los usuarios «una cosa que parece un juego y que puede ser algo motivador y lúdico», apunta. 

En un «día a día» en el que dentro de las terapias individualizadas para afectados de parálisis cerebral hay «muchas ramas que tocar» en cuanto a fisioterapia, psicomotricidad, logopedia y respiro familiar, «al final este programa es una técnica más», apunta la gerente de Aspace Soria.  

gafas, software, pantalla. Para la puesta en marcha de este novedoso programa Aspace Soria ha recibido una partida de 27.780 euros (la entidad soriana y la federación regional de asociaciones de parálisis cerebral aportan otros 1.000 euros), una financiación que les ha posibilitado adquirir el material necesario: las gafas de realidad virtual, la pantalla gigante que permite a los profesionales ver lo que contemplan los usuarios a través de las gafas y controlar el desarrollo de la terapia y el sofware necesario que, en el fondo, insiste Laura de Diego, «es lo más caro». 

Poner en marcha este nuevo programa era algo que tenían en mente, pero la responsable de Aspace Soria  reconoce que no era posible por cuestiones económicas. «No podíamos hacer frente a la compra de ese material», asegura. De ahí que cuando, hace dos años, comprobaron que entre las líneas de ayudas de los fondos europeos Next Generation había una dedicada a las nuevas tecnologías adaptadas a la rehabilitación vieron clara la oportunidad. El Centro de Aspace Soria es uno de los tres de Castilla y León, junto con el de Ávila y Segovia, que ha logrado alcanzar estas ayudas.

Las terapias actuales están dirigidas, fundamentalmente, a mejorar la parte motórica, pero, a futuro, las aplicaciones de este tipo de tecnologías virtuales se aventuran infinitas en el campo de la rehabilitación. Ahora, no obstante, el desarrollo de distintos programas e iniciativas enfocadas a esta función es limitada y poco variada. «Estamos buscando otro de tipo de ejercicios», avanza Mario Calonge, que permita ampliar el espectro de trabajo y trabajar otros campos además del equilibrio o la amplitud de movimientos. «Nos queda muchos avances , está muy reciente aún su uso en rehabilitación», apunta.

Pero lo cierto es que si anteriormente se trabajaba mucho con la teoría de los espejos, insiste el fisioterapeuta, ahora comienza a apostarse de forma incipiente por la telerehabilitación a través de realidad virtual.  En poco tiempo, podría implementarse de forma genérica.

«Es otro tipo de trabajo, no convencional como el de siempre», apunta. Y sólo hay que ver cómo se divierten los usuarios más pequeños «cuando aparecen dinosaurios», puntualiza con sentido del humor la gerente de Aspace Soria. Los ejercicios y los vídeos con los fondos de realidad virtual están adaptados a las propias peculiaridades de cada paciente. «El paisaje ayuda y acompaña con la respiración», explica, al tiempo que la vistosidad visual de cada uno de estos vídeos ayuda a interactuar de forma diferente. «Trabajamos más la reacción y la amplitud de movimientos con control de tareas porque utilizamos los diferentes objetos virtuales que nos van saliendo», agrega el fisioterapeuta. «No es lo mismo trabajar a nivel de la sala que hacerlo en un espacio virtual que es otra experiencia diferente», apunta Mario Calonge. En este sentido, a través de una tablet conectada al software los fisioterapeutas pueden ver lo que los pacientes van viendo a través de las gafas de realidad virtual para hacer un seguimiento del rendimiento en cada sesión. Gracias a la realidad virtual, la mente está 'distraída' y permite trabajar con el cuerpo de otra forma. 

Mario Calonge, que se define como un enamorado de las nuevas tecnologías, recibió formación específica para operar con este programa informático adaptado a la rehabilitación y, posteriormente, se encargó de formar al resto de sus compañeros. 

La subvención, apunta Laura de Diego, tiene una vigencia de dos años, pero el objetivo es que, pasado ese tiempo, continúe como una terapia más de las que se ofertan en el centro de día de Aspace. «Queremos que ese material que hemos adquirido gracias a los fondos Next Generation y el Plan de Recuperación, Transformación y Residencia del Gobierno de España siga siendo útil y se incorpore al día a día del centro, que sea una herramienta más», certifica la gerente de aspase. A la vista del grado de satisfacción de los usuarios, la permanencia parece asegurada. «Es divertido. Es gratificante», asegura Loli de Miguel, que lleva alrededor de dos meses haciendo uso de este programa. En su caso, apunta, se trata no sólo de ganar movimiento, sino también de «no perder» y gracias a iniciativas como éste tiene la sensación de conseguir al menos esto último porque, de alguna manera, las gafas de realidad virtual la evaden y evitan que tenga miedo de realizar algunos movimientos. 

impresora 3d. El de telerehabilitación a través de realidad virtual no es el único programa de nuevas tecnologías que desarrolla Aspace Soria. También tiene en marcha 'LABmakers', una iniciativa que permite la creación y producción a medida de herramientas terapéuticas adaptadas a cada una de las necesidades de los pacientes. A través de una impresora 3D que permite materializar los objetos que se necesiten. En marzo dio comienzo la formación del personal de este programa, una iniciativa llevada a cabo gracias a la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León a través del marco del componente 22 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea. 

Aunque, reitera la gerente de Aspace Soria, el proyecto más importante que está llevando a cabo la entidad sigue siendo la construcción de su nuevo centro de día que permitirá no sólo ampliar unas instalaciones que hace mucho tiempo que se quedaron pequeñas debido al elevado número de usuarios, sino también ofrecer una alternativa residencial para pacientes de la provincia. 

A fecha de 31 de diciembre quedará certificado el 70% de la construcción del edificio en la cercana carretera de Logroño. El objetivo es que, al menos parte de los servicios puedan trasladarse al nuevo centro el año próximo. No obstante, la principal preocupación tiene que ver con el sobrecoste de la obra que, a consecuencia de la inflación y la crisis de los materiales de construcción, añadirá un 30% más de gasto al presupuesto total. «Pasamos de 1,5 millones a 2,1», lamenta De Diego.