Artes de mujer

Sonia Almoguera
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La artista visual Gloria Rubio, la fotógrafa María Ferrer, la escritora Lucía Santamaría y la galerista Laura Benítez reflexionan sobre el difícil acceso de las artistas femeninas a los circuitos del arte y el cambio de tendencia que «poco a poco

Artes de mujer - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Artemisia Gentileschi (1593-1656), Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun (1755-1842), Camille Claudel (1864-1943), María Roësset Mosquera (1882-1921), Lluïsa Vidal (1876-1918), Vivian Maier (1926-2009)… La lista de mujeres artistas es tan larga como desconocida. Escasamente presente en centros museísticos, la narrativa (y la divulgación) de la historia del arte sigue siendo eminentemente masculina en las principales disciplinas artísticas. La visibilidad de la mujer en el arte, por tanto, sigue siendo aún una asignatura pendiente que entidades como la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales Contemporáneas (MAV) o Legado de las Mujeres, a través de su mapas de escritoras, están tratando de enmendar. Objetivo: sacar a las grandes artistas del pasado de la nebulosa del olvido y empezar a normalizar la presencia femenina en paredes de museos, exposiciones, bibliotecas y librerías.

Porque, como aseguran las artistas sorianas consultadas, el talento está (y debería estar) por encima del género. «Hay muchas mujeres haciendo cosas interesantes», destaca la artista soriana Gloria Rubio Largo, vocal y socia número 111 de MAV, entidad que aglutina ya a más de 700 mujeres vinculadas a las artes entre sus miembros. Por desgracia, asegura, en ocasiones exponer no es tan fácil para las creadoras. Hace unos años, Rubio Largo, Beca de Creación Artística 2017 de la Fundación Castilla y León, entre otros galardones, formó parte de un proyecto expositivo colectivo con artistas de Portugal y de Castilla y León. «Éramos 10; sólo dos mujeres», subraya. Se van dando avances, eso sí, asegura. En el pabellón de España en la 59º edición de la Bienal de Venecia este año hay paridad entre sus cuatro artistas invitados: Ruth Gómez, Nuria Mora, Daniel Muñoz y Sixe Paredes. 

cuesta encontrar. Pero, certifica Laura Benítez, gerente de CortabitArte, galería soriana que este año cumple su décimo aniversario, el mercado del arte actual continúa siendo eminentemente masculino. Aunque, puntualiza, también es cierto que cuesta encontrar mujeres artistas. «Hay muchas menos», apunta. ¿La razón? En una esfera pública tradicionalmente dominada por los hombres tal vez «la mujer ha estado más cohibida» y el arte, apunta Benítez, «no deja de ser un ejercicio de 'tirarte a la piscina'» de mostrar unos sentimientos y una sensibilidad que, en el caso de las mujeres, siempre se guardaban «dentro». Pero el arte, insiste, no es ajeno a otras disciplinas como la música o la propia literatura, donde los varones también son más numerosos.

Según el estudio sobre Desigualdad de género en el sistema del arte en España que la historiadora Marta Pérez Ibáñez publicó en 2020, sólo el 27% de los catálogos de las galerías de arte contienen artistas femeninas. Y, de hecho, de las casi 60 exposiciones que ha organizado CortabitArte en su década de andadura en la capital soriana sólo cuatro han estado protagonizadas por mujeres (Elena Molinari, Marian López, Berta Solana, que expuso junto a Javier Madrid en 2019, y la gran Lita Cabellut). 

Pero, en este sentido, el Simposio Internacional Soria.Arte que la galería celebró en 2021 ha marcado un punto de inflexión. «Tuvimos un 50% de hombres y otro 50% de mujeres», añade Benítez. El evento, de alguna manera, también ha marcado la necesidad para CortabitArte de incluir más artistas femeninas en su programación. El próximo mes de septiembre tienen cerrada una muestra con Lorena Domingo y de cara a 2023 ya tienen prevista otra exposición para dar a conocer a más artistas emergentes. «Yo creo que hay un cambio de tendencia, aunque no a tanta velocidad como nos gustaría», insiste la gerente de CortabitArte. 

Para la artista Gloria Rubio Largo aún queda mucho por hacer. «Tenemos un problema en general: el momento de la maternidad. Parece que el mundo se para sólo para la mujer», insiste, aunque eso también «está ahora un poquito mejor», matiza esperanzada. 

Pero no sólo ser mujer puede ser un obstáculo en el mundo del arte. Si se es artista en el medio rural, «las probabilidades de ser visualizada» se reducen aún más, asegura. Con esa otra «discriminación» de lo rural frente a lo urbano, que, añade, «también sufren los hombres» está muy sensibilizada MAV. Iniciativas como DamasJuanas, que han puesto en marcha varias socias de MAV de Castilla y León (entre ellas, Gloria Rubio Largo), buscan potenciar a las artistas de la región a través de nuevos escaparates como, en este caso, Instagram. 

Potenciar la presencia de la mujer artista especialmente en museos es uno de los objetivos de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales Contemporáneas y para ello ha puesto a disposición una herramienta de evaluación y autodiagnóstico, disponible a través de su página web, que permitirá a los centros de arte ser conscientes de hasta qué punto las mujeres artistas están representadas en sus instalaciones. En este sentido, grandes museos como el Reina Sofía de Madrid han empezado a «dar una vuelta» a sus colecciones permanentes en busca de un discurso expositivo más inclusivo. «No hay que ser excesivamente pesimista», señala Rubio Largo. 

Y, en ese sentido, también hay esperanzas depositadas en el Centro Nacional de la Fotografía que se ubicará en el antiguo Banco de España.

sacando del desván. Para la soriana María Ferrer, la fotografía hace años que está sacando «de los cajones y de los desvanes» el trabajo de muchas grandes fotógrafas que, como Vivian Maier, no fueron reconocidas ni tuvieron acceso al circuito artístico en su día. La fotografía es, señala, un claro ejemplo de cómo las mujeres han sido relegadas a la segunda línea, «los laboratorios», la parte más escondida y anónima del arte fotográfico. 

«Hay que poner a la mujer en el lugar que se merece, tanto a nivel nacional como local», insiste Ferrer. Y, en este sentido, reivindica a grandes retratistas sorianas como la fallecida Redención Blanco. Asimismo, el Festival de Fotografía OnPhoto Soria busca conscientemente incluir todos los años una buena representación de grandes fotógrafas entre sus ponentes. Este año, añade María Ferrer, coordinadora del evento que se celebrará en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia los próximos 13, 14 y 15 de mayo, no será menos y se contará con dos «potentes» profesionales vinculadas al paisaje (tema del simposio este año) como son Isabel Díez y Rosa Isabel Vázquez. ¿Existe verdaderamente una mirada femenina? María Ferrer responde desde la lógica: «Soy una mujer. No tengo otra forma de mirar el mundo». 

sin etiquetas. Poner etiquetas a una fotografía, como a un texto literario, en función del sexo de quién esté detrás de la cámara o de la pluma no tiene sentido para Lucía Santamaría, una de las seis escritoras sorianas que la Asociación Legado de las Mujeres ha incluido en su mapa literario de Castilla y León. Para la autora de La justicia de Cambises o Mariposa de piel, no hay a priori un estilo que diferencie a hombres y mujeres o, al menos, ella no es consciente de que exista. «No debemos buscar el género, sino el sentimiento, que es universal, y la música con la que se escribe», señala. 

Sin embargo, hay una frase que un crítico literario le dedicó al conocerla tras leer La justicia de Cambises, libro con el que quedó finalista en la I edición del Certamen de Novela Juvenil Avelino Hernández, se le quedó grabada. «Pensaba que la novela la había escrito un hombre. Nunca supe por qué», añade.  

Aunque los escritores siguen siendo mayoría en la literatura, apunta Santamaría, no por ello «somos inferiores las mujeres». En su caso, asegura, nunca ha tenido problemas para publicar y, desde su percepción, tiene «el mismo número de lectores que de lectoras». No obstante, sí cree que muchas veces las trabas «nos las ponemos nosotras mismas, por falta de confianza» a la hora de valorar publicar obras. 

Eso sí, al igual que el resto de artistas, sí que observa un cambio de tendencia. «Estábamos más retraídas», apunta. Que la mujer encuentre la igualdad en el mundo del arte, como en el resto de los sectores de la sociedad, se conseguirá, aseguran todas, «poco a poco».