Junta y oposición chocan en los culpables de la ola de fuegos

David Alonso
-

Mañueco minimiza las críticas en su comparecencia y presume del acuerdo del Diálogo Social para mejorar el operativo, algo que para el PSOE supone «reconocer que se equivocaron»

Alfonso Fernández Mañueco se dirige a su asiento tras intervenir a petición propia ante el Pleno de las Cortes. - Foto: Ical

Tres fallecidos, 82.000 hectáreas de fuego arrasadas en 1.400 incendios y 80 municipios desalojados. El verano terrible verano azotado por las llamas que ha vivido Castilla y León este año se enfrentó ayer al debate parlamentario en las Cortes autonómicas, donde Gobierno, personificado en su presidente Alfonso Fernández Mañueco, y oposición chocaron frontalmente en la búsqueda de las causas y culpables del peor periodo estival que se recuerda en la historia. El «excepcional» clima y las condiciones meteorológicas adversas fue la explicación presentada por el líder de la Junta, que compareció a petición propia ante el Parlamento para dar cuenta de la temporada de incendios, analizar las actuaciones realizadas y anunciar un nuevo Plan 42 para la prevención integral de los incendios forestales y una plataforma digital autonómica común para el seguimiento de planes locales.

Una versión que PSOE, UPL-Soria Ya y Grupo Mixto no aceptaron, señalando directamente al presidente y al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, como responsables últimos «no de que ocurran incendios, si no de que no se sepa gestionar su extinción». Reproches que tanto el máximo responsable autonómico como los portavoces de PP y Vox rechazaron de pleno, afeándoles el uso «partidista» de la tragedia. «Dejen de echar gasolina al fuego».

Fernández Mañueco, antes de escuchar las críticas de toda la oposición, intervino ante la Cámara para reconocer que Castilla y León «y el resto de España y Europa» se habían enfrentado a un verano «sin precedentes». «Son incendios de sexta generación que escapan de toda capacidad de extinción», apuntó el presidente para referirse a los 16 grandes fuegos –aquellos que calcinan más de 500 hectáreas–, aunque esquivó la autocrítica durante toda su comparecencia. 

Durante los treinta minutos que utilizó, recordó los paquetes de medidas y ayudas puestos en marcha para los territorios más afectados, defendió la gestión del operativo antiincendios y de la Consejería, negó falta de medios, presentó el reciente acuerdo del Diálogo Social como baluarte de su compromiso en la lucha contra el fuego, y reiteró su apuesta por mejorar la respuesta del operativo.

«Ante cualquier problema, las 24 horas del día y durante todo el año», resumió Fernández Mañueco, que volvió a reclamar una mayor coordinación entre administraciones y aprovechó para recordarle a Sánchez la petición de una Conferencia de Presidentes extraordinaria para abordar los incendios.

Fuego y confrontación

Fue, precisamente, el reciente acuerdo alcanzado en el seno del Diálogo Social entre Medio Ambiente, patronal y sindicatos, el eje sobre el que bascularon todas las críticas de la oposición a la actuación de la Junta. El pacto sellado la semana pasada duplica hasta los 126 millones de euros el presupuesto de la Junta destinado a luchar contra el fuego y estira hasta los 12 meses los trabajos de las cuadrillas públicas y a 9 los de las privadas. Medidas, como le han recordado los portavoces parlamentarios, demandadas por los grupos en  reiteradas ocasiones. «Hoy señor Mañueco viene, le guste o no, a doblar la rodilla, a reconocer que se equivocaron y a cambiar todas sus políticas», le espetó el líder del PSOE, Luís Tudanca, que lamentó que el cambio en las políticas antiincendios «llegan tarde».

Momento en el que le recordó que el Grupo Socialista propuso hace 13 años elaborar una ley autonómica sobre prevención y extinción de incendios para mejorar el operativo, hacerlo público y extenderlo todo el año y ha lamentado el rechazo del PP a un total de 80 iniciativas en 14 años. «Lástima que haya tenido que ser 10 años después, con 95.000 hectáreas quemadas y tras perder tres vidas», zanjó Tudanca.

Una postura muy similar a la compartida por el resto de la oposición, que también coincidieron en pedir de forma unánime la dimisión del titular de Medio Ambiente. «Solo les queda pedir perdón y marcharse». Muy diferente fueron las intervenciones de los portavoces de los grupos que sustentan la Junta, PP y Vox, que defendieron la gestión autonómica este verano, celebraron el acuerdo alcanzado y las medidas anunciadas, y azotaron al resto de grupos, especialmente al socialista, por su uso «político» de lo ocurrido.

«Si no somos capaces de reconocer las verdaderas causas, es imposible proponer algo positivo contra este problema», afeó Fernández Mañueco a la oposición durante un turno de réplica que tuvo como único destinatario al portavoz socialista. Una segunda intervención en la que ahondó en su defensa del acuerdo del Diálogo Social, en que el operativo «funcionó», y en culpar a un«verano fuera de los límites naturales» del trágico balance que el fuego ha dejado a su paso por Castilla y León. «Mientras algunos ladran políticamente, otros cabalgamos para lograr acuerdos». 

Plan 42.3

Minutos antes, el presidente de la Junta había anunciado la elaboración de un nuevo Plan 42, el Plan 42.3, que verá la luz en 2023, para la prevención integral de los incendios forestales, actuando sobre el origen y las causas no naturales que motivan la mayoría de nuestros incendios, con tecnologías de análisis de datos 'big data' y Sistemas de Información Geográfica. También puso sobre la mesa una nueva plataforma tecnológica de gestión de la información de las emergencias por incendios forestales; la creación de un nuevo departamento tecnológico ligado al Centro de Defensa contra el Fuego; y la actualización del Infocal, que lleva vigente desde el año 1999.